La restauración y la conservación del patrimonio ha pasado a un segundo plano con la llegada de la crisis

Alicia Fortea: «La conservación del patrimonio no está al nivel de las cosas básicas, pero no podemos rebajarlo a cero» 

Alicia Fortea: «La conservación del patrimonio no está al nivel de las cosas básicas, pero no podemos rebajarlo a cero»  Alicia Fortea: «La conservación del patrimonio no está al nivel de las cosas básicas, pero no podemos rebajarlo a cero» 
Jueves, 29 Enero 2015 17:49

Desde Cecilia Giménez, responsable de la fallida restauración del Ecce Homo de Borja, hasta los recientes encargados de la reparación de la máscara de Tutankamon, nunca nadie había pensado que un trabajo tan anónimo tuviera tal trascendencia. Descuido, desidia, falta de presupuestos… cualquier excusa es buena para explicar el mal estado de conservación de algunas obras. Cuando uno se pone a restaurarlas, lo hace con la esperanza de devolverle la vida pero siempre respetando sus arrugas y  su edad. Conocer para intervenir es una de las premisas que dirige el trabajo de Alicia Fortea. Licenciada en Bellas Artes en la Universidad Politécnica de Valencia y con un diploma en Conservación y Restauración, dirige su propia empresa de restauración de arte, Alitea Conservación y Restauración S.L.U., tras 14 años de experiencia en el sector. Ha trabajado para la ahora disuelta Fundación la Luz de las Imágenes y, de forma independiente con encargos personales. También ha colaborado en trabajos de restauración para diversas iglesias, cofradías y museos religiosos de la Comunidad Valenciana. Su trabajo se ha centrado en la conservación y restauración de textil aunque se ha encargado de tareas relacionadas con todo tipo de campos: pintura, escultura y mobiliario. La restauración y la conservación del patrimonio no es una prioridad en tiempos de crisis pero ella no cesa en reivindicar su importancia.

El arte, ¿es una vocación? ¿Cómo nace en usted el interés por la restauración?
En realidad yo no soy artista. Sí que es verdad que de pequeña siempre me ha gustado la pintura y el dibujo, no era ni de ciencias ni de letras, y cuando tuve que decidir qué quería estudiar me incliné por esta rama. A la especialidad de restauración, por aquel entonces, solo se podía acceder a través de bellas artes. Al principio de la carrera muchas asignaturas son comunes: pintura, escultura, dibujo…pero enseguida vi que lo que me gustaba en realidad era la restauración.

¿Cómo emprende el proyecto de Alitea?
Llevo 15 años trabajando y he podido observar muchos de los proyectos te salen con contratos de autónomo. Este pasito más, el convertirme en autónomo, es una forma de poder presentarme a licitaciones en el sector público. Aunque sea una única persona, para acceder a este tipo de contratos, tengo que estar bajo esta forma jurídica así que podría decir que fue un trámite.

¿Qué es restaurar? O ¿Cuál es su principal objetivo?
La restauración es intentar que una pieza de arte o de artesanía se conserve en las mejores condiciones. Los materiales se degradan y la restauración lo que busca es que las obras perduren en el tiempo. La restauración a veces se confunde un poco con rehacer las cosas, desmontarlas, pelarlas, construirlas otra vez y hacerlas que funcionen como si fueran algo nuevo, y eso no es lo que perseguimos algunos restauradores. Cuando me pongo a trabajar en una mantilla, un mantón o un tapiz, no quiero que parezca nuevo, no es mi intención y además no debo de querer hacerlo. Lo que busco es intentar conservar esos materiales, consolidarlos para que se pueda seguir disfrutando de ellos al cabo de un tiempo. Muchas veces esa es la pelea que tenemos con los clientes que creen que una obra que tiene 300 o 500 años se puede retornar a como cuando se hizo, y no es así y además no nos interesa que parezca, porque se pierde parte de la historia del objeto.

