Ciudad

Octubre del año 2000 fue muy lluviosos en los territorios del Camp de Morvedre y otras comarcas limítrofes, pero en el municipio de Sagunto, el día 9 de octubre por la tarde, en apenas una hora, la cantidad de agua acumulada superó los 30 litros por metro cuadrado en algunas zonas. Por la deficiencia en colectores pluviales, las arterias principales del Puerto y de Sagunto se vieron desbordadas por la inmensa cantidad de agua. Las calles Progreso, Luis Cendoya y adyacentes, las avenidas Nueve de Octubre, Hispanidad, Camp de Morvedre y Mediterráneo sufrieron los rigores de la tromba de agua.

Las trapas saltaron en numerosos puntos y en algunos incluso desaparecieron como consecuencia de la fuerte corriente que las arrastró. Efectivos de la Policía Local y Protección Civil, movilizados desde las seis de la tarde, procedieron a señalar los lugares donde las trapas estaban sufriendo problemas.

En la confluencia entre las avenidas Mediterráneo y Camp de Morvedre, el agua rebasaba claramente las aceras, y en calles como Luis Cendoya, algunos vecinos se vieron obligados a levantar parapetos para evitar que el agua se adentrara en sus inmuebles. Otra de las zonas muy afectadas se localizó a la altura de la Calle Palmereta, donde al agua corría en grandes cantidades de parte a parte de la vía. Sin embargo, uno de los puntos negros siempre que se producen lluvias como las de ayer, la carretera que une el Puerto con Canet, no fue cortada al tráfico.

En Sagunto, el tráfico tuvo que ser cortado a la altura de los ojos del Puente, ya que, además del agua que bajaba por Sants de la Pedra, se añadía la procedente de los laterales, y el riesgo de caídas al cauce estaba presente.

Cinco días de Gota Fría

Las inundaciones del día 9, fueron el preambulo de lo que vino después. Entre los días 21 y 25 de octubre, que duró la gota fría, se recogieron en el municipio de Sagunto 362,5 litros por metro cuadrado. Este fenómeno originó cortes de carreteras que provocó largas colas de tráfico que hacían más dificultosas ciertas operaciones de rescate que se tuvieron que realizar.

El día 23 de octubre, se contabilizaron169 litros por m2, provocando inundaciones en Almardà y la situación se agravó ante las continuas lluvias registradas durante todo el día. Todo ello provocó que la marjal se llenara no sólo por las lluvias sino también por las aportaciones de agua que recibía de la Vall de Uxó, Chilches y de las montañas de Almenara.

A partir de ese momento, la Acequia del Rey no podía evacuar el agua necesaria, principalmente por el temporal de Levante, por las golas y fue necesario bombearla. En este sentido el alcalde de Sagunto, Silvestre Borrás señaló: «estuvimos allí haciendo todo lo que pudimos, rompiendo carreteras, achicando agua..., pero el asunto nos desbordó cuando se llenó la marjal».

Evacuaciones

La presa de Algar vertía un caudal de 200 m3/sg que hacía que el río mantuviese un caudal constante, pero como continuaban las lluvias, éste recibía aportaciones de El Garbí, Estivella, Torres-Torres y especialmente de Alfara, a razón de 100 m3/sg, lo que provocó que el río incrementase notablemente su cauce.

El peligro real se produjo cuando se hizo necesario desembalsar agua del pantano del Regajo y ante las continuas lluvias se procedió a realizar las evacuaciones de personas en las zonas más peligrosas. En este sentido, el alcalde, manifestó: «estoy satisfecho porque no ha pasado nada, hemos previsto con suficiente antelación las medidas, si no hubiese sido imposible el dispositivo de autobuses. La evacuación estuvo bien organizada por los Servicios Sociales, en cuanto al lugar de acogida y satisfacción de las necesidades básicas de los afectados».

El Hospital de Sagunto: un punto débil

Hay que recordar que la noche del día 23, al río Palancia le faltaron unos pocos centimetros de caudal para desbordarse, una de las zonas con más probabilidad de desbordarse se localizó un poco más arriba de Pedres Blaves. En esta zona estuvieron vigilando las autoridades municipales, técnicos y maquinaria pesada por si había que actuar, además estuvieron presentes numerosos vecinos de la zona y periodistas.

