Los vecinos de las calle Armengol y Capellá Pallarés, en el barrio de Ciutat Vella de Sagunto, se han visto esta tarde sorprendidos por el derrube de la fachada de uno de los inmuebles de esta vía.
Aunque no ha habido que lamentar heridos, los cascotes han dejado la calle completamente cortada tras el derrumbe. El mal estado del inmueble, y la necesidad de tomar medidas que aseguraran su integridad ya había sido denunciado por los grupos municipales de Compromís y los socialistas saguntinos.
Actualización 21:31
Según ha confirmado la edil de patrimonio Laura Casans, quien se ha desplazado hasta el lugar de los hechos para conocer de primera mano la siutación, el departamento de Servicios Sociales ha buscado alojamiento a los vecinos que, debido al derrumbe y los cascotes, no podrán acceder esta noche a sus viviendas. La edil también ha explicado que a pesar de que por parte del ayuntamiento se están haciendo todos los esfuerzos posibles para acelerar la reapertura de la calle—las labores de desescombre se esperan que se inicien mañana mismo a las ocho de la mañana—hasta que no se haga un estudio técnico sobre la seguridad del resto de la estructura del edifcio que aún se encuentra en pie, no se podrán establecer plazos para el regreso a sus viviendas de los vecinos de la manzana afectada.
En el lugar de los hechos también se encontraban los ediles de Compromís, Quico Fernàndez y Teresa Garcia, que han recordado que hace más de un año que advirtieron al ayuntamiento del estado de ruina del inmueble. En este sentido Fernàndez ha señalado que «podría haber sucedido cualquier desgracia» si en el momento del derribo llega a pasar alguien por la calle. Fernàndez ha lamentado que a pesar de las continuas peticiones de su grupo para que se tomaran medidas para obligar al propietario a que tuviera medidas para asegurar la integridad del inmueble, se hubiera pemitido que la situación se degradara tanto que se haya llegado a poner en riesgo a los vecinos de la calle.
Desde el equipo de Gobierno, en todo caso, se ha asegurado que sí que se habían realizado trámites, y de hecho ya incluso se había publicado en el BOE la orden de ejecución del derribo del inmueble. Según ha explicado la delegada de Patrimonio Laura Casans, la dificultad para encontrar a los propietarios del inmueble—era una copriedad con algunos de sus titulares ya fallecidos—ha sido lo que ha retrasdo la, según Casans, ya de por si larga tramitación legal necesaria para que el ayuntamiento pueda actuar en una propiedad privada.
