En la tarde de este martes un equipo técnico ha realizado el replanteo para marcar con estacas el perímetro de los terrenos que son propiedad de Prosagunsa. Este es el paso previo para proceder a su vallado, según han confirmado a este periódico fuentes de la compañía, que han indicado, además, que el pasado viernes ya se solicitó el correspondiente permiso ante la instancia municipal, por lo que se espera poder acometer el cierre perimetral en los próximos días.
Según ha informado uno de los responsables técnicos, el vallado afectaría por la parte sur a la carretera que conecta el casco urbano de Puerto Sagunto, desde la rotonda de la calle Luis Cendoya, que, lógicamente, quedaría dentro del perímetro, puesto que se integra en la parcela propiedad de Prosagunsa, por la parte este, que es la paralela al paseo marítimo, el tramo asfaltado quedaría libre, ya que la verja metálica que se instalará transcurrirá entre el límite de los terrenos y la propia calzada. También quedará libre para el acceso público, el tramo de carretera situado en la rotonda de la avenida Camp de Morvedre, junto al Bar Lonja.
Con este replanteo se podrá acceder desde Camp de Morvedre hasta el final del recorrido de esta carretera que muere junto al muelle, aunque el desvío para incorporarse a Luis Cendoya o el polígono de Ingruinsa quedará cortado al tráfico por formar parte ese suelo de la propiedad.
La empresa Prosagunsa, propietaria de los terrenos desde en 22 de diciembre de 2010 por sentencia judicial firme, ha conseguido que los 70.000 metros cuadrados del Malecón de Sierra Manera hayan quedado excluidos del Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT), por resolución del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, publicada el pasado 10 de febrero en el Boletín Oficial del Estado.
Por tanto, al quedar este suelo excluido del DPMT, la empresa propietaria ha procedido ya a su limpieza, ahora lo quiere vallar y, además, ya ha presentado un proyecto de urbanización que contempla la construcción de cuatro torres de diez alturas y un hotel, plazas de aparcamiento y zonas verdes, que, lógicamente, tendrá que negociar con el nuevo gobierno municipal.