Denuncian que «aparecen por la casa, por los cajones, por el portal, por los bajos y comercios. Es una pesadilla que se extiende ya muchos meses y no sabemos qué hacer»

Vecinos de las 500 viviendas, Plaza Ibérica y Baladre, de Puerto de Sagunto, invadidos por las cucarachas

 
Miércoles, 14 Septiembre 2016 16:37

webcucarachasCucarachas. Foto: Neuquen 24 horas
 
«Esto es un sinvivir. Aparecen por todos los lados, cuando menos te lo esperas. Por la casa, por el portal, por la calle, por los comercios. Estamos ya asqueados y no sabemos qué hacer. Nos tienen acobardados y entramos hasta con miedo a nuestros hogares».

Así comienza a relatar su historia, M. G, una vecina de las 500 viviendas que sufre desde hace dos meses la visita de las desagradables cucarachas, unos insectos que tienen en vilo a los vecinos de este barrio de Puerto de Sagunto. Sin embargo, no es el único vecindario en el  que esto sucede. Vecinos de la Plaza Ibérica y del Barrio Baladre, también ambos de Puerto de Sagunto, se encuentran en idéntica situación.
 
«Las cucarachas están de siempre, por lo menos desde hace 5 años que yo vivo aquí. Pero ahora son muchísimas más. Es insoportable y asqueroso», relata a El Económico L. M., una vecina de la plaza Ibérica que vive en un primer piso. «He preguntado a mis vecinos y a todos les pasa lo mismo, y a los de las plantas bajas, aún más. No sabemos qué más hacer».
 
Traspasan mosquiteras

La misma fuente ha añadido que «ahora son más grandes y de las rojas, distintas a las de siempre, pequeñas y negras. En nuestro patio es llegar la noche y están por todas partes».
Hace dos años, en el portal de L. M., explica la afectada «decidimos tapar las juntas de la trampilla del desagüe con espuma, y desde entonces salen menos, pero aún son muchas. Una vecina incluso ha llenado el portal de laurel, comenta divertida, de la desesperación que llevamos».

Otra vecina de la Plaza Ibérica ha afirmado que «las veo pasar por debajo de la puerta de entrada, y por las juntas de las mosquiteras de la ventana. Me da horror. Además tengo un bebé que está en la edad de gatear y tengo que tener mil ojos. El día menos pensado me veo al niño con una cucaracha en la mano».

En Baladre, Pepi López, de 78 años, ha afirmado a este rotativo que «no tengo mosquiteras y este verano ha sido horroroso, porque prefiero morir de calor a encontrármelas. Aún así, me las he llegado a encontrar en la pila, en el baño e incluso en los cajones de la ropa interior. Casi me da un infarto», comenta afectada.
 
Por dentro de los edificios

L. M explica asustada que «lo malo es que creemos que están por dentro del edificio, ya que por las noches, cuando reina el silencio, se las puede escuchar andando por el techo. Muchos de los vecinos y yo hemos optado por tapar todos los desagües, y todos los agujeros por donde puedan salir. Cerramos las ventanas, ya que entran por las mosquiteras, y en varias ocasiones, incluso he visto asomar las antenas por los alógenos de la luz del techo».

Medidas que, aunque parezcan exageradas no son suficientes para prevenir la visita de estos insectos que día tras día, y sobretodo, cuando llega la noche, salen a invadir a unos atemorizados vecinos que ya no saben qué hacer para acabar con ellas.

En Baladre, algunos vecinos afirman haber llegado incluso a tapar «las entradas de los cables de los teléfonos, los respiraderos de la cocina, los agujeros de los baños, desagües de pilas, y un largo etcétera», resume un vecino del barrio, quien, además añade que cuando él y su familia se van a dormir, pone cinta adhesiva en la puerta de entrada de la casa para que no puedan entrar del portal a la misma.

Distintos comerciantes de la zona de las 500 viviendas han mostrado también su desagrado, ya que, como explica uno de ellos «cuando aparece una y tengo un cliente en la tienda la imagen es muy desagradable. muchos incluso se han llegado a marchar, haciendo así que mis ventas disminuyan. Por no hablar de los gritos de algunas personas y de los niños, que se asustan mucho».
 
En restaurantes

Otra trabajadora de esta misma zona argumenta que «yo ofrezco comidas, que todavía es peor, y ha habido gente que se ha ido con la comida, el desayuno y el almuerzo a medias y sin pagar».

En el colegio de esta zona, así como en sus parques, la situación se repite una y otra vez. Algo que está poniendo a sus vecinos en pie de guerra.

«Estar lavándose los dientes y que, cuando vas a enjuagarte la boca te aparezca una horrible cucaracha, es vomitivo», explica un vecino de Baladre. Al igual, añade un segundo que se suma a la conversación, que «estar durmiendo y notar que algo te sube por la pierna».

Los niños y niñas más pequeñas de los barrios afectados también están atemorizados, como explican sus padres. «Cada vez que aparece una, mis dos hijos de 5 y 7 años comienzan a chillar y a correr por la casa, rogando que su padre o yo la matemos. A veces no es tarea fácil, ya que se suben por las paredes, por el techo, o se meten por detrás de los muebles. Como no la vean muerta, finaliza, no se quieren ir a la cama ya que temen que entre en sus cuartos. Esperemos que ahora que está haciendo menos calor, la cosa cambie».

Los afectados no descartan acudir  al Ayuntamiento  a pedir que se fumigue.

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Modificado por última vez en Jueves, 15 Septiembre 2016 20:02

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