El accidente mortal del pasado lunes reabre el debate sobre el riesgo de esta vía de acceso al Puerto

El proyecto inicial de la V-23, que ha registrado varios accidentes, incluía dos rotondas más para atenuar su peligrosidad

El proyecto fue publicado en el BOP número 239 del 7 de octubre de 1992 El proyecto fue publicado en el BOP número 239 del 7 de octubre de 1992
Jueves, 23 Diciembre 2021 21:28

El grave accidente ocurrido a primera hora de la mañana del pasado lunes, 20 de diciembre, en la Avenida del Puerto (V-23), al chocar un turismo con un camión, ha puesto de relieve la peligrosidad de este vial que transcurre junto al polígono de Ingruinsa, que conecta directamente con las instalaciones portuarias del puerto marítimo de Sagunto y que se ha convertido en uno de los accesos más transitados de entrada y salida del núcleo urbano de Puerto Sagunto.

El suceso, que en esta ocasión se ha cobrado la vida de un hombre de 33 años, no es el primero que ocurre en este mismo tramo. Como se recordará, el 2 de enero de 2018, se produjo otra colisión frontal entre un camión y una furgoneta que transportaba material agrícola, con el resultado de un muerto y un herido con múltiples contusiones.

La siniestralidad de este tramo, acreditada por los accidentes mortales que en él se han registrado, ha reavivado, tras este último siniestro, el consiguiente debate en las redes sociales, desde donde se reclama una actuación en esta vía que reduzca su evidente peligrosidad. Se trata de una carretera con dos carriles laterales de servicio y uno central con doble sentido. El tramo en cuestión es completamente recto y tiene una longitud de algo más de un kilómetro, lo que permite circular a gran velocidad.

Dos rotondas eliminadas

Sin embargo, originariamente se incluían dos rotondas en esta calzada, según figura en los planos del proyecto del Parque Industrial publicados en el Boletín Oficial de la Provincia de Valencia número 239 del 7 de octubre de 1992. Tal y como se puede apreciar en la reproducción del plano, se contemplaban tres rotondas, la situada al oeste que es la situada junto al puerto marítimo y dos más, estas últimas partidas, para distribuir el tráfico al principio y a mitad del polígono, pero, en la fase de ejecución fueron suprimidas. Con estas dos rotondas, aunque hubieran sido partidas, como estaban planificadas, se hubiera logrado reducir la velocidad en esta recta, y, por consiguiente, atenuar la peligrosidad de forma considerable.

Puestos al habla con Marcelino Gil Gandía, que en aquel tiempo fue concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Sagunto, ha confirmado que, efectivamente, se hicieron varias reuniones con la demarcación de carreteras de la época para que, al menos se conservara una de las dos rotondas proyectadas, desplazándola a mitad del recorrido, justamente frente a la transversal avenida de Jerónimo Roure. De esta manera se lograba distribuir el tráfico por una de las principales calles de acceso a Puerto Sagunto y, al mismo tiempo, se introducía un elemento en el vial para reducir la velocidad en ese tramo.

Según ha explicado Marcelino Gil a El Económico, no fue posible convencer a la Demarcación de Carreteras para que conservara, al menos, una de las dos rotondas proyectadas: «nos reunimos varias veces con los responsables de carreteras para que no suprimieran las rotondas, pero como no atendían a razones, les llegué a plantear que en lugar de dos rotondas conservaran solo una, eliminando la situada más al oeste, a la altura de las naves de talleres, y desplazando la ubicación de la otra para que coincidiera con la Avenida del Jerónimo Roure, pero en Carreteras ya tenían tomada la decisión y no nos hicieron ni caso».

El que fue edil por el CIPS ha recordado que una de las razones por la que se presionó a la Demarcación de Carreteras para que no se suprimieran las rotondas o, por lo menos, se respetara una, fue, precisamente, para evitar que en ese tramo se pudiera circular a gran velocidad, téngase en cuenta que en aquellos tiempos, hace casi 30 años, las limitaciones en la normativa de tráfico no eran tan restrictivas como lo son en la actualidad.

Lamentablemente, los temores no fueron infundados y ya han sido varios los accidentes registrados en este tramo de la V-23, algunos de ellos con resultado de muerte. En este aspecto, resalta Marcelino Gil que: «está claro que la seguridad total no existe y el riesgo cero tampoco, pero una rotonda en el centro de esa vía habría ayudado mucho a reducir la velocidad y, por tanto, a mejorar la seguridad».


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Modificado por última vez en Jueves, 23 Diciembre 2021 17:19

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