ALICIA-FORTEA-2

¿Hay una normativa europea que regule la intervención de las obras?
A nivel estético sí. Hay unos criterios, unos tratados que datan de los años 60, que en teoría todo el mundo debe seguir. A mi parecer, uno de los más importante es el de discernibilidad, es decir que un restaurador no haga suya la obra. Pero aquí hay muchos matices. Si un cuadro tiene un agujero se puede o dejar tal cual está, mantenerlo como una laguna negra que no interfiera en la obra, o se puede rehacer. Esta segunda intervención se debe de hacer con una serie de materiales con los que se pueda diferenciar la parte que ha sido retocada. Esto de que sea discernible tiene diferentes interpretaciones, como todo. Aquí en España no se hace ni una cosa ni la otra se utiliza la técnica del regatino o del puntillismo que lo que haría sería cubrir esa laguna de la que hablábamos pero que al acercarte al cuadro sabrías que está restaurado, la esa zona está rehecha con puntos, en el caso del puntillismo o con rayas en el caso del regatino.

Su currículum es muy extenso por la cantidad de obras intervenidas, cítenos algunas de las obras más importantes
Hace tres o cuatro años, a través del Instituto de Restauración de Valencia, trabajamos en una colección de 22 textiles de los siglos XV y XVI. De hecho se hizo una exposición en Valencia que recogía toda esta colección y una serie de dibujos sobre los diseños y los estudios que se hicieron junto con la restauración.  Se trataba de unos terciopelos valencianos propiedad de la Hispanic Society,  que es además de un museo, una biblioteca de investigación de las artes y cultura de España, Hispanoamérica y Portugal. Se hizo un convenio con ellos y colaboramos en la restauración de estas piezas. Fue una intervención muy bonita, en la que disfruté mucho. A nivel de restauración era una maravilla porque tenía unas piezas muy buenas. Se hizo un estudio global de la colección, desde el telar hasta la venta final. Otra obra en la que he estado trabajando, una más reciente y que todavía no hemos presentado, ha sido uno de los mantos de la virgen de la basílica de los Desamparados, un proyecto que no tiene nada que ver con el de la Hispanic Society, porque este es un manto muy moderno en comparación. Es del año 54, tiene no llega a setenta años. Ha sido un trabajo muy complejo, porque estaba en muy mal estado, se ha estado usando durante bastantes años. Se saca en procesión el día del traslado, todo el mundo quiere tocarlo, y por consiguiente, se ha deteriorado bastante. Mientras que los terciopelos eran una obra de museo, el manto es una pieza de culto, entonces hay que trabajarlo de otra manera. Cada pieza es única y debe ser trabajada de forma diferente.

¿Cómo de importante es el diálogo entre el restaurador y el cliente?
Es realmente importante. Es estas cosas siempre intentas ir con pies de plomo. Se debe hablar con el cliente antes de hacer nada. Cuando todavía estaba estudiando, estuve trabajando en unos murales muy deteriorados con la representación del alma de la Virgen. Resulta que, en este mural, la silueta de la Virgen no tenía cabeza pero el cura de la iglesia insistió en que hiciera una. En primera instancia le intenté hacer entender que no sabía cómo era esa cabeza que se había perdido y que por lo tanto no me la podía inventar. Aún así, y porque se trataba de una pieza central del mural intuí una sombra para que la figura de la cabeza de la Virgen quedara de alguna manera delimitada.

ALICIA-FORTEA-3

Hay muchas ramas en el mundo de la restauración. Usted se ha decantado por la del textil.
La verdad es que fue un poco de rebote. Cuando yo estudié la carrera, aquí en Valencia no había rama de textil. La primera vez que estuve en contacto con el textil fue a través del doctorado. Más tarde, trabajando en la Luz de las Imágenes, hubo un momento en el que requerían de restauradores de textil. Como no había escuela, no había técnicos especializados en ello y tuvo que venir una chica que se había formado fuera para hacer  de coordinadora del proyecto. Pidieron voluntarios para iniciarse en el campo del textil y poder así, a la vez que la coordinadora los formaba, cumplir con el encargo que se les había hecho. Yo vi una oportunidad, tanto de trabajar como de formarme. Esto fue en el año 2001 y a partir de ahí el 90% de cosas que hecho han estado relacionadas con el textil.