El Hospital comarcal de Sagunto fue uno de los puntos más débiles durante los días en que se mantuvo la alerta por inundaciones, ante el posible desbordamiento del río Palancia. Por este motivo, una de las actuaciones que se realizó fue la evacuación de los enfermos que se encontraban en la planta baja, para su instalación en plantas superiores. Sobre este asunto, tanto el el director de la presa de Algar, Enrique Cifres, como el alcalde coincidieron en en señalar que la ubicación del hospital era un punto débil.

Según el alcalde de Sagunto, el problema residía en que se podía romper el río como consecuencia de las obras de la carretera que se estaban construyendo en sus proximidades, «por este motivo se procedió a colocar potentes focos que facilitaron la vigilancia y seguimiento del río y se desplazó una brigada de bomberos».

En relación al dispositivo de emergencia, se contaba con dos vehículos patrol en Almardà, uno era de Policía Local y el otro de Protección Civil. El resto de vehículos estuvieron desplazados por todo el cauce del río desde el Hospital de Sa­gunto. Ademásdestacó Borrás que el Director del Hospital le informó que podrían tener problemas graves ya que el grupo electrógeno se encontraba en el sótano y si se inundaba el hospital se quedarían sin suministro eléctrico. Por este motivo, el alcalde gstionó, que se le suministraron unos grupos electrógenos. al centro sanitario.

En este sentido, Silvestre Borras informó que también se le había suministrado un grupo electrogéno a la emisora Onda Cero Sagunto, «con el fin de que pudiera emitir en todo momento, por si necesitábamos lanzar algún mensaje urgente».

El 26 de octubre, un día después de que la gota fría diera tregua, se celebró en el Ayuntamiento de Sagunto el pleno municipal. A éste acudió Antonio Morcillo, miembro de la AA.VV. Esperanza Marina del Puerto, para solicitar a todos los grupos políticos y al equipo de gobierno que presidía Silvestre Borras (PP), la necesidad de aunar fuerzas para fijar como objetivo principal la urgente canalización y defensa del río Palancia. Hay que tener en cuenta que los barrios más próximos al cauce del río podrían verse afectados por otra riada similar o más peligrosa.

En respuesta a esta intervención, el alcalde de Sagunto Silvestre Borrás, informó que este proyecto se encontraba, en aquellas fechas, en elaboración, aunque reconocía que tras lo vivido durante esta gota fría se hacía necesario acelerar los trámites para su finalización. En este sentido se mostró optimista por los frecuentes contactos mantenidos con el conseller Carlos González Cepeda, (PP) y confiaba que las conversaciones mantenidas podrían tener su fruto y aparecer la canalización del río Palancia en los presupuestos del Consell para el año 2001. No obstante, Borrás, aseguró que iba a solicitar que se agilizaran los trámites que permitirían el encauzamiento del río, con el que pasaría a tener un sólo brazo. El proyecto ya se encontraba elaborándose, según Borrás, antes de que ocurrieran estas lluvias.

Como se puede comprobar después de 20 años, la eliminación de la desembocadura sur del río Palancia no se ha construdo, por lo que es un incumplimiento más, de la administración autonómica del PP, en este caso, con el Puerto, lugar donde se encuentra desembocadura.

Tras la rida, durante varios años, el ayuntamiento gestionaba en Otoño, labores de limpieza para que las conduciones de evacuación de lluvia e imbornales estuvieran listos en caso de gota fría, e incluso se abría la barrera de piedras de la playa, para en caso de avenidas facilitar la salida del agua al mar. Hábitos que al parecer se han abandonado.

En una primera paroximación, el Ayuntamiento de Sagunto cuantificó los daños ocasionados por la gota fría en cerca de 200 millones de pesetas, aunque desde el Consistorio, se advitió que era necesario finalizar un estudio más profundo, que estaban realizando diferentes técnicos del Consell Agrari, del departamento de Aguas y del departamento de Urbanismo, y en función de la valoración, no se descartaba solicitar la declaración del municipio como zona catastrófica. En principio, se anunció que se iba a pedir ayudas a la Conselleria de Obras Públicas y a Diputación.

La presa de Algar desaguando en octubre de 2000

Diferentes cargos del Gobierno valenciano visitaron Sagunto para interesarse por los daños causados. El conseller de Administraciones Públicas, Carlos González Cepeda, «pudo contemplar desde un helicóptero los efectos que había provocado el temporal. El Director General de Interior, Fernando Coquillat, visitó en automóvil una de las zonas que se había visto más afectada por las inundaciones, la playas de Almardà» informó Borrás quien aseguróque «la infraestructura de colectores y aliviaderos que se habían construido desde el Ayuntamiento, había evitado una verdadera catástrofe en el municipio».

