El 8 de octubre de 2020, presentó la dimisión de forma voluntaria el gerente de la Fundación de la Comunidad Valenciana del Patrimonio Industrial de Sagunto, Luis Roberto Doménech, quien según declaró a este periódico en aquel momento, su marcha venía motivada por la parálisis de la Fundación ante la falta de recursos económicos.
Si la Fundación del Patrimonio Industrial se encontraba bajo mínimos, sin apenas financiación, puesto que las aportaciones del Ayuntamiento de Sagunto y la Generalitat Valenciana permitían sufragar poco más que la nómina del gerente y de una técnica adscrita a la entidad, la puntilla se le dio el 15 de marzo de 2020, fecha en la que entró en vigor el estado de alarma y el ERTE que paralizó toda actividad en la entidad, es decir, sus dos trabajadores se vieron afectados por este expediente de regulación temporal de empleo que se prolongó por más de seis meses. Tiempo en el que todo lo poco que se estaba gestionando quedó completamente paralizado.
Sin embargo, en enero de 2022 la gerencia de esta fundación sigue estando vacante, es decir, ha pasado cerca de año y medio desde que dimitiera el anterior responsable sin que el Gobierno municipal haya nombrado un nuevo gerente, lo que, en opinión del portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sagunto, Sergio Muniesa Franco, es un escándalo: «hay silencios elocuentes y llevar casi año y medio desde que renunciara el anterior gerente de la fundación del patrimonio sin nombrar un nuevo responsable es escandaloso. Estos casi 7 años de tripartito demuestran poco interés en recuperar nuestro patrimonio industrial y defender un legado que da forma, sentido y conocimiento de lo que somos».
El líder del PP en Sagunto va más allá, asegurando que la falta de interés por recuperar el patrimonio industrial se evidencia claramente con esta situación: «El equipo de gobierno no ha hecho nada, ni por reponer al gerente, ni por recuperar y poner en marcha el patrimonio industrial. Después de casi dos legislaturas seguimos con un horno alto sin finalizar; un museo industrial que sigue cerrado y solo es noticia por los actos vandálicos que sufre por el abandono; una Gerencia, que solo dio nombre a su pacto y que sufre año tras año el ninguneo de los presupuestos o una Nave de Talleres que ya no aguanta más anuncios sobre el inicio de las obras».
Llegados a este punto, Muniesa afirma que las excusas ya no se sostienen por más tiempo: «Un año después no son justificables, ni las excusas, ni los problemas con la fundación del patrimonio industrial que ahora gestionan y que ha abandonado hasta el gerente por su falta de financiación, sin que hasta la fecha haya sustituto o solución». Ante esta situación se pregunta Muniesa para qué ha servido que el Ayuntamiento de Sagunto tomara la decisión de asumir una fundación que no puede sufragar económicamente: «De qué sirve asumir la fundación industrial si el alcalde no hace ni por reponer al gerente que renunció hace más de un año».
Dejar morir la Fundación
En esta línea argumental, Muniesa deja entrever la posibilidad de que el Ayuntamiento asumiera en su momento la Fundación para dejarla morir: «Mientras los gobiernos autonómicos y del Estado no tienen ninguna previsión de actuación para recuperar el patrimonio cultural que supone el conjunto histórico industrial del Puerto de Sagunto, el tripartito calla, como si haber asumido la responsabilidad de la gestión de la fundación haya sido solo para dejarla morir».
Concluye el portavoz popular, Sergio Muniesa, lamentando que el patrimonio industrial esté abandonado a su suerte: «Nuestro patrimonio sufre el desprecio de los gobiernos del cambio, que votan en los presupuestos de la Generalitat, por ejemplo, que no se destine ni un euro para un proyecto integral en la Gerencia, después de que el PP lograra que fuera pública. Esa es la realidad patrimonial de nuestra ciudad. Lo grave es que ahora el alcalde, Darío Moreno, y el tripartito no mueven ficha, lo vemos con la falta de gerente o cuando la grúa cabria se desmontó o sentencian al pantalán a cambio de una obra nueva y renuncian a recuperar el patrimonio industrial. Solo esgrimen excusas mientras que el patrimonio de nuestra ciudad languidece o se hunde como el pantalán. Una afrenta en toda regla a nuestra identidad».