Se ha especializado en textil, pero también en motivos religiosos.
Eso no ha sido voluntad mía. El material religioso es lo que más se conserva porque por suerte, o por desgracia, la iglesia es de las pocas instituciones que valoran su patrimonio y lo cuidan. Lo que una persona privada quizás ve como un trasto, la iglesia lo conserva. Es por ello que muchas cosas de particulares se han perdido. Sin embargo, casullas, o un estandarte y cosas así sí que se conservan porque las iglesias sí que lo guardan.

¿Cómo es el proceso de restauración?
A grandes rasgos lo primero que se hace es una limpieza mecánica, con un micro-aspirador, controlando no dañar nada con la aspiración. Esta parte del proceso es importante porque el polvo no solo ensucia, puede ser incluso imperceptible, pero hace que se acumule humedad y atrae a los bichos. Más tarde, valoras si se puede descoser el forro, si lo lleva, depende también de la pieza, para aspirar por dentro, que es donde más se acumula la suciedad. Y luego depende de cada obra, las necesidades que esta tenga, si se ha rasgado hay que coserla…Una vez que la obra está terminada, si se trata de un particular, se la llevamos a casa y le explicamos de qué modo la debe conservar. Todo esto de conservación preventiva es parte del proceso de restauración.

¿Es importante la reversibilidad de la intervención del restaurador?
Es primordial. La restauración tal y como la entendemos hoy en día no tiene más de 50 años. Antes, cualquiera que tuviera un poco de maña o de ganas pues se ponía a arreglar algo sin ningún tipo de regulación. Hoy nos hemos encontrado piezas destrozadas o en peligro de romperse por culpa de estas intervenciones. A veces no es solo el material, sino quien lo utiliza y como lo utiliza. Hay que tener cuidado con las soluciones rápidas para salir del paso.
 

¿Cuál es el descubrimiento o la sorpresa más inesperada que ha encontrado en una restauración?
En textil, por ejemplo, es muy frecuente encontrarse pequeñas notas de las bordadoras o de alguien que le ha cambiado el forro y quiere dejar constancia. Es como en la actualidad, las pintadas que dicen: «Fulanito estuvo aquí », pues aquí pasa lo mismo. Nos hemos encontrado muchas notas de las bordadores o incluso plegarias, porque la mayoría de las veces se trataba de religiosas las que trataban la pieza. Sin ir más lejos, trabajando los textiles de la Hispanic Society, descubrimos una cosa muy particular. Había dos casullas que ya se habían estudiado con anterioridad por su parecido estético. Una estaba en el museo estadounidense de la Hispanic Society y la otra en Segorbe. Resulta que debajo del bordado de ambas, había unas páginas de un mismo libro del siglo XIV, es decir, se había usado el mismo libro como refuerzo del bordado, algo muy típico. Lo curioso es que una casulla que llevaba unos 100 años en Nueva York y otra lo mismo en Segorbe, habían estado cosidas y fabricadas en el mismo taller. A raíz de estas investigaciones se descubrió que las costureras habían sido valencianas y no italianas como se había pensado. Fue muy bonito.

¿Hasta qué punto la tecnología ha revolucionado la restauración de obras de arte?
Bastante pero dentro de lo que son los organismos oficiales, porque toda esta nueva tecnología vale mucho dinero. Un laser para limpieza de piedra, por ejemplo, que se usa mucho, puede costar unos 200.000 euros. Esto no está al alcance de un particular. Cuando tienes la suerte de trabajar para una institución pública, donde la inversión es mayor, la utilización de esta tecnología te facilita mucho las cosas. Puedes datar mejor las cosas, conocerlas mejor, te ayuda a explicarlas y así poder reconstruir o arreglar la obra con más precisión. Además es que los presupuestos para los encargos personales son más reducidos, no le puedes decir a una persona que te pague 500 euros más para un análisis, porque la mayoría no van a acceder.

