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La segunda parte de Un médico novato ya ha visto la luz mientras que el dibujante ya prepara la tercera entrega

Sento Llobell: «Entre las gentes de derechas siempre ha existido ese miedo a reconocer las atrocidades cometidas durante la dictadura» 

Viernes, 08 Mayo 2015 13:54

SENTO-1

Tras licenciarse en medicina en Zaragoza,  Pablo Uriel empieza a ejercer su profesión en un pequeño pueblo de La Rioja como sustituto del médico titular. Es el verano de 1936. Durante su estancia en el pueblo estalla la Guerra y Pablo asiste a los primeros encontronazos entre los soldados carlistas y las gentes de izquierdas. Tras regresar a Zaragoza, Pablo y sus hermanos son confinados en prisión, como muchos otros intelectuales de ideas progresistas, sin saber muy bien el motivo de su detención. Esta es la historia que nos presenta Sento Llobell en la primera entrega de Un médico novato. Pablo Uriel no es producto de la imaginación del dibujante que lo ha puesto sobre el papel, se trata del suegro del artista. Gracias a los escritos que dejó Pablo y a las fotografías, cartas y documentos que la familia Uriel ha guardado durante este tiempo, Sento ha podido reconstruir parte de su historia y plasmarla en una obra única que mereció el Premio Internacional Fnac-Sinsentido en 2013. Vicent Llobell Bisbal, conocido como Sento nacía en el año 1953. Tras licenciarse, ejerce como profesor de  anatomía  en la facultad de Bellas Artes de Valencia pero pronto se decanta por el dibujo de cómics. Tiene editados 12 álbumes de cómics, ha ilustrado 6 libros y diseñado 25 carteles, y ahora nos presenta la segunda parte de Un médico novato. Atrapado en Belchite, que es así como se llama el libro, narra la segunda etapa de la vida de Pablo, en la que se enrola en el ejército franquista.  En la actualidad reside en Sagunto, la ciudad donde nació, sigue dibujando cómics y ha vuelto a tomar contacto con la docencia.

¿Era usted de los que dibujaba mientras el profesor explicaba matemáticas?
Sí, la verdad es que sí. Cuando te dejas envolver por el dibujo no puedes para ni un segundo, te pasas el día entero dibujando. Empecé dibujando de pequeño, pero como todos. Luego hay algunos que siguen y otros que lo dejan. Mi familia y amigos siempre me decían «Ay, este xiquet com pinta» y al final te lo terminas creyendo.

Llama la atención, o quizás no tanto, que vaya siempre con sus lapiceros a todas partes.
Sí, sí, yo los llevo siempre encima. Es lo que me gusta. Esto es como el que toca la harmónica que la lleva siempre encima. No hay manera de detenerlo.
Pónganos un poco en contexto, ¿cómo empieza toda esta aventura de Un médico novato?
Un médico novato sale a raíz de que se le otorgara el premio Fnac-Sinsentido de novela gráfica. Presenté, sin mucho ánimo, este trabajo pensando que el concurso iba dirigido a gente más joven o quizás piezas con un mensaje más contemporáneo. La sorpresa vino cuando se llevó el primer premio. A partir de ahí ha pasado todo muy rápido. La verdad es que me he dado cuenta de que el tema sigue interesando y aunque se diga que está muy machacado, qué más da ¿no? Y el amor y el drama y todo. Lo importante es que hay piezas buenas y piezas malas.

SENTO-2

Sale entonces la primera edición de Un médico novato.
Sí. La historia está basada en las memorias de mi suegro, No se fusila en domingo. Pablo Uriel escribe sus memorias en los años 60 cuando se están celebrando los 25 años de paz de Franco. A él se le ocurre escribir estas memorias para que sus hijas, destinatarias principales de esos mensajes, vieran cómo y a qué precio se había logrado esta paz. Yo no quería hacer un librote de 300 páginas de esos que te pesan en el pecho cuando los lees en la cama. Quería hacer algo más reducido, también por el precio final. En cierto sentido me he arriesgado, ya soy mayor, pero confío mucho en esta obra. Está soportada por un texto, bajo mi punto de vista, muy bueno y entonces he tratado de dibujarlo todo muy bonito para que vaya en consonancia.

Ahora sale a la luz la segunda parte de la historia de Pablo Uriel, Atrapado en Belchite.
La editorial que se hacía cargo del premio, Sinsentido, tuvo algunos problemas económicos y la cosa se paró un poco. Tuve la suerte de que la editorial Salamandra me rescatara y desde entonces he estado trabajando con ellos. Sin embargo, nos hemos adelantado un poco al calendario previsto por esta última editorial que marcaba la publicación de Atrapado en Belchite para septiembre. Mi intención era publicar un libro por año y que de esta manera los libros no se distanciaran mucho entre sí. Así que hemos publicado por nuestra cuenta unos 1000 ejemplares para ir haciendo camino. La presentación de la segunda parte la hicimos el pasado 11 de abril precisamente en Belchite.

