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El pasado dos de septiembre, este periódico ya daba los detalles más relevantes del proyecto del paseo marítimo con el que cuenta el Ayuntamiento de Sagunto desde el pasado mayo. Se trata de un proyecto básico, elaborado por IMAP Consulting, con el fin de respaldar la petición a Costas de la concesión, tanto del paseo marítimo como de la avenida del Mediterráneo, al encontrarse ambos espacios afectados por el dominio público marítimo terrestre. Pues bien, en la Junta de Gobierno Local celebrada este viernes ha sido aprobado dar curso a la solicitud ante Costas para que el municipio obtenga la concesión del paseo marítimo y de la avenida Mediterráneo.

En el caso de la remodelación planteada para el paseo marítimo de Puerto Sagunto, el presupuesto total a fecha de cuando se concluyó su redacción, que, como se ha indicado, fue el pasado mes de mayo, alcanzaba la cifra de 15.026.940,68 euros, una cantidad que, con toda seguridad, no será definitiva, ya que esta actuación, de llevarse a cabo, todavía tardará años, lo que implicará, lógicamente, un incremento considerable de los costes, sobre todo, por los niveles de inflación que se están registrando.

Aunque el objetivo final es el de remodelar el paseo marítimo por fases, pero en su integridad, inicialmente se pretende que el Ayuntamiento, una vez obtenga la competencia, recaude por las concesiones de establecimientos hosteleros y, de esta manera, pueda compensar los gastos de mantenimiento que ya viene afrontando el municipio.

Así lo ha indicado el alcalde de Sagunto, Darío Moreno en declaraciones a este periódico: «Este es un proyecto que es fruto del consenso. Nosotros nos encontramos en una situación en la que, a día de hoy, estamos pagando lo que es el mantenimiento básico del paseo marítimo, pero no podemos llevar a cabo ningún tipo de actuación que no sea mínima, de hecho, cuando hemos solicitado algunas intervenciones que considerábamos necesarias, la respuesta de Costas ha sido negativa, debido, precisamente, a la falta de esa concesión que conseguiremos de forma inmediata. Si, finalmente, recibimos esa concesión, a partir de ahí, nosotros gestionamos esas concesiones, algunas de ellas caducadas desde hace mucho tiempo y podremos empezar a obtener recursos directamente de esas concesiones para compensar los gastos que ya estamos asumiendo con el alumbrado, el diferente pavimento que se encuentra allí, con la vegetación, etc».

Un reto

Teniendo en cuenta los elevados costes del proyecto, el alcalde tiene claro que su ejecución es un reto: «A partir de ahí, una vez obtengamos esa concesión, esa gestión de las concesiones, una vez que obtengamos toda esa capacidad de gestión, el siguiente reto será ver cómo llevar a cabo toda la remodelación pendiente del paseo marítimo, que, por una parte, tendrá lo que será el pavimento y los elementos básicos comunes y, por otra, tendrá los diferentes edificios que se encuentran enmarcados en la misma».

Aclara Darío Moreno, que con respecto a los edificios situados en el paseo: «la voluntad es incorporar algunos espacios, especialmente públicos, para poder desarrollar actividades tan interesantes, como, por ejemplo, un punto náutico o un punto de encuentro de la ciudadanía, también allí, en esa zona de la playa. Todo esto consideramos que permitirá incrementar los servicios en toda la zona, pero también el escaparate que supone el paseo marítimo de cara a los visitantes que se acercan a nuestro municipio. Nuestra fachada litoral es un motor de actividad económica imprescindible para poder seguir generando puestos de trabajo y poder continuar avanzando, y en esa línea vamos a actuar».

Se trata, según el alcalde, de modernizar la imagen del paseo marítimo,: «Queremos un cambio de imagen mucho más actualizada, pero, también incorporar esos servicios, que van desde un nuevo pipicán a un nuevo uso de espacios públicos, con incorporación de otras nuevas modalidades y también, por supuesto, como no puede ser de otra forma, facilitar que haya la mejor restauración en primera línea de playa, apoyando a nuestro sector de la hostelería».

Consenso

Por otra parte, la primera autoridad local resalta que toda esta iniciativa ha sido debidamente consensuada con el sector de la restauración que opera en el paseo, a quien quiere tranquilizar: «todos estos cambios han sido hablados, también, con los agentes privados que se pudieran ver especialmente afectados de forma negativa. Aquellas concesiones que estén en una situación irregular o que, tal vez, está incierto su futuro, han mantenido contactos con nosotros para poder asegurarles cuáles van a ser los siguientes pasos a dar por parte del Ayuntamiento».

Concluye Darío Moreno, poniendo de relieve que el proyectado paseo marítimo no es un proyecto del PSOE, sino del conjunto de la ciudadanía: «como digo, un amplísimo trabajo que es cierto que ha llevado tiempo, pero que consideramos que mejora sustancialmente el proyecto y, sobre todo, asegura que el día de mañana la mayor parte de la ciudadanía esté satisfecha con el trabajo que llevamos a cabo desde las instituciones, independientemente de quien las ocupe, porque este no es un proyecto del Partido Socialista, sino de la ciudadanía».

La cuestión mollar de este proyecto se localiza en la zona central del actual paseo marítimo. De las edificaciones que hay en pie, el edificio del antiguo Casino se propone para su rehabilitación como edificio polivalente multiusos, con punto de atención turística y recepción, sala de exposiciones, sala de usos múltiples, y una parte de uso restauración con la limitación de 200 m2.

En cuanto a la actual terraza de dicho edificio, situada en la parte trasera del mismo, se abriría como espacio público, ampliando la dotación de espacios verdes naturales, con grandes parterres que mejoren el drenaje natural del agua de lluvia y generen espacios más frescos en verano.

Para el edificio del Plenamar, que sí sobreviviría a esta reforma, se propone su rehabilitación como Escuela Municipal de Deportes Náuticos, con la finalidad de brindar a los jóvenes una nueva forma de disfrutar del medio marino. En esta línea, se plantea la reordenación de la urbanización de dicho edificio, generando nuevas rampas de acceso al mismo, para eliminar el efecto barrera de los muretes, haciendo un paseo más permeable.

Por otro lado, para el espacio de las viejas pistas de tenis el proyecto recoge su transformación en un espacio deportivo y de juego abierto. De esta manera, se proponen equipamientos organizados en bolsas de forma orgánica, que dotan al paseo de zonas deportivas tipo calistenia, zonas de equipamientos biosaludables para gente mayor, y una zona de Pump Truck con Skatepark para los más jóvenes. También nuevos juegos para niños, que se vinculan a los existentes que se conservan de la plaza de la Concordia, que, obviamente, también se conserva, además de una zona con rocas de escalada y la tradicional araña de cuerdas para trepar.

A primera vista, todo indica que se reducirán las plazas de parquin, pues el proyecto también describe que el aparcamiento asfaltado, situado al norte, se mantendría, aunque reduciendo su tamaño. En cuanto al ubicado detrás del edificio de la Cruz Roja, este espacio se dividiría en dos zonas con distintos accesos, estableciendo así, al partirlo, una nueva calle de paso directo.

Una de estas zonas, la situada entre la estación de bombeo y la plaza, se propone para un uso compatible de parquin en superficie. La otra zona se propone como una gran área naturalizada, con nuevo arbolado y zonas de picnic, que pueda compatibilizar su uso con el aparcamiento en temporada alta. Esto garantizaría que, durante la mayor parte del año, sería un espacio donde ir a disfrutar y comer bajo los árboles, y sólo en época estival se permitiría el aparcamiento de los visitantes.