Ciudad

El portavoz de Podemos Morvedre, Rubén Cervantes, nació en Madrid en 1978, tiene, por tanto, 36 años. Reside en Puerto de Sagunto desde hace 12, su profesión es la de mecánico frigorista, o sea, un trabajador industrial que, como tantos otros, perdió su empleo en 2010, y, en la actualidad, es uno de los cientos de parados de larga duración que hay en la ciudad de Sagunto. Percibe la ayuda de 426 euros, cuya percepción perderá en octubre y, por tanto, se incluye entre el colectivo de ciudadanos en situación de emergencia social. Sin embargo, las precarias circunstancias que le afectan de lleno, no lo sumergen en la resignación, le empujan a buscar nuevas vías, nuevos mecanismos, nuevas palancas, con las que poder darle la vuelta a esta situación. El representante de Podemos en la ciudad de Sagunto tiene las ideas bastante claras, sabe lo que persigue. Sobre su posición ideológica aclara: «si José Mª Fidalgo o Felipe González son de izquierdas, yo soy cualquier otro cosa que una persona de izquierdas», a la vez que sentencia: «no tengo interés alguno en anular la ideología conservadora, ni la religiosidad».

Podemos está en proceso embrionario, en una fase constitutiva y, obviamente, hay que avanzar en muchos aspectos. Pero también mucha gente asiste a las asambleas de Podemos buscando la varita mágica, la solución final, y eso no existe. Nosotros estamos trabajando por el empoderamiento ciudadano y venimos de una sociedad que parte de muy abajo, en participación ciudadana, participación política, en conciencia social. A los 40 años de dictadura le han seguido 35 años de neoliberalismo, de individualización de la sociedad, de perder conceptos como el apoyo mutuo, como la vecindad, la solidaridad, y eso se nota, No sólo en la gente que podemos participar activamente en Podemos, sino en el conjunto de la sociedad. Nosotros explicamos que Podemos no es ninguna solución a nada, que la solución está en la propia sociedad, es la propia gente, en la medida que vaya empoderándose. Nosotros podemos hacer buenas campañas de marketing político, podemos sorprender renovando las formas de hacer política, es decir, ya no tenemos ‘familias’, no tenemos afiliados, sino que, a través de la telemática, la gente va a poder participar directamente en las decisiones de Podemos. De hecho, desde que hemos abierto la ‘afiliación’, somos una organización de masas, como se decía antiguamente en política, sin interesarnos esos conceptos antiguos de la política.

 

 

A lo mejor, la gente que viene a las asambleas y se desilusiona es porque tenía idealizado Podemos, incluso tiene idealizado cómo se cambia la sociedad. La sociedad no se cambia como mucha gente pensaba o había leído en antiguos manuales, sino que hay que buscar nuevas vías para la transformación. En última instancia, Podemos y sus círculos no son el partido revolucionario. Un círculo, una asamblea no son Podemos, simplemente son parte de Podemos, un espacio de participación ciudadana, y en esa participación se pueden gestar muchas iniciativas, como movimientos sociales, conocimientos de la situación que nos rodea, incluso gente que venga a empoderar a otras personas que no tienen sus conocimientos de participación, ni políticos, ni de sindicalismo, ni de nada. Es decir, en última instancia, los círculos son magma y de ese magma tiene que salir algo, pero es la gente quien lo hace, no directamente la organización, y es que nuestro concepto cambia mucho a lo que es un partido político clásico.

La renta básica es percibir del Estado los recursos mínimos necesarios para que una persona, simplemente por el mero hecho de ser un ciudadano, pueda vivir por encima del umbral de la pobreza. Esa renta básica la fijamos en 635 euros para cada persona, significa que va a poder consumir, pagar el alquiler, comprarse ropa, etc., con lo que aumentaría el consumo nacional, y con ello la producción y la generación de puestos de trabajo y de riqueza. Si  esto es una democracia, cualquier ciudadano debe tener garantizados sus recursos elementales: vivienda, alimentación, vestir, comunicación. Esta aseguración de recursos hace que tu economía crezca, que crees nuevos valores. Esta renta básica, nosotros, la pedimos para todo el mundo, universal, para Botín también…

