De los 15.213 puntos de luz que hay en el municipio, un 15,02% corresponden a las nuevas zonas urbanizadas durante el boom de la construcción que están prácticamente deshabitadas. El tripartito municipal quiere invertir 400.000 euros en eficiencia energética

La factura del alumbrado público en Sagunto cuesta cada año 2,33 millones de euros

 
Viernes, 25 Noviembre 2016 18:03

norte palanciadLa urbanización del Norte del Palancia, que aparece en la imagen, y el PAI Fusión, son los ejemplos más claros del derroche energético

El municipio de Sagunto se gasta cada año 2.338.797,97 euros en el capítulo de alumbrado público, según se desprende de los propios datos de la Intervención municipal. De esta cifra, 145.186,11 euros corresponden a gastos de personal y el resto, es decir, 1.872.936,14, euros a la factura de suministro de energía eléctrica.

De acuerdo con estos datos, la potencia que tiene contratada el Ayuntamiento de Sagunto es de 2.380 Kw. la superficie iluminada en metros lineales alcanza la cifra de 271.940 y el número de puntos de luz ubicados en el municipio se eleva a un total de 15.213. Ni que decir tiene que a este importante gasto de la factura eléctrica contribuyen las seis zonas urbanizadas en en la capital del Camp de Morvedre durante el boom de la construcción que, apunto de cumplirse una década desde que se reventara la burbuja inmobiliaria, continúan sin apenas edificación.

En estas nuevas zonas urbanizadas al abrigo del boom inmobiliario, está prevista la construcción total de 9.080 viviendas. Efectivamente, en las unidades de ejecución 1, 2 y 5 del Norte del Palancia, el número de viviendas proyectadas se eleva a 2.971, sin embargo, apenas se habrá construido durante estos años un 5% de ese total. Todavía es más escandaloso el proyecto Fusión, buque insignia del Gobierno tripartito que, con Gloria Calero en la Alcaldía y Francesc Fernández en la Delegación de Urbanismo, gestionó la ciudad desde 2003 hasta el 2007. Esta macro urbanización, que sigue muerta de risa, albergará en su momento la construcción de 3.100 casas, pero, ha día de hoy, se han ejecutado únicamente 53, es decir, el 1,71% del total proyectado.

Es evidente que las previsiones eran absolutamente irreales. Aunque su motivación era bien diferente. Efectivamente, el PAI Fusión fue la herramienta que utilizó el entonces concejal nacionalista, responsable de la cartera de Urbanismo, Francesc Fernández, hoy alcalde de Sagunto, para completar el tejido urbano entre los núcleos de Sagunto y El Puerto y, de esta manera, intentar impedir la segregación porteña. El paso de casí una década ha puesto de relieve que este proyecto no le hacía ninguna falta al municipio de Sagunto, como lo acredita el escaso porcentaje de viviendas construidas.

La apuesta del tripartito por desarrollar este sector entre Sagunto y Puerto, tuvo otras secuelas, que, de igual manera afectaron a los ciudadanos porteños, como fue la paralización del proyecto de Urbanización del SUP 2 Este, que si se hubiese ejecutado en aquellas fechas, es muy posible que una gran parte de las viviendas proyectadas se hubieran construido, no dando lugar a los posteriores aumentos de densidad en su edificación, que tan nefastas consecuencias tendrá para la calidad de vida de los habitantes del barrio de la Victoria, una vez que que se construyan las viviendas proyectadas, dentro de 20 o 30 años.

Como consecuencia de esta apuesta tan decidida por el PAI Fusión y la consiguiente ralentización de otros sectores del municipio, pese a que fueron proyectados mucho antes, la urbanización del SUP 2 Este se concluyó mucho después y, en noviembre de 2016, el número de viviendas en ejecución en este sector representa una porción muy pequeña con relación a las 1.548 casas proyectadas en esta zona. Este PAI contemplaba, en sus inicios, un menor número de viviendas, pero de mayores dimensiones, sin embargo, al de­sa­tarse la crisis económica, el Ayuntamiento tuvo que conceder al agente urbanizador mayor densidad, es decir, más casas, pero más pequeñas, como contrapartida para que se materializara la urbanización, que ya hacía tiempo reclamaba el vecindario, puesto que era indecoroso mantener los huertos abandonados en el mismo centro del casco urbano del Puerto de Sagunto.

Otro PAI finalizado durante la recesión económica es el del Borde Sur. Esta operación urbanística fue aprobada por el Partido Popular e Iniciativa Porteña con la finalidad de que el municipio recuperara la propiedad de la Gerencia. Esta actuación contempla la edificación de 453 viviendas, pero, en estos momentos, todavía no se ha construido ni un solo piso. Hay que tener en cuenta que, además de la situación de crisis, esta oferta inmobiliaria pierde atractivo como consecuencia de su proximidad al polígono industrial de Ingruinsa.

Además, cabría citar en SUNP VI Oeste-Vilamar, situado entre la zona de las 500 viviendas y el cementerio de Puerto de Sagunto donde están proyectadas 765 viviendas, pero apenas se han levantado una treintena. En el Barrio de los Metales también se encuentran esperando su momento las unidades de ejecución 17 y 18 en las que se podrán construir 243 nuevas casas.

Derroche energético

Los efectos de este desmedido crecimiento urbanístico, sobre un municipio que por si faltara algo está perdiendo población, lo vienen soportando sus ciudadanos desde que los diferentes sectores urbanizados se fueron abriendo al tráfico, ya que tienen que destinar una mayor parte de sus impuestos a soportar el incremento de la factura del gasto energético que, desde luego, supone un buen pellizco del presupuesto municipal.

Entre estos seis PAIs, el número de farolas instaladas alcanza la cantidad de 2.285 unidades, cifra nada despreciable teniendo en cuenta que el total de puntos de luz en el municipio se eleva a 15.213. Es decir, que todas la luminaria de los nuevos espacios urbanizados representa un 15,02% del total. Esas 2.285 farolas, con un consumo medio por hora de 125 vatios, da una idea del enorme gasto diario que representa mantener encendida este alumbrado urbano, a razón de 285 kilovatios por hora en espacios poco o nada desarrollados. De todas las farolas encendidas, alrededor de un 30%, es decir, unas 685, se ocupan de iluminar los viarios principales, mientras que el resto, unas 1.600, están instaladas en las diferentes calles de estas urbanizaciones, es decir, alumbrando en su mayor parte solares deshabitados.

Eficiencia energética

Es de tanta importancia el capítulo del presupuesto municipal que se destina a la factura por el alumbrado público, que la Concejala de Hacienda, Teresa García anunció, en la reciente audiencia publica celebrada en el Centro Cívico para informar del proyecto de presupuestos para 2017, que se invertirán de dicho presupuesto un total de 400.000 euros para mejorar la eficiencia energética, sustituyendo las lamparas de sodio por las modernas de led y elaborando un estudio para el ahorro de energía en las zonas del municipio menos desarrolladas, entre las que se encuentras las anteriormente indicadas.


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Modificado por última vez en Sábado, 10 Diciembre 2016 00:05

 

 

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