La propuesta del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Sagunto con el que se pretendía modificar la ordenanza fiscal reguladora del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), finalmente fue retirada tras la falta de acuerdo de los diversos grupos políticos después de un tenso debate que forzó que todos los concejales votaran a favor de no llevar a votación este punto para poder tratarlo, nuevamente, en una comisión informativa para intentar llegar a un consenso.
Como explicó la edil de Hacienda, Teresa García, la intención del equipo de gobierno era llevar a cabo una progresividad en los impuestos municipales para que aquellos inmuebles con un mayor valor catastral (más de un millón de euros), contribuyan con un esfuerzo mayor, puesto que son sus propietarios los que disponen de más recursos para poder aportar a las arcas públicas. Así pues, lo que se pretendía era rebajar el tipo impositivo del IBI residencial del 0.62% al 0,57%, que el de rústica fuera del 0,62% mientras que el de bienes inmuebles de uso industrial y comercial con el valor catastral (más de un millón de euros) aumentaría al 0,87%.
«Se va a estudiar pedir un mayor valor fiscal a aquellos que más tienen, porque tienen mayor capacidad para aportar al municipio. Hasta ahora las 37 empresas consideradas con características especiales aportan cerca de 6 millones de euros, y el resto de las 67 grandes empresas apenas aportan 1.100.000 euros. Por ello la propuesta que realiza el equipo de gobierno se centra en aplicar gravámenes previos al catrastrazo y que no se apliquen los máximos. Con esta modificación, las grandes empresas pasarían a aportar 1.700.000 euros de un máximo de hasta 2.100.000 euros, equilibrando de este modo el nivel de ingresos del Ayuntamiento de Sagunto», explicó la concejal de Compromís.
El incremento del tipo de gravamen a las grandes empresas y comercios fue algo que no gustó especialmente a diversos grupos de la oposición quienes aseguraron que esto podría conllevar un «efecto rechazo» para futuras inversiones que puedan llegar a la ciudad. «No se puede mantener los niveles de recaudación castigando más a las empresas; no podemos hablar de reindustrializar y luego imponer una mayor presión fiscal a las empresas con un incremento del 40% de este tipo impositivo», aseguró el portavoz del PP, Sergio Muniesa quien presentó una enmienda para bajar el tipo impositivo de urbano al 0,56% y manteniendo el de las grandes empresas.
En este mismo sentido, el concejal segregacionista, Juan Guillén, apuntó: «el equipo de gobierno dice que las empresas que ya están aquí no se van a ir pero hay que pensar en las empresas que están por venir». Asimismo, desde Iniciativa Porteña presentaron otra enmienda al considerar que los valores catastrales en Puerto de Sagunto eran mayores que en Sagunto, más concretamente un 20% más según palabras de Guillén, por lo que quería que el tipo de gravamen general fuese del 0.57% pero que en el núcleo porteño se redujera hasta el 0,48%.
Por otro lado, desde las filas socialistas también presentaron una propuesta para «quitar presión fiscal a los vecinos para hacer frente al aumento del 10% del valor catastral», como así explicó el portavoz del PSPV-PSOE, Francisco Crispín. La intención de esta formación política era rebajar el tipo de gravamen urbano al 0,55% incrementando el resto de valores hasta el 0,75%.
En este sentido, la edil de Hacienda, Teresa García, informó de que no se podían aceptar ninguna de las enmiendas, la del PP porque tenía un informe en contra puesto que significaba que el consistorio tendría alrededor de 421.000 euros menos de ingresos y las otras dos porque «no habían sido presentadas en tiempo para poder ser dictaminadas». En este sentido la nacionalista aseguró que, si no se llega pronto a un acuerdo para modificar el IBI, «el tipo impositivo se quedará igual que el año pasado y los vecinos pagarán más impuesto porque tendrán que hacer frente al incremento del 10% del valor catastral».