Relación de Daños

Diferentes zonas se vieron afectadas por la gota fría; una de las más espectaculares fue las playas del municipio. Su limpieza, reparación de instalaciones y reposición de la arena, iba a ocupar gran parte del presupuesto que se iba a solicitar para ayudas.

El polideportivo municipal, también sufrió importantes daños, había que retirar el antiguo parquet y colocar uno nuevo con un coste estimado de 5 millones de pesetas, aunque no era definitivo.

Otras zonas afectadas y de las que no estaban cuantificados aún los daños fueron la Acequia Mayor, el Canal de Soneja, Almardà, los puentes del río, algunas carreteras, caminos rurales y cortes en el alcantarillado y en tuberías de agua, y otras infraestructuras de la comarca, entre ellas, la Acequia Mayor.

Los más de 3.000 millones invertidos para la construcción de la presa de Algar del Palancia fueron amortizados completamente, según el Director de la obra y autor del proyecto, Enrique Cifres. «al evitar los innumerables daños que se hubieran producido de no estar la misma, ya que redujo el caudal que circulaba por el río a menos de una tercera parte de lo que entraba en la presa». Cifres estuvo más de 36 horas en la presa informando al alcalde, cada media hora, de las conversaciones que mantenían con la CHJ.

La presa de Algar tiene una capacidad de 6,3 millones de metros cúbicos y se produjo su llenado en prácticamente seis horas impidiendo, por tanto, realizar escalamientos de carga. Según Cifres, la presa jugó, «un papel importantísimo en el control del caudal que circulaba por el cauce del río Palancia». Destacando que el 24 de octubre a la presa entraban cerca de 800 metros cúbicos por segundos y sólo soltaba 260 metros cúbicos, reduciendo por tanto, a menos de la tercera parte el caudal que circulaba por el río y que hubiera causado problemas importantes a las poblaciones que atraviesa. Por este motivo quiso destacar: « sólo hay que pensar que si la presa no hubiera estado lo que habría pasado con el Hospital de Sagunto».

En este sentido, quiso destacar que desde la Confederación Hidrográfica del Júcar nunca se pensó que se podía romper la presa. Sin embargo, reconoció que la situación era potencialmente muy grave desde el punto de vista del caudal, si se seguían produciendo lluvias.

Las Compuertas

El Director de obra quiso destacar que el tipo de actuación previsto ante estas situaciones esperadas en las épocas de otoño, establece la apertura de compuertas para prevenir que el embalse se encuentre lleno en el momento en que se produce la avenida de agua. Por este motivo argumentó que la no existencia de compuertas actualmente, no ha impedido el funcionamiento normal ante estas situaciones de riesgo, ya que de haber estado, hubieran permanecido abiertas, tal y como establece los procedimientos. En este sentido, Enrique Cifres subryó: « si la presa ha podido hacer esta protección es porque no habían compuertas. Las compuertas abiertas es la forma óptima de embalse durante la avenida de agua».

En esta línea de declaraciones, Cifres destacó: «lo que ha salido publicado de que la falta de compuertas ha provocado estragos, es una total falsedad que sólo denota desconocimiento e ignorancia en la materia».

Funciones de la presa

La situación de sobreexplotación a la que se ha llevado a los acuíferos ha originado situaciones de contaminación, salinización y agotamiento de los mismos. El terreno permeable en el que se asienta la presa de Algar conseguirá realizar la recarga artificial de éstos, aunque desde la CHJ señalaron que es necesario realizar estudios sobre esta recarga para realizar actuaciones eficaces. Por este motivo, la presa de Algar se ha desarrollado con el fin de lograr dos funciones principales: la primera y fundamental es desarrollar una función medioambiental con la recarga de acuíferos y la segunda es de protección de la población al realizar la laminación de avenidas.

En este sentido, el Director de obra ,concretó: «La finalización de la parte de obra civil ya ha habilitado la función de laminación de avenidas, y la otra, la de retener el agua por más tiempo y que se vaya infiltrando poco a poco, habrá que ir haciendo pruebas e instalar las compuertas».

Finalmente insistió Cifres: «Esta no es una presa para estar llena, cuando venga el agua parte se soltará durante la avenida y parte se retendrá para realizar el mantenimiento de los acuíferos».