Edificio del antiguo matedero, convertido en la sede de la Sociedad Anónima de Gestión
A punto de cumplirse los primeros 18 meses del Gobierno municipal tripartito, el alcalde de la ciudad, Francesc Fernández, todavía no ha materializado el relevo en la dirección general de la Sociedad Anónima de Gestión (SAG), empresa encargada del servicio de aseo urbano que es al cien por cien de propiedad municipal.
En algunos círculos políticos y sindicales, extraña que Fernández no haya propiciado ya el relevo de Enrique Catalá en la SAG, tal y como hizo meses atrás en la empresa mixta de la gestión del servicio de agua potable, Aigües de Sagunt, con la incorporación de Vicent Granell Ibáñez, un hombre de Compromís, que vino a reemplazar al que hasta la fecha era el delegado de la compañía.
Sin embargo, este periódico ya adelantó el pasado 29 de noviembre, en su edición digital, que la primera autoridad local está preparando el cambio en la dirección de la SAG. Efectivamente, según ha confirmado este periódico de distintas fuentes municipales, el alcalde de la ciudad, Francesc Fernández, ya había informado a sus socios de Gobierno sobre su intención de prescindir de los servicios del actual gerente de la Sociedad Anónima de Gestión (SAG), Enrique Catalá, quien sería sustituido en el cargo por una persona afín a Compromís y próxima a la portavoz del Gobierno municipal y diputada autonómica, Teresa García.
El hecho de que todavía no se haya efectuado este cambio, obedece a que el alcalde no cuenta, por el momento, con los apoyos necesarios en el seno del órgano de decisión de la empresa. En efecto, la composición del consejo de administración de la SAG está formada por un total de 8 miembros, uno por cada grupo político con representación municipal, salvo en el caso de Compromís, que cuenta con dos: el alcalde, que es su presidente nato, y Teresa García, que ostenta la vicepresidencia, aunque también actúa como consejera delegada de la compañía.
De acuerdo con esta composición, Compromís debería de contar, como mínimo, con el voto de dos consejeros más para que se decretara el relevo, puesto que, en caso de empate, el presidente puede ejercitar su voto de calidad. Todos estos detalles están perfectamente regulados en los estatutos de la empresa, donde se especifica que el director general de la misma lo nombra el Consejo de Administración, así lo recoge el artículo 20.1, aunque el 17.4 es el que determina que será a propuesta del presidente del citado órgano. Por otro lado, según el artículo 18.4 de la citada reglamentación, el presidente tiene voto de calidad en caso de empate.
Excelente gestor
Como ocurriera con el anterior delegado de Aigües de Sagunt, cuyo cambio ha obedecido a criterios estrictamente de afinidad política, todos coinciden en señalar que el actual gerente de la SAG, Enrique Catalá, también está gestionando muy bien la empresa de aseo urbano. En este sentido cabe resaltar que es mayoritaria esta opinión. Tanto el PP como IP, que son las fuerzas políticas que promovieron su nombramiento, como Ciudadanos, el PSOE o ADN Morvedre, la marca blanca de Podemos, que forma parte del Gobierno municipal, así como Izquierda Unida, no consideran justificado el cambio en la dirección de la empresa.
En este sentido, el primer responsable político en salir en defensa de la continuidad de Enrique Catalá como gerente de la SAG, fue el coordinador general de Esquerra Unida, Roberto Rovira, quien resaltaba la buena labor que viene desarrollando este directivo al frente de la empresa: «El actual gerente ya puso su cargo a disposición del Consejo de Administración de la empresa pública tras la constitución de la nueva Corporación municipal. Además, a día de hoy la SAG es una empresa con unas cuentas saneadas, que presta un servicio esencial para nuestra ciudad y es un ejemplo de gestión para el resto de ayuntamientos del País Valenciano. No hay, por tanto, razones objetivas que justifiquen una sustitución en la gerencia de dicha empresa. El actual Gerente, Enrique Catalá, ha demostrado con eficiencia y eficacia la defensa de la SAG como pública y sin merma de empleo en la crisis».
Este criterio, sintetizado en las manifestaciones de Rovira, es, hoy por hoy, ampliamente compartido por la mayoría de consejeros de la mercantil, así se han expresado los representantes de Ciudadanos, Raúl Castillo; del PSOE, Miguel Chover; o de ADN Morvedre, Pablo Abelleira, tras ser consultados por este periódico.
Mantener el control de la SAG
Con este cambio en la dirección de la empresa de limpieza, Compromís pretende, como primer objetivo, garantizarse el control de la misma durante toda la legislatura. En efecto, con este relevo, los nacionalistas continuarían ejerciendo el control total de la empresa pública de aseo urbano, toda vez que la actual vicepresidenta, que también ejerce como consejera delegada de la SAG, Teresa García, tendrá que ceder este puesto a una representante de EU, Roser Maestro, que actualmente es la secretaria del consejo de administración.
