Los trabajadores de AGC llevaron ayer su protesta al pleno del ayuntamiento, dentro de su estrategia de intensificar sus acciones para dar una mayor visibilidad al conflicto laboral que se está viviendo en la planta de Puerto de Sagunto. Dentro de esta estrategia se incluye el reparto de octavillas los días de mercado, que comenzará esta misma mañana en Sagunto, y una sentada protesta que se está preparando en el centro cívico.
Y es que según señala el presidente del Comité de Empresa, Alberto Herranz:«mucha gente cree que aquí se está peleando porque no nos bajen los salarios, pero no es verdad. La rebaja de nuestros sueldos ya ha pasado, y la reforma laboral dice que sólo nos queda acudir a los tribunales». El foco pues de la pelea, según explica Herranz, está fijado en el mantenimiento de los cerca de 150 puestos de trabajo que sustenta la planta de AGC en Puerto de Sagunto. «El horno Float que nos da servicio está llegando al final de su vida útil, y no queda más remedio que renovarlo, si no se realizan mejoras, lo máximo que aguantará son tres años, aunque algunos de los técnicos ponen incluso en duda que dure tanto por el aspecto que se aprecia en la bóveda del horno» alerta el representante de los trabajadores.
En este sentido el líder sindical recuerda que si empresa y trabajadores no llegaron a un acuerdo con la modificación de las condiciones laborales, no fue precisamente por el tamaño del recorte de los sueldos sino por que, siempre según la versión del Presidente del Comité de trabajadores, la empresa decidió desvincular el recorte de un plan de inversiones que permitiera garantizar la viabilidad de la planta.
Desde el comité se considera «incomprensible» que la empresa no quiera apostar por renovar el horno float cuando no sólo sus balances arrojan beneficios —desde el comité se cita el informe final de resultados de 2011— sino que la labor en el almacén es tan intensa ahora mismo que hay más trabajadores eventuales que fijos en esta área de la planta.
Desde la representación sindical se señala que todo el origen del conflicto es la reforma laboral aprobada por el actual gobierno español, que ha permite a las empresas plantearse financiar sus inversiones no con los beneficios ahorrados, sino con bajadas del sueldo de sus trabajadores. En este sentido señalan a lo que pasa con las dependencias de la empresa en Barcelona, que no sufrirán recorte ninguno a pesar de tener unos costes más altos que la planta de Puerto de Sagunto, y que muchos trabajadores consideran que las medidas que se les aplican no son consecuencia de su productividad, sino de una decisión empresarial que busca sufragar errores del grupo con el sueldo de sus trabajadores aprovechando la excusa del horno.
Los paros en AGC continuarán hoy, y los días 4, 6 y 8 de noviembre. Aunque desde el comité de empresa Herranz asegura que están «abiertos a iniciar un proceso de negociación si la empresa da muestras de ello».
