Las quejas de los usuarios del servicio de autobuses, particularmente el que une Puerto Sagunto con la capital valenciana, persisten y se han convertido ya en algo reiterativo ante la pasividad de la Autoridad de Transporte Metropolitana de Valencia (ATMV), responsable de este servicio que ya se ha reunido con el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Sagunto, el socialista Javier Raro Gualda y el presidente de Iniciativa Porteña, Eduardo Márquez. Reuniones en las que, tanto un dirigente político como el otro trasladaros a la directora de la ATMV, Mar Martínez, la preocupación por la saturación que sufre el transporte público y que afecta de pleno a los ciudadanos del municipio de Sagunto, particularmente a los que viajan de Puerto Sagunto a València.
Este pasado martes, el autobús de las 7 de la mañana con dirección de Puerto Sagunto a València iba a tope, tal y como lo acredita la imagen que se publica en esta página, remitida por un usuario afectado por esta masificación que en este caso concreto colapsaba el interior del vehículo. Esta saturación de viajeros que se experimenta a diario en estos recorridos, sobre todo en las horas punta, no es nada nueva, ya que las quejas de los usuarios se han venido repitiendo a lo largo de los años, sin que se hayan aportado soluciones por parte de la entidad responsable. Sin embargo, sí que es cierto que la situación, lejos de mejorar, se ha visto agravada tras la implantación de la Tarjeta SUMA.
Efectivamente, este nuevo sistema supone un descuento medio de un 50% para todos los usuarios en el servicio urbano y del 80% en el interurbano a València, así como la gratuidad de billetes para menores de 31 años en la red de cercanías, de Metrovalencia, TRAM de Alicante y TRAM de Castelló, y que, desde el pasado siete de abril, se extendió también a las concesiones de líneas interurbanas, que ha sido prorrogado hasta el 31 de diciembre. En esta línea, comentaba uno de los afectados por estos viajes tan masificados que «seguramente estarán esperando a que se suspendan todas estas gratuidades y bonificaciones, para que descienda el número de usuarios y se suavice el problema de tanta gente, porque, la verdad, esto es tercermundista, falta que la gente se suba al techo del autobús».
Ni que decir tiene que la preocupación entre los usuarios es máxima, pues, ante tanta masificación o colapso, en caso de un accidente, que es algo probable, el desastre podría ser considerable. Así lo indica otro viajero afectado: «en poco tiempo hemos visto varios accidentes de autocares con muertos y heridos. Cualquier día se va a reventar una rueda y se va a liar parda, pero se ve que la seguridad de los que cada día utilizamos este servicio no les preocupa gran cosa».
El grado de saturación ha llegado a tal extremo y está tan extendido que hasta Ricardo Fernández Arroyo, presidente de la Federación Vecinal Morvedre, compuesta por las asociaciones de Baladre, Almardà Viva, Grao Vell y La Forja, lamentaba en fechas recientes la situación de deterioro a la que ha llegado el transporte público de viajeros en el municipio de Sagunto y proponía en tono jocoso: «deberíamos pedir que se nos aplique la ley de protección animal, la cual especifica la prohibición del hacinamiento en sus traslados. Seguro que se nos trataría mejor».