El pasado 3 de febrero, la ejecutiva local de Compromís ofrecía una rueda de prensa para informar de lo acordado en la asamblea del partido. El secretario de Organización de Compromís per Sagunt, Vicent Ventura, anunciaba la decisión adoptada por la formación nacionalista, de iniciar negociaciones con la nueva ejecutiva del PSPV-PSOE para intentar que los socialistas entren a formar parte del equipo de Gobierno del consistorio saguntino.
La única opción para llevar a cabo este pacto, según explicó Ventura, pasaba porque el PSPV-PSOE prescindiera de su actual portavoz, Francisco Crispín. En este sentido, aclaraba que: «Los tres grupos municipales que forman el equipo de Gobierno tienen claro que no quieren que él [en referencia a Crispín] forme parte del acuerdo, queremos que se retire, que deje paso porque está poniendo palos en las ruedas a la gestión municipal. Creemos que está trabajando contra los intereses de los ciudadanos y de su propio partido», afirmaba Ventura el 3 de febrero.
En esta comparecencia ante los medios de comunicación, la concejala de Sagunto y diputada autonómica por Compromís, Teresa García, también hizo su aportación, señalando que: «el PSPV-PSOE se alía sistemáticamente con el PP, la cuarta pata de esta alianza de progreso está alineada con la derecha. Es Crispín el que torpedea los acuerdos con el PSPV-PSOE».
Por su parte, el alcalde de la ciudad, Francesc Fernández, también matizaba la posición de su partido ante este asunto: «las puertas siempre han estado abiertas para el PSPV-PSOE, desde el momento que firmamos el primer acuerdo de Gobierno con ADN Morvedre, pero sin Crispín, por dos motivos, por incompatibilidad entre su cargo y su trabajo y por las declaraciones que ha hecho desde el momento de la investidura». Así pues, el primer edil aseguraba que, si los socialistas no aceptan esta opción, deberían decidir su postura en la oposición «o de bloqueo irracional como hasta ahora o si vamos a poder llegar a pactos para dar estabilidad a este ayuntamiento».
Un mes después, justamente, el pasado 3 de marzo, se producía un giro de 180 grados. Efectivamente, Compromís recogía trapo, pedía disculpas públicas al PSOE y al propio Crispín e, incluso, aceptaba la integración del portavoz socialista en un futuro acuerdo de Gobierno entre el actual tripartito y los socialistas. Así lo escenificó Asun Moll, de la ejecutiva local de Compromís, quién pedía disculpas públicamente al PSOE y a Francisco Crispín: «primero que nada, queremos pedir sinceras disculpas públicas por haber condicionado la colaboración en el Gobierno municipal de los compañeros socialistas al hecho que no se contara con su portavoz Francisco Crispín. Por este motivo pedimos disculpas al portavoz del grupo municipal y al PSPV-PSOE. Nosotros, desde el grupo Compromís, estamos dispuestos a iniciar un proceso de diálogo sin condicionantes entre los dos partidos que nos pueda traer a establecer un clima de confianza que posibilite la participación del grupo socialista en la estabilidad municipal».
Ha llamado la atención en medios políticos locales que en cuestión de 30 días se haya producido un cambio de posición tan radical. Durante este mes, se han venido realizando reuniones de los cuatro grupos de la oposición municipal: PP, IP, PSOE y Ciudadanos. En el transcurso de estos encuentros de los portavoces se ha tratado la modificación del Reglamento Orgánico Municipal (ROM) en varios aspectos, entre ellos, el de reducir el número de liberados que se recoge en dicha norma.
Efectivamente, según ha podido saber este periódico de fuentes de la oposición municipal, se ha estado barajando en estas reuniones, reducir los liberados del equipo de Gobierno de los actuales 16 a un total de 10. En este sentido cabe recordar que el anterior equipo de Gobierno del Partido Popular contaba con 8 liberados. Es más, el actual alcalde, cuando acupaba la bancada de la oposición, aseveró en varias ocasiones que el Ayuntamiento de Sagunto se podía gestionar con en alcalde y tres liberados más.
Desarticular la reducción de liberados
Si esta modificación del ROM se llevara a efecto, la reducción de 6 liberados afectaría a los tres grupos políticos que actualmente forman el tripartito: Compromís, Esquerra Unida y ADN Morvedre, la marca blanca de Podemos, por lo que, de aplicarse la rebaja en partes iguales, cada una de estas tres fuerzas políticas perdería dos liberados.
La única forma de impedir esta modificación del ROM pasa, necesariamente, por que los socialistas acaben integrándose en el Gobierno de Sagunto. En este sentido, el portavoz de IP, que ha sido uno de los participantes en estas reuniones de la oposición, ha señalado: «este cambio es muy llamativo y estoy convencido de que viene condicionado porque el tripartito se ha dado cuenta de que, desde la oposición, estamos dispuestos a acabar con su cortijo, reduciendo de manera notable su ejército de liberados. Los portavoces de la oposición —continua—, hemos mantenido diversas reuniones en las que estamos trabajando para cambiar algunas cuestiones del Reglamento Orgánico Municipal. Precisamente uno de los temas que me parecen más sangrantes es el elevado número de liberados y asesores con los que cuenta el equipo de Gobierno. Nuestra intención decidida es reducir ese número de liberados que supone casi 800.000 euros anuales, el doble que la pasada legislatura, el equipo de Gobierno más caro de la historia».
El representante del partido porteño no tiene dudas de que el tripartito es conocedor de estas reuniones y sabedor de las intenciones de la oposición, respecto a la reducción del número de liberados: «Está claro que esta información ha llegado a oídos de los partidos que integran el tripartito y, claro, ante el temor de que se acabe esta barbaridad, han reaccionado, intentando desarticular la mayoría absoluta con la que cuenta la oposición».
Más adelante, González pasa revista a las críticas lanzadas desde Compromís contra el portavoz socialista, Francisco Crispín: «quiero recordar que el actual alcalde, Francesc Fernández, acusó gravemente a Crispín en la campaña electoral. Además, hace tan solo un mes afirmó en declaraciones a diversos medios, que Francisco Crispín no podía estar en el Equipo de Gobierno porque aseguraba que era incompatible con su trabajo, algo completamente incierto. El caso es que el señor Fernández no podía ni ver a Crispín, puesto que entre ellos parece haber incompatibilidad de caracteres. Crispín no reúne las condiciones de servilismo y docilidad que requiere estar en el equipo de Gobierno para aguantar la soberbia de Francesc Fernández y Teresa García, ahora todo parece haber cambiado».
Por otro lado, el dirigente porteño, Manuel González, recuerda las manifestaciones que el edil de Urbanismo, Pablo Abelleriera, de ADN Morvedre, realizó a este periódico antes de ser concejal: «Además Pablo Abelleira, de ADN, aseguró antes de ser concejal, que “vivir de la política era una forma de corrupción”, algo que parece queda acreditado con la actitud de su grupo y de sus compañeros de Gobierno, dispuestos ahora a cambiar sus principios, y todo porque ven peligrar sus, en muchos casos, inmerecidos salarios de liberados».
