El próximo 17 de marzo, en plenas fallas. a las 11 horas, se celebrará el acto de la colocación de la primera piedra de la gigafactoría que el grupo alemán Volkswagen construirá en los terrenos de Parc Sagunt II. Para este acto ha sido anunciada la presencia del rey Felipe VI, así como del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la ministra de Industria, Reyes Maroto; el presidente de Seat, Wayne Griffiths; el jefe del Consell, Ximo Puig, y, lógicamente, el alcalde del municipio, Darío Moreno, entre otros cargos. De esta manera, la multinacional teutona cumplirá su objetivo de iniciar las obras de la megaplanta en el primer trimestre de 2023, pese a los retrasos que se han producido durante la tramitación del primer PERTE para el Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC).
En el arranque de las obras, que tiene lugar en estas fechas y que se prolongarán, al menos, hasta 2026, ha sido clave el trabajo de la Generalitat para agilizar todo el proceso de asentamiento en Parc Sagunt II. En este sentido cabe resaltar que el Consell ha estado adelantando todo el proceso burocrático para que, en cuanto se aprobaran las ayudas del Perte VEC, la multinacional alemana pudiera comenzar los trabajos. La automovilística aceptó las ayudas públicas en noviembre, recibió el dinero en diciembre y en enero compró por 63 millones de euros el suelo que necesita para la futura factoría.
El Gobierno de España aportará un total de 187 millones de euros de inversión pública a la Comunitat Valenciana, de los 800 millones movilizados para el PERTE del vehículo eléctrico y conectado (VEC) para el desarrollo de la cadena de valor, tanto para la gigafactoría de Sagunto como para otras ayudas.
Alfonso XIII
Con la visita del jefe del Estado, el rey Felipe VI, a este acto de colocación de la primera piedra, podría decirse que es la tercera vez que un evento industrial de primer orden se ve reforzado con presencia tan regia. Efectivamente, según recoge Buenaventura Navarro en su primer tomo de la ‘Historia de Puerto Sagunto, La memoria necesaria’ el viernes, 3 de junio de 1927, llegó en tren a Valencia el rey Alfonso XIII, bisabuelo del actual monarca. En esa comitiva iban, entre otros, el jefe del Gobierno, general Primo de Rivera, el ministro de Fomento, conde de Guadalhorce, así como los generales Gómez, Núñez, Hacha y Berenguer.
Después de visitar en la capital del Turia la capilla de la Virgen de los Desamparados, la comitiva se dirigió a los muelles del Grau, donde se encontraban atracados los buques ‘Vicente Puchol’ y ‘Sister’. Alfonso XIII embarcó en el ‘Vicente Puchol’ que partió de Valencia con rumbo a Puerto Sagunto a las 10:15 horas de la mañana. El resto de la comitiva viajó hasta el mismo destino a bordo del ‘Sister’.
Ambos navíos arribaron a Puerto Sagunto a las 11:50 horas, prolongándose la travesía por espacio superior a la hora y media. A su llegada, los buques ‘Ariz Mendi’ y ‘Dandal’, allí atracados, hicieron sonar sus sirenas a modo de saludo.
Ante tan mayestática visita, en los muelles de Puerto Sagunto les esperaban el Ayuntamiento de Sagunto en pleno, así como el consejo de administración y la alta dirección de la Compañía Siderúrgica del Mediterráneo, con el industrial y naviero vasco, Ramón de la Sota y Llano, al frente.
Primeramente, se desplazaron en automóvil a la explanada de los Partidores, próximos al núcleo urbano de Sagunto. En aquel lugar, el rey inauguró el obelisco conmemorativo de la restauración de la monarquía en la persona de su padre, Alfonso XII, por los generales Arsenio Martínez Campos y Luis Dabán, el 29 de diciembre de 1874, que hicieron zozobrar la Primera República española.
Destaca el investigador Buenaventura Navarro que el entonces alcalde de Sagunto, Casanova Ramos, tuvo la ‘sutileza oratoria’ en su parlamento ante el rey, de nombrar la «improcedente» petición de segregación de algunos ciudadanos del emergente núcleo del Puerto, desechándola y proponiendo el propio alcalde una Gran Vía que se llamaría de Alfonso XII y que uniría el núcleo del Puerto con el de Sagunto.
