De acuerdo con las estadísticas del Ministerio del Interior, sobre los indicadores de seguridad por tipología penal, que publica cada trimestre por municipios mayores de 30.000 habitantes, entre los que se encuentra Sagunto, cabría indicar que, tal y como se puede contemplar en la gráfica, el año de la pandemia, el 2020, fue el que registró una menor actividad delictiva en la capital del Camp de Morvedre. Los largos periodos de confinamiento, los sucesivos estados de alarma y las limitaciones a la movilidad, fueron determinantes para que los amigos de lo ajeno redujeran sus actividades.
El año que más infracciones penales se cometieron en Sagunto fue el 2019, con un total de 2.988, con niveles muy parecidos se comportaron los años 2016, 2017 y 2021, con 2.788, 2.758 y 2.732, respectivamente, como se puede constatar, en estos tres ejercicios se experimenta cierta estabilidad. Sin embargo, como se ha indicado, será en 2020 cuando se produzca una caída por encima de las 300 infracciones penales.
Ni que decir tiene que las infracciones penales más numerosas que se producen en Sagunto guardan relación con los robos y los hurtos. Sin embargo, hay que aclarar que el código penal los regula y castiga de diferente forma. Efectivamente, el robo y el hurto son delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico. En ambos casos el sujeto activo sustrae un bien mueble sin consentimiento de su legítimo dueño. La diferencia entre ambos tipos penales recae en el uso de la fuerza en las cosas o la violencia o intimidación en las personas.
El hurto se produce sin fuerza, intimidación o violencia. De esta forma, el robo es un delito más grave que el hurto, una circunstancia que queda reflejada en la pena. Un ejemplo clásico es el del bolso que se deja olvidado en el coche. Si el vehículo está cerrado y una persona fuerza la cerradura o rompe la ventana para llevarse el bolso, se trata de un robo. Sin embargo, si el automóvil se ha dejado abierto y el sujeto activo abre la puerta para sustraer el bolso, se trataría de un hurto. Por otro lado, quitarle la cartera a alguien sin que se dé cuenta es un hurto, mientras que, si le amenaza con un arma para que la entregue, se estaría cometiendo un robo.
En este sentido, cabe resaltar que son los hurtos los que encabezan la clasificación de la actividad delictiva en Sagunto, y representan alrededor de un 30% de todos los delitos que se cometen en el municipio, si bien es verdad que durante los años 20 y 21 ha disminuido este porcentaje, sobre todo en 2020.
La segunda posición la ocupa el robo con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, que en 2016 alcanzaron los 637, para descender hasta los 476 en 2017 y los 450 de 2018.
En 2019 fueron 379, y en 2020, año de la pandemia cayó la actividad hasta los 307 casos, aunque en 2021 volvió a remontarse con 342. En el caso de los robos con violencia e intimidación la incidencia es mucho más baja, de hecho, fue en 2016 cuando este tipo de infracción penal alcanzó su nivel más alto con un total de 71, ya que el resto de los ejercicios la incidencia ha sido menor. Tampoco es muy notable la sustracción de vehículos o los delitos por tráfico de drogas.