En este sentido, cabe señalar que según confirmaba a este periódico el coordinador comarcal de EU, Roberto Rovira, cuando se formalizó el pacto de Gobierno entre EU y Compromís, se acordó que la Delegación de Aguas recayera durante los dos primeros años de mandato en un edil de Esquerra Unida, en este caso José Vicente Muñoz, y en los dos últimos en un concejal de Compromís. Sin embargo, se invertiría el proceso en el caso de la SAG, es decir, la nacionalista Teresa García sería la consejera delegada de la empresa durante el primer tramo de dos años de legislatura, recayendo esta responsabilidad en un edil de EU durante los dos últimos, probablemente en la concejal Roser Maestro, según ha confirmado el propio Rovira. Con este movimiento de tablero, la empresa estaría bajo el control de Compromís, aunque la consejera delegada de la SAG fuera de otra fuerza política.
Hay que tener en consideración que Esquerra Unida cuenta entre sus filas con una de las personas que mejor conoce todos los mecanismos del funcionamiento interno de la SAG, se trata de Miguel Ángel González, que ha sido consejero durante años de esta empresa en representación de EU y que en la actualidad asesora al Grupo Municipal de esta coalición en este frente.
Si cuando se cumplan los dos años de mandato, la edil de EU Roser Maestro sustituye en la vicepresidencia de la SAG a Teresa García, va a ser difícil que Compromís ejerza el control de esta empresa, de ahí que se pretenda colocar en la dirección de la compañía a alguien afín al partido nacionalista.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que el Bloc, partido al que pertenece Francesc Fernández y Teresa García, siempre fue partidario de privatizar esta empresa, por lo que en algunos sectores políticos se considera este movimiento como un primer paso de cara a la privatización de la sociedad de capital público, tal y como ya ocurrió en 2007 con el ciclo integral del agua.
En este sentido apuntan algunas fuentes que: «una empresa que cambia de director general cada cuatro años no es de fiar. Es por ello que no será tenida en cuenta por el sector. Se ha conseguido posicionarla en el ámbito comarcal y autonómico. A alguien no le interesa una empresa pública fuerte al servicio del interés general, económica y socialmente rentables. La SAG empieza a ser considerada también entre las privadas, a las que les interesa que no funcione bien».
Nombramiento polémico
En la edición de este periódico, correspondiente al 29 de julio de 2009, en su página 8, se recogía la denuncia realizada por el Grupo Municipal Socialista, que calificaba de «pantomima» el proceso de selección del director general de la SAG, puesto que, un mes antes de su nombramiento, el PSOE ya conocía la identidad del elegido por el equipo municipal de Gobierno popular segregacionista de la época.El 23 de julio de 2009 se celebraba la primera reunión del consejo de administración de la Sociedad Anónima de Gestión (SAG), que fue elegido por la junta de accionistas del 16 de julio. En esta sesión se nombró a Enrique Daniel Catalá Belda como primer director general de la compañía.
Esta designación recibió el respaldo de los consejeros del PP, SP y PSOE; se abstuvo el representante del Bloc y votó en contra el de Esquerra Unida. El nombramiento del nuevo director general de la empresa pública de aseo urbano de Sagunto no constituyó ninguna sorpresa para nadie, puesto que semanas antes de que el consejo de administración tomara tal decisión, ya se conocía la identidad del ‘elegido’ para el cargo.
Efectivamente, el 22 de junio de 2009 el consejero por Esquerra Unida, Miguel Ángel González, ya citó, en la última reunión del anterior consejo de administración, a Catalá como futuro director General de la SAG. Es más, el 23 de junio, un día después, los concejales socialistas del Ayuntamiento de Sagunto, tras acordarlo en su reunión de grupo, remitieron a este periódico un burofax de dos folios en el que ya se advertía con un mes de anticipación de quién iba a ser el ‘elegido’ para este cargo.
Por otro lado, en el entorno segregacionista más próximo a la cúpula de SP/IP de aquel momento, ya se daba por hecho desde hacía meses, en concreto desde la firma del pacto de gobierno PP-SP llevada a cabo en agosto de 2008, que Enrique Daniel Catalá Belda estaba designado como hombre de confianza del partido para ocupar la dirección general de la SAG. Indicar por otro lado, que el nuevo director general de la empresa de aseo urbano formó parte de la candidatura del Partido Popular al Ayuntamiento de Sagunto en las elecciones de 2003, ocupando el puesto número 17 de la lista.