Después de las piezas oratorias y del desfile militar que se llevó a cabo ante la inauguración del obelisco, el rey y su séquito, acompañados por Ramón de la Sota, regresaron al Puerto para visitar el emporio industrial de los altos hornos y el resto de instalaciones fabriles de la Compañía Siderúrgica del Mediterráneo. Durante todo el recorrido, fue Eduardo Aburto, ingeniero, director general de la empresa y cuñado de Ramón de la Sota, quien ofreció al monarca toda clase de explicaciones sobre los procesos técnicos siderúrgicos.
Al concluir este paseo por las instalaciones siderúrgicas, la empresa y, en su nombre, Ramón de la Sota, ofreció a tan mayestáticos visitantes una espléndida comida en el local de la Gerencia de Puerto Sagunto.
Pasadas las 17 horas de aquella jornada histórica, el rey y sus acompañantes iniciaron la travesía de vuelta hacia Valencia, a donde arribaron sobre las 18:10 horas. De esta manera concluía la gira real a Sagunto y al núcleo industrial de Puerto Sagunto.
Juan Carlos I
El 2 de diciembre de 1976, a las 9:30 horas de la mañana, el rey Juan Carlos I, nieto de Alfonso XIII, visitó las instalaciones siderúrgicas de Altos Hornos del Mediterráneo. Acompañaban al monarca el ministro de Industria, Carlos Pérez de Bricio; el Gobernador civil de la provincia y primeras autoridades valencianas, que fueron recibidas por el entonces presidente de Altos Hornos del Mediterráneo, Javier Benjumea.
El 2 de diciembre de 1976, el rey de España, Juan Carlos I, aclamado por los obreros siderúrgicos, inauguró las nuevas instalaciones fabriles de AHM
Ya en el interior de la nave-almacén de bobinas en caliente, el rey Juan Carlos I escuchó atentamente las palabras de bienvenida del primer directivo de la compañía. En su discurso, Benjumea manifestó al monarca la satisfacción de todas las personas de la empresa por poder recibirle en el centro de trabajo y después de comentarle al Jefe del Estado las expectativas industriales y laborales que ofrecía la nueva siderúrgica, le hizo entrega de una medalla conmemorativa de la puesta en marcha de la fábrica de laminación en frío, que había sido elaborada tomando como modelo una moneda saguntina de bronce, ampliada a unos ocho centímetros de diámetro.
Posteriormente, el monarca estampó su firma en la primera hoja del libro de honor y, acto seguido, recorrió, acompañado del presidente de la empresa, las instalaciones de la fábrica de Laminación en Frío, quedando oficialmente inaugurada la nueva planta siderúrgica.
Ni que decir tiene que el recorrido por los distintos departamentos de la factoría fue verdaderamente apoteósico, donde la banda de música de la Sociedad Musical Lira Saguntina interpretó el pasodoble ‘Valencia’, entre los aplausos de los múltiples trabajadores que, a ambos lados del pasillo, vitoreaban con gran entusiasmo al jefe del Estado, mientras que el rey se saltaba todo el protocolo para, más allá de las vallas, seguir dando ese apretón de manos que le pedían los obreros siderúrgicos.
Algunas fechas
En noviembre de 1973 comenzó la construcción de la nueva siderúrgica saguntina y el 13 de julio de 1974 la fábrica de Sagunto de Altos Hornos de Vizcaya se integró en Altos Hornos del Mediterráneo. Fue el 17 de septiembre de 1975 cuando se inauguró la carretera de acceso a la fábrica de laminación en frío. El 2 de diciembre de 1976 el rey de España, Juan Carlos I, inauguró oficialmente la nueva siderúrgica y el 28 de febrero de 1979 el Instituto Nacional de Industria (INI) adquirió la totalidad de las acciones de AHM.
Todo iba viento en popa, pero el 5 de octubre de 1984, el año próximo se cumplirá el cuarenta aniversario, el gobierno de España, presidido por Felipe González, decretó el cierre definitivo de la fábrica integral de AHM, con el compromiso de crear dos grandes empresas en la zona e instalar en AHM una línea de electrocincado que, junto con las jubilaciones anticipadas, solucionarían el problema de empleo sin bajas traumáticas.
Pasados los años, está bastante extendido en el municipio incluso en la Comunitat Valenciana, que tras el cierre de la cabecera siderúrgica integral, Sagunto ya no es ni la sombra de lo que fue, aunque se confía en que, con la instalación de la gigafactoría de Volkswagen, Sagunto y el conjunto del Camp de Morvedre recupere parte del esplendor industrial perdido en 1984.
