Los quiosqueros de Sagunto aseguran que venden un 60% menos de diarios desde que empezó la crisis. Las causas, plenamente identificadas, se atribuyen a la disminución del poder adquisitivo de los lectores y a la gratuidad de las ediciones digitales.
Este cambio de hábito producido durante los últimos años ha puesto contra las cuerdas a muchos quioscos del municipio, que han visto cómo sus beneficios en este campo se iban reduciendo hasta que al final no cubrían ni siquiera los costes de ofrecer la prensa a diario en sus establecimientos. Como consecuencia, bastantes de ellos están en una verdadera encrucijada y han decidido dejar de ofertar periódicos. Mientras tanto, otros se mantienen como pueden mediante lo poco que se vende y con los diarios deportivos, que según explican, los vecinos sí que los siguen comprando y doblan en ventas a los generalistas.
Aún así, el margen de beneficios que reciben por cada ejemplar es escaso. Varios quioscos consultados en Sagunto y Puerto de Sagunto creen que la situación de monopolio encubierto que existe en la distribución de la prensa está perjudicándoles en gran medida. Precisamente por esta razón, algunos se desvinculan de ellas y compran los periódicos por su cuenta en otros establecimientos que luego ellos mismos venden. Tal y como explica el propietario de un conocido quiosco de Puerto de Sagunto: «En estos casos la ganancia por periódico es de 10 céntimos. Es una porquería. Todo el dinero se lo llevan las distribuidoras, que juegan al egoísmo y al abuso. Me piden un aval de 12.000 euros para suministrarme la prensa y como no puedo afrontarlo me toca compran los periódicos en otros lugares, pero básicamente lo hago por no dejar de darle el servicio al cliente, no por el dinero».
La problemática se extiende por prácticamente todos los negocios dedicados a ello. Para otra trabajadora, «el problema es que las distribuidoras juegan mucho con nuestro dinero porque te hacen pagar cosas que luego tienes paradas, no te cobran solo por lo que vendes». En general, casi todos los que están abonados a estas empresas expresan su fuerte preocupación. «Estamos perdidos. Nos consumen en los pagos», repiten.
Hablando en cifras, uno de los afectados asegura que paga 30 euros semanales por distribuidora para que le suministren los periódicos, lo que en su caso son 90 euros puesto que tiene 3. Este asalariado afirma convencido que el servicio que le dan es horrible puesto que siempre tiene problemas con el reparto. «De ahí que el 80% de los puntos de venta se den de baja de las mismas», recuerda. El 20% restante dice estar intentando aguantar el chaparrón porque no les queda otra. No obstante, no todos los quioscos se encuentran en las mismas condiciones, todo depende de las circustancias de cada uno como por ejemplo la antigüedad o la pertenencia a asociaciones de prensa, entre otros.
Asimismo, el propietario denuncia que este problema ya lo expuso hace tiempo ante la Asociación de Comerciantes, donde se tomaron nota, pero no se ha hecho nada. En la actualidad, el género de la venta de prensa y revistas aporta un 20% de beneficio al quiosco aunque después hay que restar los gastos derivados de la actividad como es el pago a la distribuidora o al banco. «El problema ya no es que hagan mal el reparto, es que al ser un monopolio no tenemos otra opción», puntualiza.
Por otro lado, aunque no cabe duda de que la prensa en papel lleva años en declive sin que nadie encuentre soluciones reales al descenso continuo de venta de ejemplares, no todas las cabeceras lo están sufriendo de la misma forma. La prensa deportiva gana por goleada a la generalista en cuanto a ventas. Pero dentro de esta última también podemos encontrar categorías. En Sagunto la información local sigue siendo una prioridad para los pocos amigos que le quedan al papel. El diario Levante EMV es el que más se vende seguido de El Mundo y El País. En los últimos meses varios quiosqueros han notado un descenso de las ventas de este último, que a día de hoy es considerado uno de los periódicos de referencia a nivel nacional.
En cuanto a la línea editorial, el mercado conservador es el más afectado. Sin lugar a dudas, La Razón y el ABC son los diarios menos vendidos en todos los quioscos. Algunos encargados se aventuran a decir que no se venden nada. «Los suelen demandar solo cuando traen regalos» dice otro empleado.
Y es que, para muchos ciudadanos, uno de los pocos atractivos que todavía le queda al periódico impreso son los coleccionables. Aunque antes esto era solo un complemento, ahora se ha convertido en el reclamo. Varios quiosqueros están convencidos de que en muchas ocasiones el diario se compra más por estos regalos que por el interés de leerlo.
Pero este problema no afecta solo a nuestro municipio. En los últimos diez años, los periódicos españoles han perdido más de un millón de lectores en papel. Tanto es así, que actualmente España ocupa el penúltimo lugar en el ranking de la Unión Europea de lectura de rotativos. Para la Unesco, nuestro país se sitúa por debajo del umbral de lo que según las estimaciones marca la diferencia entre los países desarrollados y los que no lo son. Según este organismo, es subdesarrollado todo aquel país donde se venden menos de 100 periódicos por cada mil habitantes. En 2012, en España, se vendieron 64.
A nivel general, las personas que suelen comprar los diarios son, sobre todo, jubiladas. Entre ellas y los suministros a bares y cafeterías, la venta de prensa impresa se va manteniendo ya que si no fuera así, la situación sería totalmente insostenible. Por esta razón, aquellos quioscos cuyas ventas proceden mayormente de estos públicos, afirman no haber notado la crisis de la prensa. Aunque hay que mencionar que, por desgracia, son muy pocos.
Algo similar ocurre con las revistas. Este sector también se ha visto afectado pero menos que el de los diarios ya que en este caso solamente han disminuido las ventas en un 10-15%. La revista semanal más vendida por excelencia es Pronto, dirigida a un público femenino. La propietaria de un quiosco que ya ha retirado la prensa pero continúa ofreciendo este producto afirma que a la semana vende una media de 50 Prontos. Sin embargo, los magazines de precios más elevados sí que han experimentado un profundo descenso de ventas ya que los vecinos no están tan dispuesto a dejarse más de tres euros en ellas.
A pesar de todo, los ciudadanos no han dejado de leer los periódicos. Las noticias siguen siendo y serán de interés público siempre. Lo que ha cambiado es el modelo de negocio y con él los hábitos de los lectores. Según una gran cantidad de estudios y estadísticas, las personas que leen la prensa en Internet ya superan en número a las que lo hacen en papel. Sin embargo, estos lectores todavía no están dispuesto a pagar por la información en Internet.
De momento, el auge de las tecnologías digitales con la consecuente caída de ventas de periódicos está creando una situación de incertidumbre en los quioscos de la localidad. El futuro de los mismos es casi tan incierto como el de las publicaciones impresas. Muchos les ven fecha de caducidad y otros apuestan por que se reinventen. Algunos quioscos ya lo están haciendo mediante la colocación de máquinas de fotografías, fotocopias, primitivas, juguetes y mucho más. Es la única salida que les queda. Porque la edad de oro de la prensa impresa, tal y como la conocemos, no volverá y, por lo tanto, hay que adaptarse.
La venta de tablets se ha disparado
En el extremo opuesto, hay sectores que sí que se están viendo beneficiados con la nueva tendencia. Paralelamente a la crisis del modelo de negocio de la prensa impresa, la venta de aparatos tecnológicose está disparando. Tal y como explica el encargado de un comercio especializado, en las tiendas de informática del municipio cada vez se venden más tablets, incluso por encima de ordenadores, y como ya se ha explicado «uno de los principales usos que se les da a estos aparatos es la lectura de prensa», confirma un empleado.