¿Qué se va a encontrar el lector en esta segunda parte?
Si la primera parte era la descripción del inicio del golpe militar del año 36, la represión en las zonas dominadas por los terroristas golpistas y la situación en la que queda la gente de izquierdas, lo que sufre Pablo en la cárcel, en la segunda pasamos a un conflicto mucho más abierto. Pablo logra salir de la cárcel y le aconsejan que se vaya al frente para intentar pasarse al otro lado con tan mala suerte que el frente al que le destinan es Belchite. Será allí atrapado por los republicanos.

SENTO-3

El primero es sobre la estancia de Pablo en la cárcel de Zaragoza, el segundo es sobre el frente y en concreto acaba en Belchite. Pero aún hay una tercera.
La tercera parte habla sobre pablo prisionero de la República. Va a pasar por el Puig, que funcionaba como un depósito de prisioneros dependiente de San Miguel de los Reyes. Después trabajará de médico en Serra en un batallón de trabajos forzados y acabará en Godella con un final bastante berlanguiano. Son los avatares de la vida de Pablo, primero lo atrapan unos y luego lo atrapan los otros. La tercera parte se llamará Vencedor y vencido porque al final la gran contradicción es que él, un hombre de izquierdas, acaba con una medalla de héroe del ejército de Franco. Pablo ha ganado la guerra sin querer ganarla y no sabes si reír o llorar.

¿Cree que gracias al cómic ha podido tratar un tema tan complejo y delicado como el de la memoria histórica?
Ya hace algunos años que el tebeo para adultos existe con normalidad. Ya no tienen que ser ni juveniles y de humor que era a lo que se reducía en origen. Ya no todo es humor gráfico y aventuras. Hace tiempo que tenemos la posibilidad de tratar temas mucho más serios. A mí lo que me ha interesado de esto ha sido poder prolongar las palabras de Pablo a un público diferente que probablemente no se vaya a leer sus memorias, un público más joven, sin tantos prejuicios con respecto a estos temas por desconocimiento o distanciamiento del hecho.

¿Cómo acogen en Belchite este libro?
En la presentación en Belchite había que andar con pies de plomo. Allí el tema sigue candente y el recuerdo muy vivo en la memoria de sus habitantes. No es que la ciudad es destruida cuando los rojos la conquistan es que meses después los nacionales la van a arrasar otra vez. Luego además el pueblo no pudo ser reconstruido porque había ordenes de que no se tocara nada de allí.  La estupidez de un dictador la convirtió en un símbolo y todo lo que le sucedió fueron mentiras e incumplimiento de promesas. Es complicado, allí al que no le han matado al padre, ha sido al hermano o al amigo. Los padres de Joan Manuel Serrat, sin ir más lejos, eran de Belchite y también tienen una historia muy dramática.

SENTO-4

¿Cree que este distanciamiento en el tiempo del hecho ha sido necesario para poder tratar un tema tan dramático con toques de humor?
Creo que sí. Yo me alegro de haber publicado este libro ahora. Cuando leí la biografía de mi suegro yo tenía 28 años y seguramente hubiera hecho una idiotez si me hubiera puesto con el libro. Ahora me lo he pensado mucho más, ha pasado el tiempo y la gente está más receptiva, más curiosa. Con respecto al hecho en sí,  lo que ocurrió fue que durante los cinco o seis primero años después de la guerra, la dictadura de Franco estuvo totalmente avalada por Hitler y hubo un silencio total. Ese miedo residual ha prevalecido en nuestro país durante mucho tiempo.

¿Cree que ahora se nos ha quitado ese miedo?
Podemos reírnos, pero sencillamente podemos ver cómo era la realidad del momento con cierta perspectiva. La realidad no era blanca ni negra pero se hicieron unas burradas muy grandes. Entre el año 70 y el comienzo de la Transición se hace, digamos, un voto de silencio para de alguna manera empezar a olvidar lo que había pasado. Ahora que ya se podían decir las cosas,  había que olvidarlas para poder seguir adelante con cierta normalidad. Para mí ha quedado como una asignatura pendiente. Es algo bastante grave históricamente y creo que es un tema que debería poderse zanjar. Nadie va a pedir responsabilidades a nadie, ahora ya no se puede. Sin embargo, entre las gentes de derechas siempre ha existido ese miedo a reconocer las atrocidades cometidas durante la dictadura.

¿Puede hoy en día uno hacer humor de todo?
Reír como válvula de escape es algo importante y necesario. Hay que reírse de todo para quitarle dramatismo. De este tema también y más cuando es un tema tan antiguo. Ya lo hizo Berlanga y lo hizo Gila

¿Le parecería bien pues que un franquista hiciera un cómic sobre la guerra civil?
De hecho creo que la trilogía dedicada a Pablo Uriel juega un poco con eso.  El que escribe está precisamente dentro del ejército de Franco. Ahí, como en todo, había buenas personas y malas personas.
Se lo pregunto por los recientes acontecimientos sobre sátiras protagonizadas por Mahoma tanto en Francia como en EEUU.
Eso es otro tema. Aquí entra en juego el tema de la intransigencia religiosa. A nivel político tienes limitaciones legales como engañar o difamar pero indudablemente puedes hacer chanza de las cosas que están pasando.

