El antiguo matadero municipal remodelado es la sede de la SAG
La vicepresidenta de la Sociedad Anónima de Gestión, Pilar Fernández Chirivella, remitió el pasado 29 de junio una carta al gerente de la empresa en la que trasmitía órdenes muy precisas ante la inminente renovación del Consejo de Administración. En la misiva, a la que ha tenido acceso este periódico, Fernández Chirivella señala en la primera parte de la misma lo siguiente: «Como bien sabe, ya ha sido aprobada en Junta General la modificación estatutaria que, entre otras cosas, reduce el número de integrantes del Consejo de Administración, pasando de los nueve a los siete. En consecuencia, y tras consultar con los servicios jurídicos de la compañía, el actual Consejo de Administración debe ser cesado y nombrado de nuevo ya que, a efectos jurídicos internos, la modificación estatutaria está en pleno vigor».
Tras la lectura de este primera parte de la carta queda acreditada la voluntad del equipo de gobierno de renovar el Consejo de Administración. Sin embargo, no es rigurosa la afirmación que realiza la vicepresidenta de la SAG cuando afirma que: «la modificación estatutaria que, entre otras cosas, reduce el número de integrantes del Consejo de Administración, pasando de los nueve a los siete». Efectivamente, el artículo 15 de los nuevos estatutos de la compañía, sobre nombramiento y composición del Consejo de Administración señala textualmente en su apartado primero que: «El órgano de gestión y representación permanente es el Consejo de Administración integrado por siete miembros como mínimo y nueve como máximo».
Prosigue la misiva remitida a la gerencia de la SAG por la vicepresidenta, Pilar Fernández Chirivella, anunciándole que en breve se convocará Junta General para llevar a cabo los cambios citados: «Por tanto, en breve se procederá a la convocatoria de Junta para el oportuno cese y nombramiento de los consejeros adaptando la medida a la nueva redacción estatutaria». Partiendo de la base de que este escrito fue remitido el pasado 29 de junio, ya han transcurrido once días, lo que hace suponer que en pocas fechas será convocada la Junta General para renovar el Consejo de Administración.
En la última parte del escrito remitido a la gerencia de la SAG la concejala de SP trasmite al gerente órdenes precisas a seguir a la hora de la toma de decisiones. «Es por ello que, en tanto el nuevo consejo no se reúna en sesión ordinaria, le rogamos que no tome ninguna medida en materia de personal laboral referida a nuevas incorporaciones o altas, o despidos o bajas, excepto aquellas —naturalmente— que vengan impuestas por la Ley o por la propia naturaleza del contrato, sin previa consulta con el Presidente nato, Alfredo Castelló, o la Vicepresidenta Pilar Fernández». Algunas fuentes del consejo de administración consultadas por este periódico han idicado que en la época estival hay más trasiego de personal por las vacaciones, y por tanto estas órdenes pueden dificultar o entorpecer el normal funcionamiento de la compañía en esta materia.
Mayoría estable
En la actualidad el consejo de administración tiene nueve miembros, que es el máximo contemplado por los nuevos estatutos de la empresa. De ahí que los opositores consideren poco justificada la renovación que pretende acometer el bipartito. De los nueve la oposición cuenta con cuatro, es decir, IU y Bloc suman dos y dos más del PSOE. El Gobierno dispone de cinco, al tener SP dos representantes y el PP los tres restantes. En nombre del PP asisten al consejo de la SAG el Alcalde de la ciudad, Alfredo Castelló, que es quien lo preside, la concejala de Turismo, Leonor Murciano y Felipe Espinosa. Este último, es uno de los militantes históricos del Partido Popular en Sagunto, vinculado al sector de Juan Bautista Gómez y el desaparecido Paco Zarzoso.
Espinosa se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para el bipartito porque mantiene una posición de absoluta independencia en el seno de las reuniones del Consejo de la SAG. Tanto es así, que en algunas ocasiones ha llegado a rebatir los planteamientos del gobierno local y en otras no ha seguido la disciplina de voto. Ante esta situación atípica el bipartito no tiene asegurada la mayoría en este órgano y no quiere correr riesgos en la sesión del Consejo que nombre al nuevo director general ni en las sucesivas reuniones donde se adopten decisiones de peso.
Con independencia de que el Consejo de Administración tenga nueve o siete componentes, que es el máximo y mínimo establecido por los estatutos, a cada partido de la oposición le correspondería un representante, según establece el artículo 15, apartado cuatro, de la nueva normativa: «Todos los grupos políticos representados en la Junta General y en el Pleno Municipal tendrán representación en el Consejo, a propuesta de aquellos...». De esta manera desaparece la proporcionalidad.
Por tanto, si se mantiene el número de nueve consejeros la oposición tendría tres representantes y el gobierno local seis. De esta forma la mayoría que ostenta PP y SP no sería tan ajustada como ahora y en consecuencia el voto de Felipe Espinosa perdería influencia. Si por el contrario el número de consejeros se recorta de nueve a siete para justificar que el PSOE pierda un consejero, Felipe Espinosa quedaría fuera del nuevo órgano de la SAG.
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