L’Escola d’Estiu, un proyecto de ocio educativo de la Concejalía de Juventud e Infancia del Ayuntamiento de Sagunto, no se trata solamente de una alternativa de convivencia de verano, además es un proyecto de calidad técnica y pedagógica. Este año cumple 28 años y se configura como un referente para varias generaciones.
Esta semana entra en su recta final en una edición en la que el mundo de los trenes, ya que el 2021 es el año europeo del ferrocarril, ha sido el aliado para hacer recorrer y vivir mil aventuras emocionantes a la juventud. El equipo de profesionales ha realizado un trabajo audiovisual y escénico, que consiste en una voz en off que hace viajar a las grandes aventuras vividas en los trenes y supone el relato que acompaña semana a semana a todo el alumnado.
En el marco del ferrocarril, han visitado las estaciones del Norte y Joaquín Sorolla de València, donde Vicente Ferrando y Mar Aguilar, personal de ADIF, les han abierto y guiado por espacios cerrados al público, dando una lección sobre la importancia del transporte colectivo y la sostenibilidad.
Asimismo, l’Escola d’Estiu está llena de otras muchas propuestas, como la excursión del grupo de mayores al parque acuático de Benicàssim, la visita al centro Naturia en València, que les ha enseñado a reconocer y valorar los diferentes ecosistemas, o la visita al patrimonio histórico e industrial de nuestra ciudad, en la que se ha incluido el Grau Vell.
También, este año l’Escola d’Estiu se ha sumado a la campaña RIU VIU y realiza una actividad de sensibilización y cuidado del río Palancia. Una iniciativa que pone en valor la necesidad de cuidarlo y preservarlo como el gran pulmón verde de la ciudad al tiempo que invita a la ciudadanía a incorporar de manera responsable el río como un espacio de ocio y convivencia.
Aún les queda el final, con propuestas como la semana Gamer y las actuaciones de Camí de Nora, un viaje en tren por dentro de nuestra ciudad y el último capítulo de Aventuras de l’Escola al Tren.
En definitiva, con estas actividades la juventud participante ha experimentado, creado, diseñado, nadado y jugado. Pero sobre todo ha tenido una experiencia vital llena de emociones, intentando hacer de cada menor de l’Escola d’Estiu una mejor persona, sensible a su entorno, activa y comprometida, según indican desde el departamento.
