Ignacio Belzunces
Ante el anuncio realizado por ThyssenKrupp Steel Europe de cerrar en el ejercicio fiscal 2014-2015 la planta local de TK Galmed, salvo en el caso de encontrar un comprador, la secretaria general de CC.OO., Begoña Cortijo no ve, detrás de este aviso, un intento, por parte de la compañía, de obtener ayudas o ventajas económicas. En este sentido la líder sindical señala: «dudamos mucho de que el motivo sea obtener ayudas, porque durante estos cinco años que llevamos de crisis en ningún momento han utilizado las ayudas estatales, más allá de las ayudas para i+d+i. Cuentan con tecnología puntera en esta planta que no tienen otras del grupo y las subvenciones las han utilizado para eso».
Ante el anuncio realizado por ThyssenKrupp Steel Europe de cerrar en el ejercicio fiscal 2014-2015 la planta local de TK Galmed, salvo en el caso de encontrar un comprador, la secretaria general de CC.OO., Begoña Cortijo no ve, detrás de este aviso, un intento, por parte de la compañía, de obtener ayudas o ventajas económicas. En este sentido la líder sindical señala: «dudamos mucho de que el motivo sea obtener ayudas, porque durante estos cinco años que llevamos de crisis en ningún momento han utilizado las ayudas estatales, más allá de las ayudas para i+d+i. Cuentan con tecnología puntera en esta planta que no tienen otras del grupo y las subvenciones las han utilizado para eso».
Cortijo insiste en que la multinacional alemana no es una compañía que se caracterice por ejercer presión para obtener ayudas oficiales: «A nuestro entender no es una estrategia de la multinacional para sacar ayudas o para intentar ajustar la plantilla. Es más, se estaba negociando el convenio en los mismos términos que el anterior, por lo que ni siquiera presionaba a la baja, ni con descuelgues. Al parecer, responde a una estrategia del propio grupo de desinvertir en determinadas zonas, entre ellas la planta que tienen en España, otra en Francia y dos en Alemania. Además, no es un tema de que haya una reducción en la producción, y plantean el cierre entre 2014 y 2015. La estrategia no responde a intereses de recibir ayudas ni de ajustar la plantilla. A nuestro entender es mucho más serio».
La posibilidad de que la planta se acabe cerrando, si no se encuentran nuevos inversores que opten por su compra o si no se logra que la multinacional cambie de opinión, es bastante realista. En este sentido, Begoña Cortijo, no es partidaria de ocultar la realidad a los trabajadores y la ciudadanía: «No queremos ocultar la realidad porque pensamos que una empresa seria, como lo es Galmed, cuando anuncia la venta o el cierre, está yendo muy en serio, por lo que pensamos que si no se encuentra comprador o no se puede frenar esta decisión empresarial, manteniendo conversaciones desde las más altas instancias políticas con el grupo en Alemania; si no se consigue frenar esa decisión, el riesgo de que puedan cerrar Galmed es elevado. Por eso hay que propiciar la negociación que evite el cierre o buscar inversores que compren».
De llegar a materializarse el cierre de la factoría, anunciado para el ejercicio fiscal 2014-2015, el margen de tiempo que existe para este tipo de negociaciones es escaso, según reconoce la propia jefa del sindicato CC.OO.: «Hablan de que los ajustes planteados deben ser aplicados antes del año fiscal 2014/15. Es un plazo corto de tiempo. En este tipo de negociaciones que se prolongan esa fecha llega enseguida, por ello hay que actuar con mucha celeridad para poder evitarlo».
La posibilidad de buscar un comprador para la planta de TK Galmed no parece, a primera vista, muy viable, pero desde CC.OO. están dispuestos a trabajar hasta agotar esta vía, en este sentido la líder sindical señala: «Si tenemos que trabajar en esa línea, estamos dispuestos a buscar todas las líneas de inversión posible. No sé si ArcelorMittal sería una línea de negocio posible. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de multinacionales del acero que, además, juegan con sus inversiones en diferentes zonas del mundo a la hora de vender su parte de valores. Es decir, que sus estrategias se reflejan en sus acciones que es donde realmente, a veces, tienen las ganancias importantes». Sin embargo, recuerda la secretaria Intercomarcal que, inicialmente, Galmed era filial de Sidmed y tuvo que deshacerse de esa planta por un problema de competencia, porque existía una normativa europea que no permitía que una determinada firma monopolizara el acero.
La compañía, en el comunicado que emitió el pasado día 8, justificaba su decisión, entre otros motivos, por la caída del consumo en el Sudoeste europeo, pero, desde CC.OO. su secretaria general asegura que la planta de Sagunto es productiva: «La planta está funcionando con un nivel de producción razonable para crear negocio. La planta es rentable, pero consideramos que no puedan ser tan rentable sus cuentas financieras, es decir, cómo se vende esta planta dentro del grupo a la hora de mostrar los resultados a los accionistas. Los trabajadores de Galmed, ligados al comité europeo, piensan que el fracaso de las inversiones del grupo en América han motivado la política de sanear mucho sus inversiones para poder ofrecérsela a sus accionistas como una empresa con proyección importante de cara a los próximos años».
Prosigue Cortijo señalando: «El Sur de Europa no es la zona mejor para venderla, porque está cayendo mucho el consumo y aunque sea rentable no es de proyección a futuro, probablemente hay otras posibilidades».
El hecho de que el área mediterránea ya no sea interesante para Galmed, desde el punto de vista del negocio siderúrgico, plantea una duda razonable, como es que esta actitud del grupo alemán pueda marcar en el futuro una tendencia. Sobre este asunto, la secretaria general de CC.OO. del Camp de Morvedre y Alto Palancia, señala que van a estudiar esta nueva situación: «Nos hemos planteando muy en serio realizar un análisis de toda esta situación y si es necesario contactaremos con expertos que nos puedan hacer una valoración de las empresas, sobre todo de las siderúrgicas en el Mediterráneo, porque no podemos andar con suposiciones».
Es importante para los trabajadores del municipio de Sagunto y para CCOO si el posible cierre de TK Galmed puede producir el efecto dominó. «Queremos saber cómo va a afectar la situación al resto de las siderúrgicas, porque son las que sostienen el tejido productivo. No nos engañemos, aunque hay polígonos con medianas y pequeñas empresas, la mayoría de ellas trabajan para las multinacionales. Estas pymes pueden acabar con un cierre porque no se van a aventurar a algo si no tienen la garantía de que las grandes compañías les van a dar cierta producción, como limpieza industrial, transporte, etc. Existe mucha empresa pequeña porque las multinacionales les garantizaban un volumen determinado de trabajo».
