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En 1995 iniciaba su andadura la Comisión Pro Gerencia Pública

Viernes, 25 Septiembre 2015 15:51

gerenciadRecuperar para uso público el emblemático recinto de la Gerencia, ha sido una aspiración colectiva desde el cierre de la cabecera siderúrgica

Durante los días 17, 18 y 19 de febrero de 1994, se celebró en el Casino Gerencia el II Congreso de Arqueología Industrial del País Valenciano, bajo el lema: cultura material i cambi social, en el que participaron, además de Evangelina Rodríguez y el desaparecido Emilio Llueca, los británicos Barrie Trinder, de la Universidad de Birminghan, y Robert Perks, del National Sound Archive de Londres. También estuvieron presentes los italianos Alberto Mioni y Ornella Selvaforta, del Instituto Politécnico de Milán. En este congreso se puso de relieve la preocupación por el futuro del patrimonio histórico del Puerto de Sagunto. Así lo recogía El Económico el 21 de febrero de 1994.

Más de un año después, el primero de mayo de 1995, con motivo de la fiesta del trabajo, el colectivo La Compañía hizo público un manifiesto en el que se reivindicaba la conservación y protección del patrimonio histórico industrial de Puerto de Sagunto. En este documento ya se hacía mención a la necesidad de otorgar titularidad pública a los jardines y chalets de la Gerencia, apuntándose la conveniencia de destinar ese patrimonio a paliar el déficit de infraestructuras públicas del municipio, especialmente en lo relacionado con las actividades socioculturales.

Tras esta iniciativa del colectivo La Compañía, la asociación de vecinos La Victoria y Acció Ecologista-Agró, presentaron en un acto público un video realizado por la organización ecologista en el que se señalaba la necesidad de salvaguardar el conjunto urbanístico y ajardinado de la Gerencia, dada su importancia arquitectónica y ecológica. En este reportaje se destacaba la conveniencia de preservar esta zona verde del municipio, dada la importancia del ecosistema que había desarrollado, así como por las funciones de barrera natural que protege al núcleo urbano de las emanaciones contaminantes procedentes de las industrias circundantes.

El germen

El 20 de septiembre de 1995 se reunieron, en la sede de la asociación de vecinos La Victoria, diversos colectivos sociales para reivindicar el disfrute público de la antigua Gerencia de AHM. Se podría decir, por consiguiente, que, tras los antecedentes señalados, se creó el caldo de cultivo adecuado para promover este  encuentro de entidades, que se convirtió en el germen impulsor de la futura Comisión Pro Gerencia pública. Plataforma cívica que a lo largo de los años reivindicó que la ciudad jardín pasara a ser de uso abierto y titularidad pública.

Efectivamente, según recogía este periódico en su edición del 20 de septiembre de 1995, en un artículo firmado por José Manuel Rambla Moya, la asociación de animadores socioculturales Terretremol fue la que promovió esta primera reunión, convocando a todas las fuerzas sociales de Sagunto, con el objeto de reivindicar  la conservación y el uso público de los jardines y chalets de la  antigua Gerencia de AHM.  Terretremol, desde el principio del verano de 1995, ocupó y rehabilitó uno de los chalets  de la Gerencia con el fin de poder realizar en él actividades socioculturales y reivindicar para el disfrute público esta zona tan peculiar del núcleo de Puerto de Sagunto, señalaba esta información de El Económico.

Derechos Urbanísticos

El Gobierno socialista del Ayuntamiento de Sagunto, presidido por Manuel Girona Rubio, aprobó en 1992 un nuevo Plan General de Ordenación Urbana, que es el que todavía sigue en vigor. Siendo de destacar que el entonces alcalde nombró director de la redacción de nuevo planeamiento al también socialista Ricardo Pérez Casado. Este proyecto de PGOU fue aprobado por el PSOE y todos los ediles de Esquerra Unida, salvo Ramón García, que no acudió al pleno. También fue respaldado por otras fuerzas, aunque los independientes del CIPS de García Felipe votaron en contra.

En el PGOU de 1992 se le concedían a los terrenos de la Gerencia unos derechos edificatorios, en concreto, se autorizaba la construcción de 261 viviendas dentro de este recinto, incluidos los chales ya levantados. Esta iniciativa tuvo su origen en el deseo de algunos dirigentes sindicales de la época, partidarios de promover una cooperativa de viviendas en este recinto ajardinado. Sin embargo, los beneficiarios de estas prerrogativas urbanísticas no eran los trabajadores interesados en adquirir un adosado en este escenario, sino la propietaria de los terrenos, en este caso, Ensidesa. Las posteriores reivindicaciones de conservación del recinto, como un espacio público, hicieron inviable las pretensiones edificatorias que llevaron al Gobierno socialista de Sagunto a conceder esta volumetría.