Dicen que el oficio de crear como algo muy duro, sometido a grandes presiones y solitario, ¿comparte esta afirmación?
Creo que es verdad. Dibujar es algo muy duro hasta que no lo conviertes en un oficio. Si estás todos los días dale que te pego lo que adquieres son unos criterios para saber cómo enfocar tu trabajo y como desarrollarlo. Es bastante solitario también, con los peligros que ello conlleva. En primer lugar, puedes llegar a caer en un círculo del que no puedas salir, puedes empeñarte en determinadas cosas y no airear y refrescar tu trabajo… Yo en ese sentido tengo ventaja. Tengo a muchos amigos en el mundo del dibujo y los utilizo de frontón. Yo les tiro la pelota, les doy mi pieza, y ellos me la devuelven con ideas o apuntes.

Una de las grandes presiones del artista es el seguir creando, ¿está pensando ya en lo próximo que va a hacer?
Ahora mismo estoy disfrutando de esta trilogía y estoy teniendo un feedback muy bonito. De momento no estoy pensando en el después. Gente que no lo imaginaba se ha interesado por estos libros. Vienen médicos que nunca había leído cómics interesados en mis libros, la marca Belchite tiene un atractivo especial, casi como Coca-Cola y tiene muchos seguidores. Es curioso también que, buscando un público más joven, me he topado con muchos canosos a los que les ha gustado mucho el tebeo. Todo esto se ha salido un poco del marco del « aficionado al tebeo » y estoy muy contento con el resultado.

SENTO-5

Hablemos un poco de su técnica artística ¿qué trabaja primero el fondo o la figura?
Yo me lo marco un poco como una película. Primero hago el casting de actores. Cojo los personajes y los dibujo: de frente, de perfil, de medio perfil, de espaldas… Por su parte, trabajo el fondo, o el escenario. ¿Cuántos escenarios tengo que construir? ¿Cuáles son? Etc. He llegado a construir los escenarios más complejos en 3D de forma virtual. Luego continúo con el plano maestro y a partir de ahí ya acerco la cámara, la alejo o lo que sea. Como si fuera una película.

Otro aspecto curioso es el color del tebeo ¿tiene alguna explicación?
Para mí la Guerra Civil era en blanco y negro. También por la información que me había llegado: fotos, películas… Cuando le dan el premio, el editor me sugiere hacerlo en color. Aquí entró en juego mi mujer, que también es del oficio. Llegamos a la conclusión de que le íbamos a dar finos trazos de color para, también, darle otro significado. Lo que hicimos fue buscar esa sensación de color antiguo, delavé, jugando un poco con la perspectiva de un tiempo pasado.

¿Qué han supuesto las nuevas tecnologías para el dibujante tradicional?
Han sido una revolución. Como decía he utilizado programas informáticos para crear escenario. Además, me estoy aficionando a todos estos programas de dibujo para móviles y tablets como Sketchbook. Y en cuanto a venta, promoción y difusión es una herramienta básica. Internet es una cosa que no podíamos ni sospechar, siempre que se hablaba del futuro se hablaba de coches voladores pero nunca de una tecnología de estas características.

¿Cree que gracias a Internet o por culpa de Internet se dibuja menos a mano?
Sí, lo cual es maravilloso. Yo ahora tengo una serie de dibujos en casa de los cuales soy el rey. Son obras personales y especiales y eso las dota de un valor. La mayoría de mis compañeros más jóvenes no utilizan el papel trabajan directamente en el ordenador. Muchos quieren volver al papel pero ya no pueden, ya están enganchados.

¿De qué manera ha influenciado el audiovisual en la revitalización del cómic? Hay ejemplos como Arrugas, del dibujante Paco Roca o Chico y Rita de Mariscal.
Desde el principio han caminado de la mano. Eso viene dado un poco porque los propios dibujantes estamos muy cerca del lenguaje del cine. De pronto, gracias a Internet los dibujantes somos un poco más listos en el sentido de que tienes a tu alcance toda la información que necesites.

¿Personalmente le han tentado este tipo de trabajo?
No (risas). A mí me encantaría que alguien que sepa del tema le interese y que me dejaran mirar. Personalmente me apetece más hacer cosas de que controlo y me siento más a gusto.

¿Se puede ganar la vida alguien haciendo cómics?
Es difícil. Hay pocos que sí. Aquí pasa como en el mundo de la interpretación o el deporte. Hay mucha demanda y destacan unos pocos. Al final dependes de un mercado, seas del campo que seas. El mercado literario es complicado y está hecho para tiradas muy grandes. Hay, por ejemplo, muy poco margen para el escritor. Para Ken Follett o María Dueñas está muy bien porque aunque te den un euro por libro si vas a vender un millón es suficiente. Sin embargo cada vez hay más alternativas y yo estoy divirtiéndome también en busca de estas alternativas.

En 2014 salía Un médico novato, en 2015 sale Atrapado en Belchite, esperamos Vencedor y vencido para el 2016?
Esa es la idea. Un libro por año. lo he querido hacer de esta manera para darle una continuidad. Espero que guste.


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Modificado por última vez en Viernes, 22 Mayo 2015 23:08