El presidente de la asociación de comerciantes más antigua del municipio, José Luis Doblaré, lamenta que las nuevas restricciones hayan echado a perder la recta final del año a nivel comercial

Desde ACEISYC aseguran que 2021 se ha cebado con el pequeño comercio y el sector de hostelería

José Luis Doblaré Rubio, en una imagen de archivo José Luis Doblaré Rubio, en una imagen de archivo
Jueves, 30 Diciembre 2021 21:30

El pasado 2020 era tachado de «nefasto» por el presidente de ACEISYC, José Luis Doblaré Rubio, sin embargo, el representante de la asociación de comerciantes con más solera del Camp de Morvedre se muestra poco más optimista a la hora de cerrar 2021: «Hacer un resumen de la situación de los comercios este año me resulta difícil, ya que hemos tenido de todo, cierres, aperturas, renovaciones, incluso inauguraciones».

No obstante, Doblaré reconoce que este 2021 también es otro año para olvidar: «o sea, que otro año para olvidar o recordar según negocios, ya que, como el año 2020, el cierre de pequeños negocios ha sido tremendo. Entre el famoso virus y las grandes superficies, alguno no ha podido resistir y lo peor es que los que querían abrir se encuentran con la indecisión, según a quién se pregunte o el ramo al cual se quiere dirigir».

En opinión de José Luis Doblaré la situación general del municipio y particularmente de las empresas tampoco ayuda: «viendo la situación del pueblo con sus empresas, que pasa como con los comercios, que unas están saliendo de la crisis y otras están a punto de cerrar o reducir personal, es verdad que se están implantando nuevas y con vistas al futuro industrial del pueblo». En este aspecto destaca Doblaré el papel que desempeña el Ayuntamiento de Sagunto en cuanto a la agilización de los tramites se refiere: «gracias a la agilización de los permisos y licencias de obras».

Aunque el representante de los comerciantes sí distingue entre industria y logística: «no son empresas de producción, la mayoría son de logística y no necesitarán mucho personal, pero los que vengan necesitaran pisos y consumirán en el pueblo y disfrutaran del mismo, será un aliciente para nuevos pequeños negocios de hostelería, mantenimiento, reparaciones y similares y en ese ramo somos de los mejores, entiendo que eso está cambiando y tenemos que adaptar los negocios a las necesidades actuales, como recogida, entrega y servicios a domicilio».

En este sentido, Doblaré reconoce que el servicio a domicilio ha sido de gran ayuda: «Este puede ser un servicio que no hacíamos y ahora ha resultado otro medio de venta, el cual nos ha permitido salvar parte del año, así como la ampliación de las terrazas en la hostelería, la cual nos ha facilitado más aforo y menos contagios en los clientes, los cuales agradecen en todos los establecimientos en general al no ser un foco de contagios como se ha demostrado en varias ocasiones. No es así entre los entendidos en temas estadísticos, ya que siempre nos responsabilizan a los bares y lo arreglan cerrando o reduciendo horarios y aforos sin tener en cuenta la repercusión en el mantenimiento de estos».

Sobre el castigo al sector de hostelería, Doblaré reconoce que ha sido una constante: «Cuando estábamos recuperando el verano y todo se veía con un futuro a corto plazo, zas, nos encontramos otra vez con el virus que no se va ni con Mistol y, claro, volvemos a ser los afectados directos y nos exigen que pidamos el pasaporte COVID para entrar en nuestros establecimientos, incluso el DNI a los clientes».

El presidente de los comerciantes reitera que la ampliación de las terrazas han sido una buena solución: «reiterar que gracias a las terrazas no es necesario el pasaporte si se cumplen las condiciones de seguridad, de distancia, mascarilla y geles, así como la limpieza de las mesas y desinfección en cada servicio, haciendo así los establecimientos más seguros. No entendemos que a los locales de más de 50 clientes se nos exija que pidamos el pasaporte COVID y a las grandes superficies o establecimientos de alimentación o trenes y autobuses no sea así. Como he dicho antes, todo recae sobre los pequeños».

Como consecuencia de todas las restricciones que ha sufrido la hostelería, Doblaré considera que el cierre del año ha sido un desastre: «Esto ha acarreado que el cierre del año sea un desastre, con reducción de horarios, incluso cierre de establecimientos por la poca rentabilidad de los mismos, los cuales se habían preparado para el acontecimiento del cierre del año con ilusión y material para el mismo con anterioridad, ya que se venía una huelga de transporte para esas fechas, y ahora todo son anulaciones de fin de año y reyes».

Concluye Doblaré señalando que 2021 también será para olvidar: «En fin, ya dije que el 2020 era para olvidar y creo que este 2021 también lo será, confiemos en la recuperación de todos, en salud y trabajo, y gracias a todos los que lo harán posible, nuestros clientes y nuestro pueblo con sus dirigentes y funcionarios, y volvamos a ser un pueblo generador de puestos de trabajo en servicios, industria y turismo».


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