Los vecinos vienen reiterando sus quejas desde el pasado verano, hasta con la aplicación del móvil, sin que el Ayuntamiento haya actuado, al menos, para hacer transitable las aceras

La maleza de los solares del barrio del Padre Jaime ya invade las aceras

Matorrales de los solares de la avenida Delta del Río a finales de octubre Matorrales de los solares de la avenida Delta del Río a finales de octubre La maleza de los solares del barrio del Padre Jaime ya invade las aceras
Viernes, 30 Octubre 2015 17:19

El pasado 7 de agosto, este periódico se hacía eco de las quejas del vecindario del popular barrio del Padre Jaime, el situado detrás de Ciudadmar, ante el estado de claro abandono en el que se encontraban los solares, especialmente el situado en la avenida Delta del Rio, que afectaba directamente a las calles del Río Mijares y Río Júcar entre otras. Téngase en cuenta que hay gran cantidad de viviendas en la zona, a las que se accede por esta avenida. Los residentes denunciaban el estado «deplorable» de los citados terrenos, convertidos en un nido de «bichos, ratas y suciedad», confesaban los vecinos en aquellas fechas de primeros de agosto.

Según explicaban los denunciantes, con el paso del tiempo, el descampado se fue llenado de hierbas, matorrales, roedores, cucarachas e insectos de todo tipo. Ante esta situación de prolongado abandono, los vecinos exigían a las nuevas autoridades municipales que pusieran en marcha las labores de limpieza, que en años anteriores habían corrido a cargo de los propios vecinos, que dejaban este solar completamente despejado y limpio para poder instalar en él la plaza de toros que se ubicada en esta zona con motivo de las fiestas del barrio. Sin embargo, con las restricciones económicas surgidas a raíz de la prolongada crisis económica, por falta de presupuesto se dejó de contratar la plaza de toros y, por consiguiente, de realizar las labores de limpieza del solar.

Los vecinos también alertaban en su queja de que con la llegada de nuevos turistas en la época estival, la playa y el paseo marítimo se colapsaban, lo que generaba que los propios residentes no tuvieran ni sitio para poder estacionar en sus calles, debido a la falta de espacio, por lo que exigían que se adecentara el solar, para poder utilizarlo como lugar de aparcamiento. «Aunque sea una propiedad privada, lo único que pedimos es que adecenten el camino y se le de el uso que ahora no tiene, y eso sí es competencia municipal», argumentaba uno de los vecino del barrio.  

En el mes de agosto ya advertían que apenas se podía circular por la acera de la avenida Delta del Rio, ya que los escombros y los matorrales «que no dejan de crecer y cada vez se expanden a más terreno», dificultan el paso de los peatones. En la imagen superior, que fue tomada a principios de agosto, se ve claramente cómo invaden parcialmente la acera estos matorrales, que, por lo general, alcanzan los dos metros de altura.

Desde que este periódico se hiciera eco de aquella queja vecinal han pasado alrededor de tres meses y la situación sigue exactamente igual, con el agravante de que durante este tiempo, los matorrales han seguido expandiéndose hasta ocupar por completo las aceras, tal y como se aprecia en la fotografía interior, tomada en la mañana de ayer.

A lo largo de estos tres meses, las quejas al Ayuntamiento de Sagunto se han venido sucediendo, en algunos casos se ha llegado a utilizar la aplicación de móvil que permite a los ciudadanos transmitir al consistorio aquellas incidencias que se localicen en el municipio. Según relataba uno de los vecinos, muy molesto por el poco caso que le ha hecho la administración local, hace más de un mes que alertó al consistorio de este prolongado abandono a través de la citada aplicación de móvil y cuando consulta el estado de su reclamación solo obtiene como respuesta: «en trámite».

Los vecinos del barrio del Padre Jaime confiaban que el nuevo Gobierno municipal, de corte progresista, supuestamente más sensible a las quejas ciudadanas, actuara con celeridad ante esta denuncia por dos motivos fundamentales, en primer lugar por atender de forma diligente la reclamación vecinal y, en segundo lugar, por dejar, en plena campaña estival, esta zona, tan próxima a la plaza, limpia y libre de toda esta clase de inmundicias que deterioran mucho la imagen de una ciudad que pretende convertirse en una potencia turística de primer orden. En este sentido, uno de los residentes en la zona señalaba: «cómo van a venir turistas de postín a este pueblo si tenemos esta zona de playa completamente abandonada. Muchas veces con mosquitos, que pican como demonios, y siempre con las cucarachas saliendo de las alcantarillas como Pepe por su casa. ¿Aunque solo sea por atender a los vecinos, tanto cuesta eliminar los matorrales de las aceras? ¿Tan difícil es? A ver si los nuevos responsables municipales se dan una vuelta por el barrio y se dan cuenta de lo abandonada que tienen toda esta parte del pueblo, que parece mentira», se lamentaba.


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