Ante el anuncio del alcalde de Sagunto, Francesc Fernández, de que piensa adquirir el antiguo edificio de Correos ubicado en la Glorieta de Sagunto, el portavoz de Iniciativa Porteña, Manuel González afirma: «esta pretensión contrasta con el abandono del patrimonio de El Puerto por parte del tripartito».
Dicho anuncio lo realizó el alcalde saguntino en el pleno ordinario del pasado mes de mayo en cuya sesión, representantes del colectivo de mayores de Sagunto, se quejaron de la falta de un local para celebrar baile los domingos en esa parte del municipio.
«Ante la sorpresa general, el alcalde afirmó que entre las alternativas que se estaban barajando, se contemplaba la posible adquisición del edificio de correos, en una operación cuyos detalles desconocemos, pero que a buen seguro supondrá un importante desembolso para su adquisición y reforma», subraya el portavoz segregacionista.
Manuel González ha manifestado su sorpresa al conocer que «Fernández quiere comprar desde el Ayuntamiento de Sagunto, el edificio de correos situado en la Glorieta en Sagunto, en una operación que huele a lo mismo que el pelotazo Bancaja que supuso, en su momento, un gasto de casi cinco millones de euros para las arcas municipales. El actual alcalde tiene auténtica obsesión por seguir incrementando el patrimonio municipal y los servicios en el núcleo de Sagunto».
A juicio del líder de Iniciativa Porteña, «nuevamente se produce una clara discriminación respecto a como se actúa en un núcleo y otro de población, pues vemos como en El Puerto se están deteriorando ante la pasividad del equipo de gobierno tanto la Casa Noguera, como la Casa de Aznar, más conocida como casa amarilla en la Playa de El Puerto, que en ambos casos se encuentran en manos privadas. Asimismo, el Horno Alto y la Fundación de Patrimonio Industrial han sido abandonados a su suerte».
En cuanto a la calidad de los servicios prestados en El Puerto, añade González que muy pronto estarán acabadas las oficinas de la Gerencia, cuya reforma está calculada para acoger 200 funcionarios que prestarían servicios administrativos a los ciudadanos porteños. «Ya veremos lo que hace en este caso Quico Fernández que ha dejado caer que pretende darle otros usos a este edificio, lo cual sería una auténtica aberración», concluye.
