La presencia de Font de Mora, quien pudo por fin visitar el Puerto de Sagunto al tener otro acto a las ocho de la tarde en Castellón de La Plana, volvió a ser sinónimo de protestas en la calle. El Conseller de Educación, que se ha ganado el calificativo de polémico tanto por su gestión como por sus declaraciones personales, fue recibido por unos treinta padres y alumnos de la comunidad educativa del Colegio Cervantes, quienes reclamaron al máximo responsable de la enseñanza valenciana el profesor de inglés que falta en el centro.
Las protestas no parecieron afectar al Conseller, que pasó impasible junto a los manifestantes, pero sí que lograron el objetivo de dar a conocer la situación que se vive en un centro, donde se ha impuesto a los alumnos de primaria el que se de artes plásticas en inglés sin dotarles de un profesor con conocimientos en este idioma para dar la asignatura. Según se informa desde los AMPAS sólo hay una profesora para esta lengua que comparte su tiempo con otras funciones en el Puerto.
Un problema que supone un agravio comparativo para los alumnos de Cervantes, puesto que se están retrasando con respecto a otros centros en su aprendizaje de la lengua inglesa y, además, ha obligado a los padres a comprar un libro de texto específico, de los más caros de los libros escolares de este año, según aseguran algunos padres, que ahora no es usado por sus hijos.
Las protestas no parecieron afectar al Conseller, que pasó impasible junto a los manifestantes, pero sí que lograron el objetivo de dar a conocer la situación que se vive en un centro, donde se ha impuesto a los alumnos de primaria el que se de artes plásticas en inglés sin dotarles de un profesor con conocimientos en este idioma para dar la asignatura. Según se informa desde los AMPAS sólo hay una profesora para esta lengua que comparte su tiempo con otras funciones en el Puerto.
Un problema que supone un agravio comparativo para los alumnos de Cervantes, puesto que se están retrasando con respecto a otros centros en su aprendizaje de la lengua inglesa y, además, ha obligado a los padres a comprar un libro de texto específico, de los más caros de los libros escolares de este año, según aseguran algunos padres, que ahora no es usado por sus hijos.