Las labores de pavimentación y asfaltado del aparcamiento de la avenida Mediterráneo han retrasado su finalización hasta la próxima semana según ha asegurado el concejal delegado de Mantenimiento, Pepe Gil.
El pasado domingo hubo un incendio en las pistas de tenis contiguas a la zona de las obras del aparcamiento que provocó que tuvieran que intervenir los bomberos, quienes tuvieron que conectarse a una boca de riego para poder apagar dicho incendio. «El resultado fue que se apagó sin ningún tipo de problema pero no se sabe muy bien quién se dejó una boca de riego medio abierta», ha asegurado Gil.
Esto provocó que durante la tarde y toda la noche del domingo estuviera saliendo agua de esta boca de riego situada próxima a la zona de las obras del aparcamiento que hizo que se inundara el aparcamiento provocando que, tal y como estaba previsto, el lunes no pudieran asfaltar los terrenos. «Han tenido que hacer maniobras para poder airear la tierra porque no se puede asfaltar en tierra húmeda porque si no el asfalto no agarraría y se echaría a perder rapidísimamente», ha señalado el delegado de Mantenimiento.
Como consecuencia, Pepe Gil ha manifestado que, a día de hoy, todavía no se ha podido asfaltar perjudicando tanto a la empresa y usuarios del aparcamiento como al propio Ayuntamiento de Sagunto. «Teníamos esperanzas que estuviera ya acabado para este fin de semana y, lamentablemente, esta situación ha provocado que no se pueda asfaltar hasta el próximo lunes, de forma que entre lunes y martes de la semana que viene se harán las tareas de asfaltado y, una vez se seque y sin que nadie lo pise se procederá a pintar. Esperamos que el próximo jueves el aparcamiento esté completamente en condiciones de poder ser utilizado», afirma el edil.
Cabe recordar que esta obra es una de las prioridades marcadas por la mesa de trabajo de movilidad del Ayuntamiento de Sagunto, adjudicada a la empresa BECSA SA, por un importe de 35.880 euros (IVA incluido). La obra consiste en adecuar la parcela de 4.632 m2 situada en la avenida Mediterráneo, a la altura del número 44 (junto a las pistas de tenis), y es una demanda vecinal por los problemas derivados de la generación de polvo y los baches que no garantizaba las condiciones mínimas de calidad urbana e imagen.
«Es cierto que esta situación ha sido una traba para todo el vecindario que vive en esta zona, así como también para todos los comerciantes, restaurantes y bares pero no hemos podido hacer otra cosa, puesto que no sabemos quién se dejó la boca de riego abierta provocando esta inundación», ha finalizado el concejal Pepe Gil.