Lo curioso del caso es que Ensidesa formaba parte del Instituto Nacional de Industria, organismo de titularidad pública, sin embargo, pese a que en aquella época el color político era el mismo en los gobiernos de España, la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Sagunto, es decir, el del PSOE, no se logró que se cediera la propiedad de la Gerencia al municipio de Sagunto, que había sido reivindicada como deuda histórica de la empresa siderúrgica a  los trabajadores. Posteriormente, tras la privatización del complejo siderúrgico, aquellos derechos urbanísticos otorgados en 1992 dificultaron extraordinariamente cualquier operación para rescatar este espacio, puesto que la volumetría asignada a dicho suelo, encarecía sobre manera el valor de los terrenos. Esta concesión ha dificultado hasta el final del proceso su recuperación.

Mantener viva la llama

Desde su puesta en marcha, la Comisión Pro Gerencia Pública se encargó de mantener, a lo largo de los años, muy viva la llama de esta reivindicación que formaba parte del sentir popular en el núcleo porteño. Una de las actividades más notables que instauró esta plataforma, fue la realización de una paella gigante el 9 de Octubre, donde participaban en cada edición cientos de vecinos. Esta paella popular, que se convirtió en una jornada lúdico reivindicativa, se vino sufragando en los primeros años con la aportación de los asistentes, a través de la venta de tickets, y con las ayudas que hasta el año 1998 procedían de los remanentes de la lucha en defensa de la siderúrgica saguntina. A partir del 1998 el evento estuvo subvencionado con fondos municipales.

Dado que la celebración de este acto ya se había instaurado en el Puerto de Sagunto como una tradición más, en julio de 2001, el representante de esta plataforma ciudadana y veterano sindicalista, Ángel Olmos Gauses, solicitaba por segunda vez al entonces edil de Cultura, el nacionalista Manuel Civera Gómez, que se incluyera esta celebración en el conjunto de actos que organizaba el Ayuntamiento de Sagunto para conmemorar la festividad del Día de la Comunidad Valenciana en el Puerto, donde, hasta la fecha, eran muy escasos los eventos programados por el consistorio saguntino con motivo de esta festividad.

Esta petición se realizó por primera vez el  año anterior, el 2000, pero el Gobierno municipal no la tomó en consideración. Finalmente, se logró que la paella popular pasara a formar parte de los actos a celebrar cada 9 de octubre, para conmemorar el Día de la Comunidad Valenciana, aunque seguía siendo organizada por el mismo colectivo. En la última etapa y hasta el año 2010, era el sindicato de CC.OO. el que se encargaba de mantener esta iniciativa.

La Ciudad del Teatro

El jueves, 24 de febrero de 2000,  víspera del inicio de la campaña electoral de las elecciones generales del 12 de marzo, el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, vino a presentar un proyecto de enorme trascendencia para el municipio de Sagunto: la futura Ciudad de las Artes Escénicas o Ciudad del Teatro. Acudió acompañó del alcalde de Sagunto Silvestre Borrás, el director artístico de Teatres de la Generalitat, Jaime Millas y la prestigiosa actriz griega Irene Papas, que fue nombrada presidenta de la fundación que, supuestamente, iba a dirigir el proyecto.

La comparecencia se llevó a cabo en el incomparable marco del Teatro Romano, monumento que, por primera vez, visitaba oficialmente el presidente de la Generalitat. Dado que esta iniciativa tan ambiciosa se dio a conocer un día antes de que se iniciara la campaña electoral, el acto estuvo concurrido por altos dirigentes del PP y cargos notables de la administración autonómica, como el Conseller de Cultura y la Directora de Promoción Cultural, entre otros.

Según se anunció en la presentación, el presupuesto de la Ciudad de las Artes Escénicas ascendía a 5.500  millones de pesetas, o sea, 30,5 millones de euros, aunque carecía de la pertinente consignación presupuestaria ordinaria. No obstante, Eduardo Zaplana restó importancia a este hecho, puesto que, según dijo, ello no significa que tal inversión no se pudiera realizar en una legislatura.

Además de carecer, en aquel momento, de fondos económicos, el proyecto debía ser regulado por la nueva de Ley del Teatro y la Danza, que cuando Zaplana acudió a Sagunto no tenía ni fecha para su presentación en las Cortes Valencianas.  El 9 de febrero de 2007, siete años más tarde, se aprobó la ley 7/2007, de 9 de febrero, de la Generalitat, de Ordenación del Teatro y de la Danza.

A pesar de que el proyecto se hallaba en una fase extremadamente incipiente, el presidente del Consell no dudó en calificarlo como una importante inversión para Sagunto: «es una inversión importante para Sagunto y comarca y le pido al mundo de la cultura que haga suyo este proyecto, porque es una iniciativa para todos». En otro momento de su intervención, Zaplana destacó que la puesta en marcha de la ciudad del cine y el proyecto de la Ciudad del Teatro en Sagunto: «responden a las necesidades del progreso que requiere de iniciativas vanguardistas».

La ciudad de las Artes Escénicas, además de suponer una inversión para situar a Sagunto definitivamente en el mapa, implicaba atender una vieja aspiración de la progresía del municipio, pues, al ubicarse el proyecto en las dependencias del recinto de la Gerencia y otras instalaciones de la antigua siderúrgica, la Generalitat asumía la expropiación, recuperación y conservación del patrimonio industrial. De tal modo que los edificios destinados a la docencia y formación serían las antiguas residencias de los ingenieros, con una superficie cercana a los 1.000 m2. El antiguo economato, de  2.140 m2, se adecuaría a su nueva función, la de albergar una sala polivalente para ensayos y conferencias, biblioteca y videoteca.

