Terminando ya el presente año, el Ministerio del Interior ha publicado esta semana los datos correspondientes a los nueve primeros meses de este 2022 sobre los índices de criminalidad en municipios mayores de 20.000 habitantes, entre los que se encuentra Sagunto, única población del Camp de Morvedre que, como es sabido, cumple este requisito.
De acuerdo con estas cifras oficiales, podría decirse que las infracciones penales registradas entre enero y septiembre de 2022 experimentan un ligero repunte respecto a los años anteriores, tal y como se contempla en la gráfica. No obstante, hay que tomar en consideración que las cifras de 2020 y 2021 son más bajas debido a las restricciones de movilidad que puso en marcha el Gobierno de España para combatir la pandemia, por lo que el referente comparativo ha de ser el de los años previos a la emergencia sanitaria.
Tal y como se detalla en la gráfica, durante los tres primeros trimestres de 2016, 2018 y 2019, los actos delictivos superaron la barrera de los 2.000, solo en 2017 se produjeron registros por debajo de ese listón. De esta manera se puede ver que el repunte registrado en los primeros nueve meses de este 2022 no es particularmente significativo, puesto que son 307 casos más que los producidos, por ejemplo, en 2019.
A primer golpe de vista, el cuadro sobre indicadores de seguridad por tipología penal presenta algunos delitos que han crecido de manera llamativa en el municipio de Sagunto. En este sentido cabe citar, por ejemplo, los hurtos que en estos nueve primeros meses de 2022 crecieron en la capital del Camp de Morvedre un 42,8 por ciento, puesto que en ese periodo de 2021 se perpetraron 463 y en 2022 fueron 661. 
Ahora bien, si se recogen los datos que corresponden a los tres primeros trimestres de 2018 y 2019, años previos a la pandemia, se comprueba que en este 2022 el crecimiento no es muy notable, ya que en 2018 los hurtos fueron 601 y en 2019 ascendieron a 608.
Los datos también reflejan fuertes crecimientos, por ejemplo, en delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria, que en los nueve primeros meses de 2022 han crecido un 171,4% respecto al mismo periodo de 2022, pero en ambos casos se parte de números muy bajos, ya que el año pasado fueron 14 casos y este 2022, hasta septiembre, han sido 38. Algo similar sucede con las agresiones sexuales con penetración que, al pasar de 2 a tres casos, crecen un 50%.
Podría decirse, por tanto, que, tras dejar atrás las restricciones para frenar la pandemia, se está volviendo a la normalidad, o si se prefiere, que lo irregular eran esas cifras más bajas, originadas en 2020 y 2021 por las limitaciones de movilidad impuestas durante largos periodos de tiempo.
