En el pleno de este pasado jueves, 28 de octubre, se aprobó una modificación puntual de la Ordenanza Municipal de Mercados. Para entender la modificación hay que retrotraerse al año 1996, cuando los mercados municipales fueron objeto de una profunda reforma.
Pues bien, los costes de aquella remodelación han sido amortizados durante 25 años por los propios comerciantes de los puestos del mercado, cuando un año sí y otro también han soportado en la cuota que pagaban al Ayuntamiento esta amortización. Ese período de amortización de 25 años acaba en este 2021 y ha sido por este motivo por el que se ha modificado la citada ordenanza municipal.
Sin embargo, desde Iniciativa Porteña entienden que ya no puede demorarse por más tiempo el abordarje de esta ordenanza de una forma más profunda, ya que las condiciones del comercio local actual no tienen nada que ver con las que existían cuando fueron aprobadas. En este sentido, el concejal porteño Juan Guillén expresa la anomalía de esta medida y pone en valor el esfuerzo realizado por los comerciantes del mercado interior durante estos 25 años, al asumir el coste de esas obras: «Efectivamente hay que considerar que de la reforma del mercado no solo se han beneficiado los comerciantes de los puestos, también los ciudadanos hemos podido disfrutar de unas instalaciones más cómodas y modernas. Por eso resulta extraño y anómalo que los costes derivados de aquella reforma hayan sido asumidos por los propios comerciantes durante 25 años, ya que son simples concesionarios y no propietarios de los distintos puestos. Es decir, cuando expire su concesión los puestos y las obras realizadas en el mercado pasan de nuevo al Ayuntamiento. Bajo este punto de vista desde IP queremos poner en valor y enfatizar el esfuerzo realizado durante estos años por los comerciantes del mercado interior».
El edil segregacionista critica que las peticiones de los vendedores sobre mejoras en el mercado hayan caído siempre en saco roto, argumentando el concejal de Mercados de turno que no pueden hacerse esas mejoras porque eso supondría modificar las ordenanzas y conllevaría un proceso largo y farragoso. Al respecto, el concejal de Iniciativa señala: «llama la atención esa excusa dada por miembros del equipo de gobierno sobre lo largo que resulta una modificación de la ordenanza, cuando esta modificación puntual que se aprobó ayer sobre un aspecto meramente económico se haya realizado en un tiempo récord. En cambio, peticiones de los vendedores durante estos años sobre la necesidad de mayor espacio de almacenaje, o un mayor espacio donde reunirse los miembros de la asociación que tienen constituida o la posibilidad de unir dos puestos cuando uno esté vacío y sea contiguo al que ya disponen, entre otras cuestiones, hayan sido desoídas».
Receptividad
Juan Guillén muestra su satisfacción, ya que la actual concejala de mercados, Ana María Quesada, ha mostrado su disposición para abordar la redacción de una nueva ordenanza sobre mercados municipales que atienda las nuevas necesidades del mercado y las peticiones de los vendedores: «Como decía al principio, las condiciones del mercado y las costumbres y usos de los consumidores han cambiado durante todos estos años y, por tanto, es necesario adecuar las ordenanzas municipales a esta nueva realidad si no queremos que los mercados languidezcan y se conviertan en algo residual y anecdótico para realizar la compra. En el mercado del Puerto hay actualmente 24 puestos abiertos y 13 cerrados. Por eso, manifestamos nuestra satisfacción porque la concejala esté de acuerdo en esta necesidad. Debe abrirse un proceso participativo en el que, sobre todo, tengan voz los vendedores del mercado, pero también desde Iniciativa Porteña vamos a proponer una serie de medidas que reactiven el mercado municipal».
