El Pleno del Ayuntamiento de Sagunto tenía ayer como punto principal la moción de reivindicación de las infraestructuras educativas pendientes en la comarca. La moción había sido redactada por los miembros de la Plataforma en Defensa de la Enseñanza del Camp de Morvedre—y estaba firmada por sindicatos educativos y otras organizaciones educativas—y había sido bien recibida por todos los grupos políticos, incluido el PP, que acordaron presentar la moción de forma conjunta, sin embargo, y a pesar del consenso inicial, este acuerdo fue el que mayor enfrentamiento político y tensión tuvo en su debate.
El punto clave para dar lugar a la polémica fue la intervención de la Concejal de Enseñanza del Ayuntamiento de Sagunto, Maribel Sáez, quien se sintió molesta por algunas de las críticas hacia las decisiones que ha tomado durante los últimos años la Generalitat Valenciana en materia política, y que incluyeron preguntas sobre como colegios como el Villar Palasí llevan desde el 98 esperando obras que tenían consignación presupuestaria, mientras se terminan infraestructuras sin uso como los restos de la America's Cup o el Aeropuerto de Castellón, o críticas al crecimiento de los conciertos escolares.
Sáez aseguró no esperar que los grupos hicieran «política de un tema tan importante como la enseñanza», justificando así su dura intervención en la que acusó a los grupos municipales de «acordarse de Santa Bárbara cuando truena» en los temas educativos y de haber, en sus propias palabras, «ninguneado» al AMPA de Villar Palasí que había tenido que enterarse por ella, según el testimonio de la edil, de la existencia de una moción que no habían firmado.
La concejal fue más allá, asegurando que, con una ratio tan baja como la saguntina, que cifró en 25 alumnos por aula, los centros de la ciudad tienen todos los años vacacantes, asegurando que ahora mismo hay 125 plazas libres en el municipio. Saéz también puso en duda que la enseñanza concertada sea un riesgo para el sistema público, puesto que no sólo afirmó que «el 90% de los alumnos de la Comunidad están en el sistema público» sino que llegó a afirmar que la Generalitat Valenciana invierte «11 millones de euros al día» en materia de educación.
La intervención de Sáez generó una dura reacción especialmente desde la concejal de Compromís Cristina Rodríguez, quien ejerce como profesora en un centro público en la localidad, y no sólo puso en duda la afirmación de la concejal de que la ratio de alumnos por aula en la ciudad está en 25, afirmando que en su centro hay clases con 29 alumnos, sino que acusó a los populares de malgastar el dinero al sostener los conciertos educativos si es verdad que hay más de 100 plazas libres en el municipio. «Si la Generalitat afirma que el gasto por año de un alumno son 4.000 euros, y sobran 125 plazas, que son las que están en la enseñanza concertada, estamos duplicando gastos, despilfarrando cerca de un millón de euros» aseguró la concejal nacionalista.
Desde Esquerra Unida Fernando López-Egea acusó a los populares de intentar romper el consenso acusando a la plataforma en defensa de la enseñanza de ningunear a centros con los que está en contacto y hace escasos días celebró acciones allí, y acusó a los populares, y especialmente al alcalde de la ciudad Alfredo Castelló al ser también diputado en Les Corts, de no hacer presión en Valencia para que la situación en la localidad cambie.
También destacó la airada respuesta del socialista Juan Carlos Requena, quien puso en duda el alto nivel de inversiones anunciado por la edil, que aseguró que no se nota precisamente en la ciudad. Y recordó que los mismos niños, entre los que incluyó a su propio hijos, que tuvieron que estudiar en barracones porque no se construyó a tiempo el CEIP María Yocasta Ruiz, van a acabar su enseñanza primaria descubriendo que la Generalitat también ha dejado para más tarde la construcción del instituto en el que debían estar. «Os estáis equivocando, no sabéis interpretar los mensajes que os lanza la gente, y os queda poco en el poder» advirtió el concejal socialista.
A pesar del enfrentamiento la moción exigiendo la puesta en marcha de las obras pendientes en la ciudad—IES número 5, y los aularios de Villar Palasí y Victoria y Joaquín Rodrigo—se aprobaron por unanimidad, y la edil de Enseñanza aseguró que la próxima semana se producirá el ansiado encuentro con María José Catalá para abordar la situación.
