El gabinete técnico Imap Consulting, por encargo del Ayuntamiento de Sagunto, ha redactado el proyecto básico para la solicitud de concesión de ocupación de bienes del Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT) y remodelación del Paseo Marítimo de Puerto Sagunto.
Es decir, el gobierno tripartito de Sagunto pretende que el municipio asuma las competencias del Estado, en cuanto a la remodelación del paseo marítimo, solicitando la concesión de este espacio, para lo cual, además, ha de presentar un proyecto que, encima, deberá ser aprobado por Costas.
Algo parecido sucedió en la pasada legislatura con la fortificación del Grau Vell. En este caso, el municipio de Sagunto, siendo alcalde el nacionalista Francesc Fernández, solicitó la concesión para poder acometer las obras de rehabilitación del fortín, cuyo coste ha supuesto finalmente una inversión para las arcas consistoriales de 1,6 millones de euros.
Sin embargo, en el caso de la remodelación planteada para el paseo marítimo de Puerto Sagunto, el presupuesto total a fecha de cuando se concluyó la redacción del proyecto, que fue el pasado mes de mayo, alcanzaba la cifra de 15.026.940,68 euros, una cantidad que, con toda seguridad, no será definitiva, ya que esta actuación, de llevarse a cabo, todavía tardará años, lo que implicará, lógicamente, un incremento considerable de los costes, sobre todo, por los niveles de inflación que se están registrando.
Aspectos del proyecto
Uno de los aspectos que llama la atención de este proyecto es que en la futura remodelación del paseo marítimo no se contemplan los terrenos del malecón de la desaparecida Compañía Minera de Sierra Menera, que, si bien se encuentran inmersos en un largo litigio, se les tendrá que dar una solución. En este sentido, cabe recordar que el proyecto de remodelación que presentó Costas en 2010 sí tenía en cuenta la integración de los terrenos del malecón en la actuación planteada.
Tal y como se detalla en este proyecto, la propuesta quiere primar la relación transversal de la población con el mar, mejorando los accesos, y convirtiendo los pasos transversales en calles de tránsito amplias y agradables, y que permitan la accesibilidad de la población al medio natural, a la vez que se propone una implementación de usos diversos que favorezcan el disfrute de la población en todos sus grupos de edad.
La cuestión mollar de este proyecto se localiza en la zona central del actual paseo marítimo, tal y como se detalla en el boceto. De las edificaciones que hay en pie, el edificio del antiguo Casino se propone para su rehabilitación como edificio polivalente multiusos, con punto de atención turística y recepción, sala de exposiciones, sala de usos múltiples, y una parte de uso restauración con la limitación de 200 m2.
En cuanto a la actual terraza de dicho edificio, situada en la parte trasera del mismo, se abriría como espacio público, ampliando la dotación de espacios verdes naturales, con grandes parterres que mejoren el drenaje natural del agua de lluvia y generen espacios más frescos en verano.
Para el edificio del Plenamar, que sí sobreviviría a esta reforma, se propone su rehabilitación como Escuela de Deportes Náuticos Municipal, con la finalidad de brindar a los jóvenes una nueva forma de disfrutar del medio marino. En esta línea, se plantea la reordenación de la urbanización de dicho edificio, generando nuevas rampas de acceso al mismo, para eliminar el efecto barrera de los muretes, haciendo un paseo más permeable.
Por otro lado, para el espacio de las viejas pistas de tenis el proyecto recoge su transformación en un espacio deportivo y de juego abierto. De esta manera, se proponen equipamientos organizados en bolsas de forma orgánica, que dotan al paseo de zonas deportivas tipo calistenia, zonas de equipamientos biosaludables para gente mayor, y una zona de Pump Truck con Skatepark para los más jóvenes. También nuevos juegos para niños, que se vinculan a los existentes que se conservan de la plaza de la Concordia, que, obviamente, también se conserva, además de una zona con rocas de escalada y la tradicional araña de cuerdas para trepar.
Menos plazas de parquin
A primera vista, todo indica que se reducirán las plazas de parquin, pues el proyecto también describe que el aparcamiento asfaltado, situado al norte, se mantendría, aunque reduciendo su tamaño. En cuanto al estacionamiento ubicado detrás del edificio de la Cruz Roja, este espacio se dividiría en dos zonas con distintos accesos, estableciendo así, al partirlo, una nueva calle de paso directo. Una de estas zonas, la que se queda entre la estación de bombeo y la plaza, es el emplazamiento del futuro tanque de tormentas, por lo que se propone para un uso compatible de parquin en superficie, ordenado mediante maceteros con arbustos de porte alto.
La otra zona se propone como una gran área naturalizada, con nuevo arbolado y zonas de picnic, que pueda compatibilizar su uso con el aparcamiento en temporada alta. Esto garantizaría que, durante la mayor parte del año, sería un espacio donde ir a disfrutar y comer bajo los árboles, y sólo en época estival se permitiría el aparcamiento de los visitantes.