«Tienen tal acumulación de riqueza, que les da lo mismo que se mueran los de abajo» Botín podrá llegar a cobrar esa renta básica, pero cuando le llegue el IRPF, a lo mejor hubiera preferido que no se la hubiéramos dado. Tenemos otros mecanismos de cómo financiamos la renta básica, con unos impuestos progresivos que pongan más cargas impositivas a las rentas altas, para ayudar a las rentas más bajas, porque esa redistribución de la riqueza va a revertir en consumo en la gente que tiene tiendas, en la gente que tiene fábricas, en la gente que más tiene. Estamos cerrando un círculo de bienestar social y de producción económica. Eso es contrario a la trampa de liquidez actual. Porque sí que hay liquidez, pero esta frenada en muy poca gente, que pueden resistir décadas sin crear nueva riqueza, porque tienen tal acumulación de ella, que les da lo mismo que se mueran los de abajo. Consideramos que la propia renta básica, financiada por unos impuestos progresivos, haría que se reprodujera por si mismo el sistema económico y que los recursos se quedaran ahí mismo. También proponemos que esta renta básica se vaya implantando por etapas, en principio a todas las personas que estamos en emergencia social, que no llegamos a esa renta mínima de 635 euros, aunque las personas aspiramos a una vida plena, no básica.

Yo no me identifico con el término clásico de izquierdas, porque si José Mª Fidalgo o Felipe González son de izquierdas, yo soy cualquier otro cosa que una persona de izquierdas. Lo digo yo, que mis padres han sido militantes del PSOE y de la UGT, que mi iaio fue militante histórico del PSOE, que estuvo con la corriente de Largo Caballero. Quiero decir que por tradición sé exactamente lo que es izquierda y lo que es el socialismo combativo, pero de aquella filosofía no queda nada, solo en los libros de historia. Ahora, si una persona me dice que es de izquierda o revolucionaria, para mí significa nada, porque ahora yo soy el conservador, porque quiero conservar la educación, la sanidad, los servicios sociales, quiero conservar puestos de trabajo con calidad de vida, que te permita desarrollarte como persona. Lo contrario es una contradicción. De hecho, los que están cambiando el modelo son las tres corrientes que se denominan liberales, de derechas y conservadores, con lo cual, en última instancia, son etiquetas. Yo no tengo interés alguno en anular la ideología conservadora, ni la religiosidad. Me gusta que las iglesias se mantengan en buen estado, no como las de Sagunto, que se están perdiendo y eso es también patrimonio  cultural y, por ende, interés turístico y creación de puestos de trabajo. Insisto, no tengo interés de anular la ideología de nadie, siempre que respete los derechos humanos. Pienso que respetando esos derechos y defendiendo la democracia, cabemos mucha gente. Dicho de otra manera, a muchos nos gusta el fútbol, pero el hecho que tú seas del  Real Madríd y yo del Atlético Madrid o del Barcelona, no tiene que ser impedimento para charlar y ver juntos un partido, no debería haber esos enfrentamientos ultras o radicales entre aficiones. Me gusta la sociedad y para que esta sea sana, no puede haber un pensamiento único.

En estos momentos tenemos que decidir en el conjunto de Podemos que vamos a hacer en las próximas elecciones, tanto autonómicas como municipales. Pero quiero matizar que todas las decisiones sobre procesos electorales se tomarán de forma conjunta a nivel de todo el Estado español, y si decidimos presentarnos también decidimos en qué formato, puede ser como Podemos,  directamente, o puede ser formando candidaturas más amplias, tipo, Guanyem Barcelona o Ganemos Madrid. Lo tenemos que debatir. Si a nivel estatal se decide presentarnos con el formato que sea, por supuesto que en Sagunto, después de que las asambleas de este municipio lo veamos bien, presentaremos candidatura, pero, repito, que debe ser un proceso conjunto de toda la gente que participa en los círculos y todas aquellas personas que, vía telemática, quiera participar en Podemos, y, con una decisión conjunta, veremos lo que hacemos.

 

