Entre otras cuestiones, los vecinos se quejan de que no se cumplen los horarios que el bar se cierra después de las dos de la mañana, y que a pesar de haber requerido la presencia de Policía Local, en reiteradas ocasiones «su presencia es escasa. Hay poca presencia cuando se les requiere», señala uno de los vecinos.
Informan el colectivo que los conciertos últimos se están celebrando a partir de las once de la noche y se alargan hasta las tres o las cuatro de la madrugada, agravada esta situación por la mala insonorización de la sala de conciertos y en general del edificio.
A lo anterior, los vecinos añaden, los escándalos en el exterior del recinto del casal, la suciedad que dejan los usuarios del mismo en el barrio después de estos eventos, finalizan: «se orinan en los jardines, dejan botellas y vasos en la calle, dejan vidrios rotos… Además de los actos vandálicos, pues entran en los portales, forzando las puerta y buzones, porque necesitamos y esperamos que los responsables políticos nos escuchen».
El grupo de vecinos que ha tomado la iniciativa de iniciar las protestas han enviado cartas a os 300 vecinos afectados por este problema y esperan que se sumen a las futuras acciones que realicen. «Somos un barrio tranquilo de gente trabajadora que necesita descansar», concluyen.