La conservación del Patrimonio siempre ha levantado polémicas en la ciudad de Sagunto, ¿qué opina por ejemplo de la intervención o reconstrucción del teatro?
Yo era jovencita cuando se hizo y todavía no estaba metida en el mundo de la restauración pero yo no diría que eso sea una restauración. Han pasado muchos años desde que se intervino el teatro de Sagunto y está bien porque esa intervención permite que se utilice, pero en ella fallaron muchas cosas. El criterio de reversibilidad, por ejemplo. Se pusieron unas mallas de plástico sobre la piedra y sobre esto el cemento y el mármol, si lo levantas lo de abajo se va a romper seguro. Eso no lo pensaron, o sí, cuando iniciaron las obras. Una vez hecho, con el dineral que constó, no creo que se debiera quitar. En su momento se pensó en la utilidad del edificio, que ahí es donde se celebra el festival, pero no en la conservación del monumento. Además de no ser fiel, porque el material que se utilizó no es el mismo que el del original, el color es distinto…No se hizo bien.

¿Se preocupan la gente de Sagunto por su patrimonio?
A nivel particular sí, pero a lo mejor no sienten suyo el patrimonio de la ciudad, no solo los vestigios romanos sino el patrimonio industrial. Las autoridades tampoco han hecho mucho por que se valoraran estas cosas, no lo han mantenido en condiciones, no lo han hecho visitable. Si durante mucho tiempo hay un solar vallado en Sagunto sin explicación alguna, ¿qué va a valorar la gente? Hay que gastarse el dinero si quieres que la gente lo valore y te quiera visitar. Pero a lo mejor hay otras prioridades o falta de interés o de conocimiento. Si a la gente no se lo ponen fácil, es difícil que valoren su patrimonio.

¿Qué se podría hacer en Sagunto para mejorar la situación de su patrimonio?
Una pregunta difícil. Me viene a la cabeza en castillo de Sagunto. Hace mucho tiempo que no lo visito y no sé en qué condiciones está ahora, pero no está como debería, no está bien indicado y luego está el tema de la iluminación, de repente desapareció y ya no se volvió a saber de ella. Con esto pasa como con las piezas concretas, necesitas personal y financiación y ahora no hay dinero para invertir.

Parece que, en tiempos de crisis, la cultura es un objeto de lujo, ¿Se ha visto afectado el número de encargos?
Totalmente. Además  está la subida el IVA. Yo entiendo cuáles son las prioridades de una comunidad, tengo familia, tengo que ir al médico… pero el patrimonio de nuestra comunidad, de nuestro país entero, atrae turismo y eso también da dinero. La conservación del patrimonio no está al nivel de las cosas básicas, pero no se puede rebajarlo a cero. Hay que poner en valor la restauración y la conservación de nuestro patrimonio porque es un bien muy necesario.

ALICIA-FORTEA-5

La Fundación de la Luz de las Imágenes dejará de recibir financiación de la Generalitat Valenciana y, en consecuencia, cerrará en enero de 2015.
Estuve siete años trabajando allí desde el 2001 al 2008. Opino que eso ha sido un coladero, aunque en tema de gestión no me voy a meter. En cuanto a restauración, la fundación ha hecho muchas cosas importantes y ha hecho una gran labor de conservación y de recuperación de obras de arte. Ahora se ha recortado de todas partes y le ha tocado a esta fundación, que hacía un equipo perfecto con el Instituto de Restauración de Valencia que ahora se ha quedado solo. Es una gran pérdida.

¿En qué está trabajando ahora?
Las dos últimas cosas en las que he estado trabajando son un velo de cubrición de un Cristo Llacente de la Cofradía de la Sangre de Castellón y el ajuar de una Virgen pequeñita de un particular: manto, peluca...


Si le ha interesado esta información, puede unirse a nuestro canal de Telegram y recibirá todas las noticias que publicamos para el Camp de Morvedre. Síganos en https://t.me/eleco1986

Modificado por última vez en Viernes, 30 Enero 2015 10:00

Artículos relacionados (por etiqueta)

 

 

SUCESOS

SALUD