La concejalía de Servicios Sociales renueva el proyecto de bienestar social a través de las artes escénicas de atención a las personas con enfermedad mental crónica. Esta iniciativa la llevan a cabo Vicent Ortolà y Mariola Ponce, de la compañía Teatres de la Llum, que tienen una larga experiencia en proyectos de ámbito social a partir del trabajo en las artes escénicas, y que está incluido en el programa del servicio de atención y seguimiento para las personas con problemas de salud mental grave (SASEM).
El trabajo de lenguaje teatral con este colectivo hace que propicie el crecimiento personal y crecimiento como grupo centrado en la expresión, la conciencia corporal y la sensorialidad. Todos estos principios se trabajan de manera diversa y siempre se adaptan a las diferentes realidades de las personas que forman el grupo de trabajo.
Las artes escénicas son una práctica que genera transformación social. Toda persona es esencialmente creativa y solo hay que crear un marco y dar la oportunidad para que esta faceta se desarrolle. Una de las facultades más mutiladas cuando vamos creciendo es la capacidad de jugar y la capacidad creadora, por lo tanto, ofrecer un marco donde facilitar la posibilidad para desarrollarlas es un auténtico motor de transformación, que está demostrado que genera beneficios en las personas y en los grupos a los cuales se pertenece, propiciando la cohesión social. Estamos hablando de usar el arte escénico para potenciar y fortalecer la personalidad, sobre todo la autoestima, extrapolando el trabajo hecho a los ámbitos sociales y diarios, como explican desde el departamento y la compañía.
El concejal de Servicios Sociales, Alejandro Sotoca, ha dicho que «en este caso hemos renovado el proyecto que tenemos de las artes escénicas contra las consecuencias de la enfermedad mental crónica, creemos que es un proyecto importante que ha dado buenos resultados este año pasado y, como no podía ser de otro modo, se ha renovado. Desde Servicios Sociales continuamos trabajando y esperamos ir sacando más proyectos en este ámbito».
Tal como afirman Vicent Ortolà y Mariola Ponce, de la compañía Teatres de la Llum responsables del proyecto: «Se ha demostrado que con los colectivos sociales con los cuales hemos trabajado, gracias al teatro se pueden cambiar ambientes de rutinas, aprender otras cosas, conocer y respetar otros valores y mejorar el entorno familiar y comunitario, sobre todo cuando se trata de colectivos con riesgo de exclusión social».
A partir del trabajo y los procesos creativos que se han hecho en el centro Voramar donde se sitúa el programa SASEM, con este grupo hemos presentado dos propuestas teatrales. La primera fue a partir del libro de El Principito realizando todo un trabajo de escritura creativa, tomando como punto de partida el planeta individual donde cada uno vivimos, en referencia al personaje del libro, y desde nuestro planeta relacionarnos con los personajes de otros planetas, y que se presentó a la I Jornada sobre salud mental que organizó la Concejalía de Bienestar Social, con el título. "Asteroide B-612. Mi mapa estelar". La segunda es "Mirades", un trabajo que está en proceso de creación, que se presentó en la XIX Jornada de la Diversidad Funcional en la plaza Cronista Chabret, todo un reto para tratarse de un espacio abierto, y que es el proyecto que se está trabajando actualmente. En esta última propuesta se está trabajando igualmente con un proceso de escritura y con teatro de títeres y de sombras, con la mirada y las miradas como eje central.
Existen diferentes disciplinas teatrales que casi nunca se trabajan y que justamente con los grupos en riesgo de exclusión social son herramientas pedagógicas muy útiles para desarrollar la creatividad y la autoestima. Por eso tiene un peso importando el trabajo con el teatro de sombras y con el teatro de títeres.
Según la descripción del proyecto, uno de los objetivos principales es conquistar un espacio de libertad personal y creativa dentro de su comunidad por medio del teatro, con la complicidad de otras artes vivas, con objetivos como: La adquisición de hábitos de expresión, oral, corporal. Herramientas que posibilitan una mejor relación con el entorno, familiar, educativo, social, etc. Pero también trabajar con diferentes técnicas teatrales para poner en valor la pertenencia al grupo y proporcionar una experiencia artística compartida. Favorecer los procesos de inclusión social de manera positiva y desde una perspectiva lúdica y artística para dotar a los participantes y al grupo de herramientas básicas que favorezcan su crecimiento personal, fomentando el desarrollo de capacidades de autonomía personal y de manejo comunitario para evitar situaciones de deterioro, abandono y exclusión social. En definitiva promover la creatividad en un espacio compartido entre personas que mejoren las relaciones y el proceso de recuperación y de inclusión comunitaria de cada persona, con el objetivo de desarrollar una vida independiente más allá de la protección familiar o institucional.
