El 7 de julio de 2006 se quedará siempre marcado en el calendario de Ana María Berbel, vecina de Puerto de Sagunto, y toda su familia. Poco se esperaba que una tranquila tarde de playa se iba a convertir en todo un infierno que se alargaría más de quince años. Y es que, la caída que sufrió en la pasarela que da acceso a la playa porteña le ha conllevado graves secuelas físicas, con cinco operaciones de hombro, más de un millar de días impeditivos, de los cuales 46 se ha pasado ingresada en el Hospital de Sagunto. Ahora, tras una petición de responsabilidad patrimonial al Ayuntamiento de Sagunto, que fue desestimada, y una sentencia en contra dictada por el juzgado de lo Contencioso Administrativo de València, se enfrenta a un pago de las costas de todo este proceso que sus familiares, tal como han asegurado a este periódico, puede ser de una cantidad muy elevada.
«Estamos indignados porque consideramos que la sentencia es injusta. No entendemos como nadie se hace responsable de la caída de nuestra madre cuando, se ha podido comprobar, que el estado de las tablas de la pasarela que daba acceso a la playa estaban rotos y en mal estado. La caída se produjo porque una persona que salía pisó una tabla y, al estar rota, levantó la parte por donde pasaba mi madre que perdió el equilibrio y cayó porque en ese momento nuestra madre estaba muy ágil pero no vio cómo se levantaba la tabla que estaba suelta. La sentencia no ha tenido en cuenta esto, se basan en una falsedad porque las tablas estaban rotas», afirman los hijos de esta vecina de la ciudad.
La caída le produjo, además de la rotura de algunas piezas dentales y los labios, la fractura del húmero derecho por la cual, a lo largo de estos años, se ha tenido que enfrentar a cinco operaciones y tres prótesis lo que le ha provocado importantes secuelas que a día de hoy sigue sufriendo. «Nuestra madre apenas puede levantar el brazo derecho, ni para asearse por lo que necesita ayuda nuestra para poder hacerlo. Con las operaciones de prótesis, llegó un momento que pensamos que, por la situación en la que tenía el brazo, se lo iban a tener que amputar. Además, al ser diestra, tuvo que aprender a comer y a hacer muchas cosas con la mano izquierda porque con la derecha, después de la caída, ya le ha sido imposible», explican sus hijos a El Económico.
Así pues, tras el primer ingreso en el Hospital de Sagunto después de la caída y la primera de las intervenciones quirúrgicas, los familiares de esta vecina de Puerto de Sagunto, entregaron, por registro de entrada, un escrito dirigido al Ayuntamiento de Sagunto para solicitar la responsabilidad patrimonial por el mal estado de la pasarela de esta zona de la playa de Puerto de Sagunto. Tras la negativa del consistorio a aceptar dicha responsabilidad, finalmente, decidieron interponer una denuncia por lo contencioso administrativo para reclamar la indemnización correspondiente a los hechos sucedidos. «Han sido muchos años de pelea, un proceso muy largo, de ver quién tenía la responsabilidad del mantenimiento de esas tablas porque el Ayuntamiento nos decía que si Costas o que si la Generalitat Valenciana y estas administraciones nos decían que la responsabilidad era de nuestro consistorio por lo que, finalmente, decidimos ir por la vía judicial para reclamar una indemnización conforme a lo estipulado por ley que nuestro abogado consideró que estaba en torno a los 166.000 euros más los intereses de demora, es decir, unos 244.000 euros», explican estos vecinos de la ciudad.
Finalmente, años más tarde, concretamente en mayo del pasado 2021, el juzgado de lo Contencioso Administrativo de València dictó sentencia en contra de las pretensiones de esta ciudadana de Puerto de Sagunto, sentencia que sorprendió a sus familiares puesto que, como relatan a este periódico, presentaron multitud de pruebas documentales, informes médicos y fotografías del estado de la pasarela en el momento de la caída que, según afirman, no se han tenido en cuenta. «Hemos estado años aportando documentación, un informe de un médico forense que ha certificado las consecuencias que sufre nuestra madre por la caída y parece que no se han tenido en cuenta, que se han cargado de un plumazo todas estas pruebas. La sentencia falla en nuestra contra porque, además de considerar muy elevada la indemnización que pedimos, que recordemos que está estipulada conforme a ley punto por punto, básicamente nos dice que hay que mirar por dónde se anda para no tener accidentes y que estas pasarelas no se anclan al suelo pues descansan sobre la arena, pero lo que sufrió mi madre fue fortuito porque la tabla estaba rota y en mal estado y se levantó sin que ella se pudiera dar cuenta y reaccionar. Además también se nos ha dicho que deberíamos de haber llamado a la Policía Local para que levantara atestado y a una ambulancia pero la reacción normal cuando una persona tiene una caída como la de mi madre es cogerla y llevarla a un centro médico para que la valoren porque, además de que sangraba mucho, tenía mucho dolor», apuntan.
Tras la desestimación de esta demanda, el juez le ha impuesto el pago de las costas procesales a esta vecina de Puerto de Sagunto, «que nos han dicho que puede ser una cantidad muy elevada que nuestra madre, que cobra una pensión, no tiene, ni nosotros tampoco», explican. Por ello, se presentó un recurso de apelación donde se solicitaba un límite al importe de las costas, recurso que también fue desestimado el pasado mes de marzo por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. «Creemos que es injusto porque, después de tantos años, de que ha sido nuestra madre la que ha sufrido cinco operaciones tras caerse por el mal estado de las tablas de la playas, ahora nos van a pedir un importe muy elevado como costas. Nosotros asumimos que hemos perdido el juicio contra el Ayuntamiento de Sagunto, acataremos lo que nos digan porque ya estamos muy cansados, pero la cifra que nos están diciendo que vamos a tener que pagar nos parece desorbitada», finalizan los hijos de esta vecina de Puerto de Sagunto.
