El Ayuntamiento de Sagunto cerró los ejercicios 2020 y 2021 con déficit o ahorro negativo, que es como se denomina eufemísticamente. Por otro lado, el consistorio ha llegado ya a una situación que para poder financiar obras municipales tiene que recurrir al endeudamiento, ya que, al dispararse tanto el gasto corriente y de personal, los recursos propios que obtiene por tasas, impuestos y transferencias de otras administraciones, no le permiten costear esas actuaciones.
En este sentido, el concejal de Hacienda y portavoz del PSOE, Javier Raro Gualda, en declaraciones a este periódico realizadas el pasado octubre ya confirmaba esta tendencia: «Con la realidad presupuestaria de nuestro Ayuntamiento los próximos años la gran mayoría de inversiones seguirá financiándose mediante préstamo, siempre garantizando un nivel de deuda viva constante y asumible».
Pues bien, como consecuencia de cerrar 2020 con déficit, el Ayuntamiento no pudo suscribir en 2021 un préstamo de 7,5 millones de euros, previsto para financiar esas inversiones. Ahora, tras conocerse la liquidación del presupuesto 2021 y comprobar que se ha vuelto a producir ahorro negativo, en este caso del 4,86%, es decir, un déficit algo superior a los 3 millones de euros, el tripartito se queda sin el préstamo que pensaba pedir, por importe de 8,5 millones de euros, para las actuaciones contempladas en el presupuesto de 2022. De esta manera, las inversiones de 2021 y ahora también las de 2022, asociadas a préstamos, no se podrán realizar. Esto significa que en el 50% de lo que dura la legislatura, que son cuatro años, se caen las obras municipales.
Ante esta situación, el equipo de gobierno ha incrementado las previsiones de ingresos municipales para este ejercicio en el presupuesto 2022, que se aprobó en el pleno municipal de ayer jueves, a cuenta del capítulo de enajenación del patrimonio municipal de suelo, es decir, la venta de solares de propiedad municipal, con la que esperan ingresar unos 6,5 millones de euros. En el cuadro que aparece en esta página se publican todas las tasaciones de inmuebles municipales que se pretender vender.
Expectativas irreales
Sin embargo, los históricos que obran en poder de la Delegación Municipal de Hacienda reflejan nítidamente que nunca se han cumplido, ni de lejos, las expectativas de ingresos por venta de suelo municipal, entre otras razones porque los precios a los que se ofertan los bienes del municipio suelen ser bastante más elevados de lo que marca el precio de mercado, pero como no se pueden vender por debajo del valor de tasación o de lo que en su momento le costaron al municipio, es muy complicado poder colocar estos bienes inmobiliarios.
Efectivamente, si se echa mano de los datos correspondientes a los últimos años, por ejemplo, entre 2016 y 2021, que es el periodo en el que están gobernando los progresistas y nacionalistas, se puede comprobar que la previsión total entre todos los ejercicios fue de 12.303.551,33 euros, sin embargo, los ingresos reales que se obtuvieron por este concepto alcanzaron la cifra de 460.067,11 euros, lo que representa, en términos de porcentaje, apenas un 3,74% del total. Viendo el comportamiento de este capítulo por medias anuales, la previsión de ingresos al año por la enajenación de solares o inmuebles municipales alcanzaba la cifra de 2.050.591,89 euros, pero la media realmente recaudada se elevaba hasta los 76.677,85 euros.
Por años, en el presupuesto de 2016 no se contempló ninguna previsión de ingresos por este concepto, aunque, una vez liquidado el presupuesto, la recaudación alcanzó los 121.021,20 euros. En 2017 el gobierno municipal, entonces presidido por el nacionalista Francesc Fernández, estimó una recaudación por la enajenación de bienes inmuebles municipales de 750.000 euros, pero solo se obtuvieron 131.106,30 euros. En 2018 todavía fueron mucha más exagerados o irreales los cálculos por la venta de estos bienes municipales, al estimarse la previsión en 2.300.000 euros, pero nuevamente se impuso la realidad y lo recaudado alcanzó los 100.851 euros.
En el presupuesto de 2019, año de elecciones municipales y autonómicas y, en consecuencia, último de la legislatura presidida por Francesc Fernández como alcalde de Sagunto, el afán de anunciar muchas inversiones en el municipio llevó al tripartito municipal a incluir en el presupuesto de aquel año unos ingresos a cuenta de la venta de solares por importe de 5.853.551,33, aunque la realidad se volvió a imponer una vez más y al cierre del ejercicio, una vez realizada la liquidación del presupuesto, se verificó que lo verdaderamente recaudado por este capítulo de enajenación de patrimonio municipal ascendió a 88.085,05 euros. Como se puede constatar, la desproporción entre lo previsto y lo realmente recaudado es abismal.
Tras las elecciones de 2019 y con el nuevo gobierno, presidido por el socialista Darío Moreno, la dinámica, lejos de cambiar hacia parámetros realistas, continuó alimentando la ficción presupuestaria por lo que a la venta de suelo municipal se refiere. Efectivamente, en el presupuesto de 2020, el primero elaborado por el nuevo gobierno, se incluye una recaudación por enajenación de suelo de 3.400.000 euros, sin embargo, la liquidación de ese presupuesto puso al descubierto que no se realizó ninguna transacción de ese tipo y, por tanto, no se logró ingresar ni un euro.
En vistas del ‘éxito’ alcanzado con esta partida que se incluyó en las cuentas municipales de 2020, para las de 2021, al contemplarse la solicitud de un préstamo de 7,5 millones de euros para financiar obras municipales, no se asignó ninguna cantidad a la venta de suelo, aunque, la reciente liquidación ha reflejado que por este concepto el Ayuntamiento de Sagunto pudo recaudar 19.003,56 euros.
Todos estos datos vienen a ratificar que las previsiones sobre venta de solares que realiza el equipo de gobierno, tanto el actual como el anterior, al apoyarse en previsiones que no son ciertas, nunca alcanzan, ni de lejos, las estimaciones que se realizan. Por tanto, para lo único que sirve esta práctica es para hinchar artificialmente el capítulo de ingresos del presupuesto municipal, aún a sabiendas de que no se cumplirán las estimaciones, con una intencionalidad claramente propagandística, ya que se asocian a esos ingresos ficticios unas inversiones municipales que, al final, no se materializan porque los solares no se logran vender y, por tanto, no se dispone de los recursos económicos necesarios para su financiación.
