El grupo municipal Compromís per Sagunt presentará en el pleno de noviembre una moción en defensa de la agricultura valenciana motivada por la nueva obligación tributaria impuesta a los agricultores con el Real Decreto 15/2020.
En palabras del portavoz del grupo, Francesc Fernández: «Resulta sorprendente y triste que un gobierno como el español, que es incapaz de defender la citricultura y la agricultura valenciana, en general, en Europa, que siempre tiene que ser moneda de cambio, que ha sufrido una crisis gravísima de precios, que ahora tiene que afrontar problemas con los tratamientos fitosanitarios, compitiendo de manera injusta con otros países terceros que no respetan las normas que se nos exigen a los valencianos, encima ahora haga modificaciones de carácter fiscal, o tributario, que van a complicar todavía más la vida de los agricultores, especialmente de los pequeños».
Como han informado desde esta formación, el Real Decreto 15/2020, de medidas urgentes complementarias para apoyar a la economía y la ocupación «ha cambiado las reglas del juego para el conjunto del sector agrario». Con este decreto, el gobierno del estado español ha hecho efectiva la obligación del pago de cuotas de afiliación a la Seguridad Social como autónomos agrarios (dentro del Sistema Especial para Trabajadores por Cuenta Propia Agraria- SETA), las cuales se sitúan sobre los 230 y los 250 euros al mes. La nueva obligación afecta a todos los productores que obtienen ingresos agrarios. Hasta ahora, esta obligación era efectiva, únicamente, para quien percibía más del 50% de sus rentas totales como resultado de la venta de sus producciones agrícolas o ganaderas.
«En este escenario de nuevas imposiciones tributarias, los pequeños agricultores como los de nuestra ciudad, se ven desatendidos y sin ningún tipo de incentivo para seguir adelante con su humilde actividad productora. Se trata, pues, de un ataque frontal a la fisonomía de nuestra actividad agraria que responde, exclusivamente, a una voluntad recaudadora, sin la menor muestra de sensibilidad hacia la situación de muchos de nuestros agricultores», explican desde Compromís.
Así pues, su portavoz apunta: «El gobierno español no tiene ninguna sensibilidad por una agricultura de carácter tradicional que ha sido importantísima en otras épocas para mantener cierto equilibrio de la balanza comercial en Europa y que ahora mismo está luchando para sobrevivir en unas condiciones muy adversas».
Ahora, la nueva norma, «lejos de suponer un avance en la seguridad del productor y un incentivo para seguir adelante con esta, cada vez menos valorada, y transmitida de generación a generación, actividad, se presenta como una obligación de complicado cumplimiento. Así, muchos de nuestros pequeños productores tendrán que abandonar la actividad porque les comportará más gastos que ingresos. Hay que recordar, en este sentido, que el rendimiento de la actividad agrícola es estacional y, por lo tanto, que la venta se circunscribe en una época del año muy concreta. Los gastos, no obstante, se duplicarán debido a esta nueva obligación tributaria».
El edil nacionalista considera que nuestra agricultura, «debido a su carácter minifundista será, así, una de las grandes perjudicadas en esta nueva maniobra recaudadora. Ante las debilidades que presenta nuestra estructura agraria -dispersión parcelaria, excesiva relevancia de la agricultura a tiempo parcial, falta de relevo generacional...- esta nueva tasa, lejos de suponer una solución, acabará para disuadir a las personas que mantienen vivos nuestros campos de seguir haciéndolo».
«Con esta moción, lo que plateamos desde Compromís, de acuerdo con lo que platean las asociaciones agrarias valencianas, es la retirada del decreto que modifica la manera de tributar de los agricultores valencianos. Esperamos, por supuesto, tener el apoyo mayoritario y que el gobierno español rectifique para poder contribuir a la mejora de las condiciones de los agricultores valencianos o, cuanto menos, a no empeorarlas todavía más», concluye Fernández.
