Una de las clases de repaso que esta asociación lleva a cabo en el barrio Baladre de Puerto de Sagunto
La Asociación Hogar Betesda Casa de Misericordia lleva muchos años ejerciendo un gran apoyo a las mujeres y niños que se encuentran en riesgo de exclusión social en el municipio de Sagunto. Se trata de una organización solidaria, nacida al seno del Centro Cristiano Betesda de Puerto de Sagunto, que cuenta con la colaboración de alrededor de unas 70 personas que ponen su granito de arena en todas las actividades y acciones que llevan a cabo con las familias y personas de la ciudad que peor lo están pasando y para quienes se convierten, en muchos casos, en su segunda familia.
«Nosotros lo que hacemos es ejercer un apoyo en estas mujeres, jóvenes y niños a los que queremos transmitir que se puede romper con la costumbre para poder buscar una vida mejor, sembramos esperanza en ellos para que puedan hacer algo mejor y llevar una vida honrada; ayudamos a las mujeres a reinsertarse y a los más pequeños les enseñamos valores, tratamos con ellos temas como el racismo, el respeto, la igualdad de género y les ofrecemos talleres de repaso para así intentar evitar el absentismo escolar que hay en algunos barrios de la ciudad ya que muchos de estos niños y niñas no están escolarizados y, si lo están, no acuden a clase», han explicado desde esta asociación.
Probablemente, uno de los proyectos más conocidos que lleva a cabo Hogar Betesda es, precisamente, la casa de acogida que tiene para mujeres en riesgo de exclusión social, algunas de ellas, incluso, víctimas de violencia de género. En la actualidad, hay más de una decena de personas viviendo en esta casa de acogida junto a dos integrantes de esta asociación que son las que se encargan de guiarlas, cuidarlas y cuidar, en ocasiones, de sus pequeños para que ellas puedan seguir hacia adelante. «Les ayudamos, estamos con ellas, nos convertimos en su familia porque lo que necesitan es tener un entorno tranquilo, seguro; es más, lo primero que hacemos con ellas es bajarles sus niveles de ansiedad para que puedan centrarse», han explicado.
Como han informado, esta casa de acogida se sustenta gracias a la colaboración de las personas que forman Hogar Betesda, incluso algunas de ellas trabajan para poder mantenerla, además de que hacen un taller de costura y arreglos de ropa y venta de bisutería que hacen a mano. «Lo que más nos cuesta es encontrar una vivienda que se adapte a nuestras necesidades y que su alquiler no sea muy caro», han explicado a El Económico.
Proyecto Ventana 4/14
Otros de los proyectos que llevan a cabo desde esta entidad se conoce como Ventana 4/14 que incluye clases de repaso en los barrios de Baladre y San José, un taller de manualidades y una escuela de Parkour que está abierta a toda la ciudadanía. En estos proyectos, además, están involucradas unas treinta personas que ejercen de monitores y profesores.
La Escuela de Parkour es otra de las actividades que lleva a cabo Betesda
En el caso de las clases de repaso, que llevan realizando desde hace cinco años, se benefician alrededor de 50 pequeños del barrio Baladre y una treintena en el de San José. «Para nosotros lo más importante son los niños; nos involucramos en este proyecto por la necesidad que vimos en ellos. Les transmitimos mucho amor ya que muchos de ellos están un poco abandonados y vienen a las clases con mala cara o actitud rebelde pero poco a poco nos hemos ido ganando su confianza y, aunque no tengan deberes, vienen a las clases para estar con nosotros. Es un privilegio el poder marcar la vida de un niño», aseguran los voluntarios de esta entidad de Puerto de Sagunto.
Pero, uno de los problemas con los que se encuentran en este proyecto es la falta de espacio para poder llevarlo a cabo. «En el caso del barrio de San José, por ejemplo, las clases de repaso se dan en la casa de una familia que forma parte de nuestra asociación que, dos días a la semana, desmontan para poder acoger a los niños y niñas. Llevamos pidiéndole desde hace cuatro años al Ayuntamiento de Sagunto a ver si nos puede ceder una pequeña escuela que había en el barrio y que lleva muchos años cerrada para poder impartir en este lugar las clases. No nos han dicho que no pero las cosas van más despacio de lo que nos gustaría», explican desde Hogar Betesda.
Un caso similar les ocurre en Baladre donde pueden llevar a cabo este proyecto gracias a la ayuda de la asociación de vecinos que les cede durante dos tardes sus instalaciones. «Lo que queremos, en este caso, es que se nos cedan las aulas que hay en el edificio de la plaza Tirant lo Blanch que, según nos ha dicho el ayuntamiento, pertenece a conselleria; es un edificio que está siempre abierto y en las aulas de arriba no se hace nada, solamente sería que conselleria nos la cediera durante los días que damos el repaso», han asegurado.
Por otro lado, en el local que el Centro Cristiano Betesda tiene en el conocido polígono Alto Horno, antes Ingruinsa, se lleva a cabo, los martes por la tarde, el taller de manualidades donde, incluso, les dan de merendar a los pequeños. «Antes hacíamos estos cursos los sábados por la mañana y dábamos almuerzo porque algunos pequeños llegaban incluso sin desayunar y ahora lo hacemos con las meriendas. Somos los propios voluntarios los que llevamos la merienda para los niños y niñas, cada semana se encarga uno», ha afirmado una de las monitoras de este taller. Finalmente, la cuarta de las actividades que se lleva a cabo dentro de este proyecto es la Escuela de Parkour, una disciplina que consiste en desplazarse por el medio urbano o natural, superando los obstáculos que se presenten en tu recorrido (vallas, muros, vacío...) de la forma más fluida y eficiente posible, y con las únicas posibilidades de tu cuerpo humano. Esta actividad también se realiza en las instalaciones del Centro Cristiano Betesda, sita en la calle Almacenes de Hierro, los jueves de 18:30 a 20:30 horas de forma totalmente gratuita y para todas las edades.
Los pequeños del barrio San José también acuden a las clases de repaso que ofrece Betesda
Como han asegurado desde la Asociación Hogar Betesda Casa de Misericordia, en muchas ocasiones, los voluntarios de la entidad también ejercen el servicio de transporte para los pequeños y jóvenes que viven en los barrios de Baladre y San José para que puedan acudir a las actividades de manualidades y parkour. «En muchas ocasiones los niños quieren hacer actividades pero los padres o no pueden llevarlos o directamente pasan y nosotros nos hemos ganado su confianza para poder llevarlos y luego devolverlos a sus domicilios después de hacer estas actividades. Los pequeños están encantados de poder hacerlas», han señalado.
Este servicio también lo realizan para poder preparar el gran festival que, todos los años, realizan a final de año, un espectáculo musical donde los pequeños trabajan distintos valores, que ya han ido trabajando durante todo el año. En esta ocasión, la fecha elegida es el 15 de diciembre y promete ser un gran evento para todos los integrantes de esta asociación que todo lo que consigue lo hace gracias a los voluntarios que forman parte de ella.
