Tal y como ha venido publicando este periódico a lo largo de las últimas semanas, persisten las quejas de los usuarios del servicio de autobuses ante la saturación que experimenta a diario, sobre todo, en las horas punta. Ni que decir tiene que la preocupación entre la ciudadanía que utiliza el bus es máxima, pues tanta masificación o colapso supone un riesgo para los viajeros en caso de un accidente, que es algo probable.
Para abordar esta problemática tan en boga de todos, la Asociación de Patrimonio Industrial de Puerto de Sagunto (APIPS), organizó en fechas recientes una conferencia a cargo de Miguel Ángel Piqueras Rambla y Ricardo Fernández Arroyo, quienes explican ahora por qué se ha llegado a esta situación límite en el transporte público, tanto urbano, de Sagunto al Puerto y viceversa, como interurbano, que es el que conecta el municipio de Sagunto con la ciudad de València.
Para Miguel Ángel Piqueras el problema no es nuevo, aunque ha ido a más por la falta de respuesta de las administraciones: «El problema no es nuevo, el que haya usuarios que vayan de pie, el que haya refuerzos, parece que haya surgido ahora, en el 2023, y es un problema que viene de muy antiguo. Yo empecé a utilizar el transporte a Valencia en 2006 y ya existía esta problemática que se ha ido incrementando».
Sin embargo, la situación se ha complicado mucho porque el servicio se ha cargado más, en este sentido, menciona Piqueras la Tarjeta SUMA: «El problema se ha visto acentuado desde la implementación de la tarjeta SUMA, que supone un descuento medio de un 50% para todos los usuarios en el servicio urbano y del 80% en el interurbano a València y la gratuidad de billetes para menores de 31 años en la red de cercanías, de Metrovalencia, TRAM de Alicante y TRAM de Castelló, y que a partir del pasado siete de abril se extendió también a las concesiones de líneas interurbanas. Todo ello prorrogado hasta el 31 de diciembre por acuerdo Puig-Mazón».
En esta línea, resalta Piqueras que: «Ya se ha hecho normal ver los autobuses desde el Puerto a València y viceversa de bote en bote, casi a cualquier hora y cualquier día de la semana, con personas de pie. Pero no nos equivoquemos, eso ya pasaba antes de la gratuidad, ésta no ha hecho más que agravar el problema».
Por otro lado, recuerda Miguel Ángel Piqueras que los hábitos en materia de movilidad también han cambiado en las últimas dos décadas: «Los hábitos y las necesidades en materia de movilidad han cambiado mucho en los últimos años. Los desplazamientos, sobre todo a València, ya no son sólo para trabajar, estudiar o ir al hospital; también nos desplazamos para pasear, para ir de compras, para ir al cine o al teatro, a las discotecas, al Oceanográfico, para venir a la playa... Hasta los sábados tiene AVSA que prever posibles refuerzos en sus líneas. El binomio "laborables lectivos" y "laborables no lectivos" está desfasado. Y también nos desplazamos los sábados, domingos y festivos».
Más adelante, Piqueras asevera que los problemas no remitirán con el nuevo contrato programa: «El problema de déficit no es coyuntural, como se puede pensar después de lo acontecido en las pasadas Fallas. El problema ya viene de muy atrás y el nuevo contrato-programa pendiente de adjudicar no lo va a resolver; ya se ha quedado obsoleto antes de adjudicarse», afirma.
Desajustes
En el ámbito del transporte urbano, Piqueras hace un análisis donde la situación real no sale muy bien parada. Por ejemplo, el autobús urbano no se adecúa a los horarios comerciales de cierre en L’Epicentre, a las 22:00 de martes a viernes, y en Vidanova Parc, a las 00:30 de lunes a domingo. En este sentido apostilla Piqueras: «Claro, los grandes centros comerciales en la periferia de las ciudades están pensados para que los clientes vayan en su coche y carguen».
También menciona la problemática con la que se encuentran los viajeros que llegan en tren para coger el bus a determinadas horas: «Si te desplazas un sábado, domingo o festivo, el problema se agrava, al reducirse ampliamente el servicio. Y, para colmo, los domingos y festivos el último servicio pasa por la estación de Renfe a las 20:57 horas».
También resalta Piqueras las dificultades para llegar al Hospital de Sagunto en autobús: «si quieres ir al hospital desde cualquier punto del término municipal, tienes la línea circular C1 que sube a Sagunto y la C2 que baja de Sagunto. Con una frecuencia de paso entre 30 y 35 minutos, cuando no más, no puede ser competitiva, ni con el coche ni con el peatón».
No se olvida Piqueras de la situación que presentan las marquesinas: «Hasta las marquesinas y los espacios dedicados a la espera de los viajeros se han quedado pequeños. El caso más llamativo es el de la parada situada frente a la estación de RENFE, que tiene menos de dos años y ya se ha quedado obsoleta».
El Metro
Tanto Ricardo Fernández como Miguel Ángel Piqueras plantean como una «alternativa necesaria e imperiosa el tren» ante esta problemática. En esta línea recuerdan que la población de Sagunto está creciendo de una forma brutal y como consecuencia de la llegada de la gigafactoría a Sagunto va a seguir creciendo, por todo ello, Piqueras afirma que la solución pasa «por la llegada del ferrocarril a Puerto Sagunto. Sea Metro Valencia, sea Cercanías, sea en TRAM, pero hay que buscar una solución, la que sea mejor».
Por su parte, Ricardo Fernández, que en este caso habla a título personal y no como presidente de la Forja, señala a los políticos como responsables de lo que está sucediendo con el transporte público: «Tenemos unos políticos que se dedican exclusivamente a gestionar para las próximas elecciones y no para las próximas generaciones y ya vale de cachondeo. Ellos creen que, con consultar a la población, arrimarse a la población, pierden poder, y es al revés, lo ganan y ganan confianza».
Fernández también aboga por la llegada del ferrocarril al núcleo del Puerto, en este caso, prolongando el Metro desde Rafelbuñol: «Creo que la mejor solución es prolongar hasta el Puerto el tranvía desde Rafelbuñol, porque si en la gigafactoría se van a crear unos quince mil puestos de trabajo, ¿vamos a construir veinte mil plazas de parquin para que aparque cada uno con su coche? Habrá que darles un transporte digno y con unos horarios para que la gente pueda ir a trabajar. Habrá que darle una solución a los universitarios que se quedan muchos días en casa porque no pueden ir a clase al no disponer de transporte porque se quedan en tierra, tanto de Sagunto como del Puerto, porque el tren no pasa por la Universidad, pasa el autobús».
Ricardo Fernández también muestra su preocupación por el cariz que va tomando el asunto de la movilidad, que puede convertir a Sagunto en un municipio dormitorio: «Al final vamos a ser un pueblo dormitorio», pero va más allá: «hay que ir a la Generalitat para exigirle que amplíe el Hospital de Sagunto de cara a las nuevas necesidades que se produzcan con el aumento de población, porque, si no, nos tocará ir a Valencia y volvemos al principio, ¿en qué nos desplazamos?», concluye Fernández.