El  Casino Gerencia, de 1.860 m2, albergaría el punto de información, despachos administrativos y de la dirección del complejo, salas de encuentro social y la cafetería restaurante.

Asímismo, se adecuarían otros chalets de la ciudad jardín para residencia de estudiantes, profesores, artistas, etc., con capacidad estimada para acoger a 96 personas.

En las proximidades del horno alto nº 2 se proyectaba habilitar un nuevo espacio de exhibición al aire libre con una superficie de 42.300 m2 y con un graderío lateral. La zona de almacenaje, también prevista, se contemplaba en un edificio de nueva planta, así como el recinto para el aparcamiento, en uno de los laterales de la zona de exhibición. De toda esta invención, la antigua nave de talleres generales ha sido la única instalación que se ha recuperado, al crearse un espacio de exhibición cerrado, con un aforo de 1.400 espectadores y una superficie de 9.200 m2.

El 5 de noviembre de 2014, el secretario autonómico de Educación y Formación de la Generalitat Valenciana remitió oficio al Servicio Territorial de Urbanismo, en el que solicitaba dejar sin efecto el Plan Especial de las Artes Escénicas para la Gerencia. Es decir, el Gobierno de la Generalitat Valenciana renunciaba definitivamente a desarrollar el proyecto de las Artes Escénicas de Sagunto, decisión que, lógicamente, no sorprendió a casi nadie porque ya se veían venir este final.

PP y SP recuperan la Gerencia

El 19 de diciembre de 2007,  PP y SP anunciaban su propuesta para rescatar la propiedad de la Gerencia, concediéndole a la empresa propietaria, ArcelorMittal, los derechos urbanísticos en dos parcelas de la avenida 3 de abril.

Sobre el rescate de la Gerencia había dos posiciones claras, la de los colectivos y fuerzas de corte progresista, que seguían exigiendo a la Generalitat Valenciana, gobernada por el PP, que cumpliera sus promesas, y la de los segregacionistas y populares que, entre otros, pensaban que el compromiso de Zaplana no se cumpliría nunca. La izquierda acusó al PP de promover la permuta para liberar a la Generalitat de los compromisos adquiridos en su día por el President Zaplana.

En el pleno municipal ordinario del 25 de junio de 2008 el equipo de gobierno del Partido Popular presentó para su aprobación el PAI del Borde Sur, que contempla la urbanización de la zona Tres de Abril. En este proyecto se incluyeron los derechos urbanísticos que ArcelorMittal tenía adquiridos en los terrenos de la Gerencia desde la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana de 1992, que básicamente se sintetizan en la construcción de 231 nuevas viviendas, además de los chalets ya existentes, o una volumetría de alrededor de 25.000 metros cuadrados techo. La operación se sufragó con cargo a los fondos de Patrimonio Municipal de Suelo, por un importe de unos 8 millones de euros, incluyendo expropiaciones.

Sin embargo, esta permuta sufrió un severo revés en los tribunales. Efectivamente, según recogía este periódico en su edición del 30 de abril de 2014, el recurso contencioso administrativo interpuesto por ArcelorMittal contra la actuación urbanística que PP y SP promovieron en la legislatura 2007-2011 para rescatar la Gerencia,  obtuvo el correspondiente pronunciamiento judicial.

La sentencia número 309, de 31 de marzo de 2014 de la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJCV, admitía en parte las pretensiones formuladas por la empresa siderúrgica. El fallo judicial dejó sin efecto la permuta que en su momento puso en marcha el Ayuntamiento de Sagunto, dentro del PAI del Borde Sur Este, que contemplaba trasladar los derechos urbanísticos que ArcelorMittal tenía en el interior de la Gerencia, a unas parcelas situadas junto al polígono de Ingruinsa.

Tras este revés judicial, el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Sagunto, después de varios meses de negociación, anunciaba el pasado enero que había logrado darle la vuelta al calcetín y remontar la delicada situación que se producía tras el fallo judicial del 31 de marzo de 2014. Con el nuevo acuerdo suscrito entre Ayuntamiento y empresa, la siderúrgica lograba incrementar sus derechos edificatorios en un 28,42%, puesto que de las 183 viviendas iniciales, finalmente podría construir 52 más, es decir, un total de 235. Esto significa que el Ayuntamiento de Sagunto tuvo que ceder una parte de la volumetría que tenía asignada, es decir, de las 268 viviendas iniciales, se quedaba con 216, al traspasar a la siderúrgica las otras 52.

Finalmente, el pleno del Ayuntamiento de Sagunto, en una sesión extraordinaria celebrada el 30 de enero de 2015, aprobó por unanimidad el acuerdo al que llegó el consistorio con ArcelorMittal para conseguir que el espacio de la Gerencia, finalmente, y tras años de lucha, fuera de titularidad municipal.


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Modificado por última vez en Jueves, 08 Octubre 2015 22:37

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