El lunes de la pasada semana, la Confederación Hidrográfica del Júcar anunció que el pantano del Regajo y la presa de Algar había comenzado a evacuar agua con un caudal mínimo de 5 metros cúbicos por segundo, aunque se podía llegar hasta los 25 en el caso del Regajo y los 50 en el de la presa de Algar. Esta medida se adoptó debido a los caudales registrados de entrada al Regajo como consecuencia de las intensas lluvias que se registraron en la zona de Castellón.
Al día siguiente, el martes, el río Palancia presentaba un aspecto inusitado, el cauce, que siempre está seco, registraba una importante avenida que al llegar a la zona del delta se desbordó, inundando las zonas aledañas situadas al norte y al sur de la desembocadura. Este fenómeno no es la primera vez que sucede, pero siempre que ocurre el resultado es el mismo, sin que se hayan adoptado las necesarias medidas correctoras en la desembocadura para evitar estas inundaciones.
Mañana martes, por tanto, se cumplirá una semana desde que se produjera este episodio, sin embargo, durante todos estos días el sendero azul ha quedado inutilizado y las inmediaciones al río en la parte sur, es decir, la zona de Ciudadmar, siguen todavía embarradas. Por el río sigue bajando agua, aunque el caudal, siendo muy escaso, todavía impide el paso por el inicio del sendero azul en la parte sur, de ahí que algunos usuarios hayan colocado una hilera de piedras para poder cruzar sin mojarse los pies.
Algunos usuarios habituales de este entorno han lamentado que el Ayuntamiento de Sagunto no haya colocado una pasarela con tablones para que los usuarios puedan cruzar ese pequeño tramo por el que baja agua, también han mostrado su extrañeza por la suciedad y el barro que se acumula en las inmediaciones de la parte sur del delta.