Para que la situación empiece a cambiar, hay que poner en valor muchos sectores estratégicos que no se están explotando para el bien común, como son el patrimonio cultural, industrial y como es la agroecología. Se han de proteger los sectores clásicos que nos han dado trabajo. Yo soy parado de larga duración, estoy percibiendo los 426 euros que se me terminan en octubre. Yo soy mecánico frigorista, trabajador industrial de toda la vida, que en 2010  me quedé sin faena, pero, sin embargo, veo que en el pueblo nos rodea una riqueza que en otros lugares del Estado español y en otras ciudades de Europa sí se explota. Por ejemplo, tenemos un castillo con ruinas milenarias que este municipio no explota. Hace poco estuvimos participando en unas jornadas turísticas, culturales y de patrimonio, y el presidente de Adetursa señaló que solo el 15% de los recursos que entran en todos los bares, restaurantes y tiendas que hay en la subida del castillo, solo el 15%, proceden del turismo, algo incomprensible, con la gran cantidad de patrimonio arqueológico y cultural, de diversas etapas históricas, existente en la zona. En ello, el ayuntamiento de Sagunto tiene una gran responsabilidad, porque se podrían crear puestos de trabajo y turismo de alta calidad, pero nadie hace nada. Lo mismo pasa con el patrimonio industrial, tenemos tres espacios como son el Horno Alto que no se utiliza casi nada, pues aún le falta el elevador, una Nau que tampoco se usa y un museo industrial, cuyo edificio esta restaurado, porque el cemento y el ladrillo sigue funcionando, porque es la vieja forma de producir, donde la casta municipal y sus amigos, siguen metiéndose los recursos de todos en el bolsillo, mientras que la cultura y el patrimonio, que pueden ser una fuente de trabajo, están sin explotar. Tenemos un término municipal que históricamente ha sido rico en agroecología. Hemos tenido grandes huertas, una producción de naranjas aceptable, pero aquí ni se invierte en apoyo de los agricultores, ni de la agroecología, ni de emprendedores que quieran plantar cultivos de productos saludables, ecológicos, de cercanía, sin nitratos, etc. Todo eso está abandonado y nos preguntamos porqué, a qué intereses responde que todo eso esté abandonado, cuando podía ser una fuente de riqueza y salud para nuestra comarca.

«Creo que las diferencias entre Sagunto y el Puerto están cambiando». Soy madrileño y vivo aquí desde hace 12 años. Siempre oigo decir que hay dos núcleos en Sagunto y eso es falso, hay cuatro núcleos, os olvidáis siempre de Almardà y del Grao Viejo. Y creo que las diferencias entre Sagunto y el Puerto están cambiando. Podemos ha sacado en las elecciones europeas, en el casco histórico, entorno al 11% de los votos y del 15% en El Puerto, con lo cual, ya no ha habido tanta diferencia. Incluso en el nuevo barrio, el Palancia Norte, que es un barrio claramente obrero, por utilizar un concepto antiguo, porque ya, realmente, no somos obreros, ya no tenemos nóminas fijas, ni con un salario podemos mantener una familia. Ahora somos precarios y da igual ser precario en el Puerto y trabajar en una industria, que ser precario en Sagunto y trabajar cogiendo naranja. Es decir, el siglo XXI nos ha igualado a todos, eso hace que Podemos haya ganado en las elecciones europeas en 4 mesas, tres en El Puerto y una en Sagunto. Con lo cual, nosotros pensamos que está habiendo una igualación, por debajo, de las condiciones de vida de lo que era el porteño y el saguntino tradicional. Obviamente, existen dos entidades y eso nosotros no lo negamos, por eso, nuestro círculo municipal lo hemos denominado Morvedre, para evitar esos choques identitarios, pero entendemos que son núcleos separados y tienen problemáticas concretas, por eso tenemos dos núcleos locales por debajo: Podem Sagunt y Podemos El Puerto, que van a trabajar las problemáticas concretas, pero vamos a confluir todos en Morvedre. Yo no soy ni pro ni anti segregacionista, yo creo en el derecho a decidir y si hay que abrir un debate social sobre la segregación, habrá que hacerlo, porque cerrarlo, ignorarlo socialmente, te lleva a un conflicto, y cuanto mayor es el conflicto, más difícil es de solucionar después, porque las posiciones se van enfrentando. Si se abre un proceso de debate social y, en última instancia, si este proceso lleva a un referéndum en el Puerto, yo creo que habría que hacerlo. Mi punto de vista es que hay otras vías, no solamente la segregación administrativa es una vía, también hay otras figuras legales como la mancomunidad, no sé, alternativas legales que pudieran darse para que no solamente se diera una segregación o una unidad única, pero todo eso hay que explorarlo y debatirlo, hay que dejar que la sociedad se exprese, que es, desde la transición hasta aquí, lo que ninguna organización ha querido hacer.

