El Concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Sagunto, el nacionalista Pepe Gil Alcamí, ha salido al paso de las declaraciones realizadas por el portavoz de Iniciativa Porteña, Manuel González, con relación a lo ocurrido en el Consejo de Administración de la empresa mixta Aguas de Sagunto, donde se acordó que una serie de obras, que inicialmente iba a desarrollar el Ayuntamiento de Sagunto, fueran, finalmente, licitadas por esta empresa.
Con relación al informe de la Oficiala Mayor, Gil Alcamí niega que esté inconcluso, asegura que está firmado por la Oficial Mayor. Reconoce que existen diferencias de interpretación entre la Oficial Mayor y el Secretario General del Ayuntamiento de Sagunto, pero se muestra categórico al aseverar que de acuerdo con el informe de la Oficiala Mayor «todas las obras de tipo hidráulico que se acometan en Sagunto deberán ser realizadas por Aguas de Sagunto, excepto las de nuevas urbanizaciones, que corresponderán al urbanizador».
Es más, Gil Alcamí ha dejado claro que estas actuaciones, aprobadas en el Consejo de ayer, son exactamente igual que las intervenciones que realiza la empresa en el día a día, por reventones, fugas o mejoras de la red. Tal y como ha indicado el portavoz de IP, es cierto que el Ayuntamiento de Sagunto ya tiene en el presupuesto municipal vigente asignadas esas partidas para financiar la realización de las obras, pero, al acometerlas Aguas de Sagunto con sus fondos propios, el Consistorio destinará ese capital a otro tipo de obras, según ha aclarado Gil Alcamí.
Señalar, asimismo, que las intervenciones que inicialmente iba a ejecutar el Ayuntamiento de Sagunto y que ahora serán licitadas por Aguas de Sagunto, por un importe de 600.000 euros, son las de calle Valencia, calle Espronceda, calle Campoamor y zona de la Plaza La Marina.
Resaltar finalmente que Pepe Gil no observa ningún proceder irregular en este acuerdo del Consejo de Aguas de Sagunto, de ahí que, en primer lugar, no entiende porque votaron en contra, aunque, en segundo lugar, el edil de Hacienda asocia estas críticas a un intento de «generar malestar entre los vecinos para que las obras no se lleven a cabo».