 

«En Podemos lo tenemos claro, hay que auditar la deuda». Si se siguen las recetas de la Troika, obviamente, nuestra sociedad se irá empobreciendo, precarizando más por abajo, por el contrario, hay datos de que la grandes fortunas han crecido mucho en estos últimos años. Estoy de acuerdo con los que opinan que esto no es una crisis, sino una estafa. Este era un lema que cantábamos en el 15M. Lo que necesitamos es una voluntad política que estructure la deuda de las familias, porque no puede ser que los bancos, que hemos rescatado a costa de nuestra sanidad y nuestra educación, a costa de las ayudas a la dependencia, nos estén exigiendo el pago de las hipotecas. No puede ser que se cree un ‘banco malo’, del que tiene que responder el Estado español, y lo haga con la subida de todos los impuestos: IVA, IRPF, catastrazo, etc., para obtener recursos con los que comprarle a toda este gente sus activos tóxicos. No solo existe el problema de la gente que tiene una hipoteca, sino también el problema de los jóvenes que no pueden acceder a una casa. En Podemos lo tenemos claro, hay que auditar la deuda, porque pensamos que, en su mayor parte, es una deuda ilegitima…

Al principio de la crisis, la deuda del Estado español era de las más bajas de la UE, no llegaba al 40% del PIB, y en pocos años hemos llegado al 100%. Esto ha ocurrido porque se han trasvasado las deudas privadas de la gran oligarquía, de la casta y las élites financieras, hacia los de abajo. Esto es el paradigma del capitalismo neoliberal: privatizar los beneficios, pero socializar las pérdidas. En Wall Street tienen un lema para esto: «too big to fail», es decir, demasiado grande para dejarlo quebrar. Si es demasiado grande para dejarlo caer, ¿quién lo soporta? Por ello, desde Podemos, queremos empezar auditando todas las cuentas; de ayuntamientos, de autonomías, de Diputaciones, del Estado, de empresas privadas, socializar los bancos que hayan recibido ayudas del Estado, para que esos créditos que están recibiendo del BCE al 0,15% de interés, repercutan directamente sobre la sociedad, en esa familia que necesita una ayuda, en las pymes para hacer una inversión en la empresa, para contratar más trabajadores, es decir, que repercuta en que ese crédito fluya por abajo. Sí hay recursos, pero tenemos una trampa de liquidez, porque la liquidez está arriba, no fluye hacia abajo y, encima, somos los de abajo los que con nuestro trabajo creamos la riqueza en este país, y eso, aunque estemos en el siglo XXI, no ha cambiado, si no hay trabajo no hay riqueza, y para que haya trabajo necesitamos tener los medios de producción necesarios…

 

 
«Berlín, Londres y París, nos están transformando en periferia suya». Para que nuestra industria sea más competitiva se necesitan una máquinas más modernas y operarios con los conocimientos técnicos adecuados. Hay que dejar de producir manufacturas de media y baja calidad, que no timen salida en el mercado, sobre todo cuando hay que competir con China y otros países emergentes. Hay que ir a un modelo de manufactura de alta calidad con tecnología puntera. Un valor añadido para España es que tenemos un mercado de hispanohablantes, no sólo en América latina, sino en Estados Unidos, donde los hispanos ya han superado a los afroamericanos. Pero hay un eje: Berlín, Londres, París, al que no le interesa, por eso nos están transformando en periferia suya. A ellos les conviene el modelo de la pandereta y la paella, que vengan aquí sus trabajadores a pasárselo bien y nosotros a trabajar de camareros. Un modelo que ya empezó a implementar el PSOE. Aquí, en Sagunto, lo sufrimos en el 83 con el decreto del cierre de AHM. Lo que faltan en estos momentos no son condiciones económicas, sino voluntad política para transformar la economía española en una economía de producción de calidad y alta tecnología, a la par que respetuosa con el medio ambiente, apostando por otro tipo de energía, que no nos hagan ‘petrodependientes’ o nuclear dependientes, que no necesitemos comprar la energía a Francia, ni el petróleo al imperialismo yanqui, porque tenemos sol y viento y corrientes marítimas, es decir, tenemos un territorio que nos permitiría ser energéticamente independientes. Eso es ahorro…

Obviamente, Ni este Gobierno ni el anterior están por la labor, ya que sus intereses como casta social, para reproducirse, para que puedan seguir con el alto tren de vida que llevan y mantener sus privilegios, estar aforados, política de puertas giratorias, etc., necesitan perpetuar este modelo desindustrializador y de precarización del mercado laboral. No están gobernando para los intereses de la mayoría de los españoles, sino para los intereses de una pequeña casta, para una oligarquía que tiene enlazados sus negocios con Londres, París, Berlín y, obviamente, EEUU.