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Gloría Calero Albal, ayer, en su despacho de la Delegación del Cobierno de la Comunitat

Tal y como recuerda Gloria Calero Albal, fue nombrada delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana el 11 de febrero, tomó posesión del cargo formalmente el 21 de febrero y el 14 de marzo se declaró el Estado de Alarma. De esta manera afrontaba su nueva etapa política, afrontando una situación extremadamente complicada y sin manual de instrucciones. La actual titular de la Delegación del Gobierno nació en 1954, cursó estudios de enfermería en la Universidad de Murcia y, desde 1974, ha venido desarrollado diferentes puestos de gestión como enfermera durante el ejercicio de su profesión. Antes de ser nombrada delegada del Gobierno, ocupada la Dirección de Enfermería del Departamento de Salud de Sagunto. Hace 25 años, en la legislatura de 1995-1999, inició su carrera política como edil de Igualdad y de Servicios Sociales en el consistorio saguntino, institución que presidiría en el mandato 2003-2007 en un pacto de Gobierno con Esquerra Unida y Bloc, hoy Compromís. Durante ese tiempo, compaginó su puesto de alcaldesa de Sagunto con el de vocal de la Junta de Gobierno de la Federación Española de Municipios y Provincias. Asimismo, entre los años 2000 y 2004 fue miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE, siendo secretario general del partido José Luis Rodríguez Zapatero.

El pasado 11 de febrero el Consejo de Ministros la nombró delegada del Gobierno de la Comunidad Valenciana. Podría decirse que ha sido un salto a la primera división de la política, ¿no?

Más que a primera división yo diría que a primera línea. Ha sido una gran satisfacción que el Gobierno de Pedro Sánchez haya pensado en mí.

¿Ha sido concejala y alcaldesa de Sagunto, miembro de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE y ahora delegada del Gobierno de España. ¿Esta nueva responsabilidad puede considerarse el broche de oro a su carrera política?

Bueno nunca sabemos dónde estará el broche de oro, eso te lo tienen que poner las personas para las que trabajas y dedicas tu tiempo. A nivel político he tenido grandes satisfacciones personales, ser la alcaldesa de esta ciudad ha sido una de ellas, que sin duda y a pesar del tiempo y de las complicaciones de aquel momento, recuerdo con mucho cariño y respeto. Espero que esta nueva etapa, de una gran responsabilidad, sea merecedora de la confianza que han puesto en mí las personas que me han propuesto y nombrado.

¿El papel de la delegada del Gobierno, por decirlo llanamente, consiste en defender los colores del Gobierno de España en esta región?

Sí, y no solo eso, es la Administración Periférica del Estado y lógicamente represento al Gobierno en esta comunidad autónoma. Dirijo la Administración del Estado en la Comunitat y coordino cuando procede con la Administración Autonómica, en materia de seguridad, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado e intento transmitir como afectan las políticas que pone en marcha el Gobierno a los ciudadanos y ciudadanas de la Comunitat.

Hay, además, un proceso a la inversa, como el de trasladar a los diferentes ministerios las peticiones, necesidades o carencias de la región.

Efectivamente, mantenemos reuniones con colectivos sociales y económicos, recogiendo sus necesidades y propuestas, las cuales gestionamos con los ministerios correspondientes.

En este contexto, podría decirse que se solapan la Delegación del Gobierno y la propia Generalitat.

No, cada Administración tiene sus competencias y el éxito es que haya una buena coordinación entre ambas.

Cuando fue nombrada para este puesto, nada hacía pensar que se avecinaba una crisis sanitaria de primera magnitud, solo comparable a la gripe española de hace ahora un siglo. ¿cómo se afronta una situación de semejante calado, recién llegada y sin manual de instrucciones? ¿pensó alguna vez: ‘paren esto que me bajo’?

Fui nombrada el 11 de febrero, tomé posesión formalmente el 21 de febrero y el 14 de marzo se declaró el Estado de Alarma. A partir de ahí, todo se transforma, todo cambia. La prioridad absoluta de la Delegación es hacer frente a la pandemia, coordinar la Administración central y Autonómica, coordinar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a las Policías Locales que, desde ese momento, pasan a estar bajo el paraguas del Ministerio del Interior. Contestar e intentar dar solución a todas las dudas de ciudadanos y ciudadanas, alcaldes y alcaldesas y organizaciones diversas, surgidas de las publicaciones de los diversos BOE que publica el Estado ante la nueva situación derivada de la gran crisis sanitaria que empezábamos a vivir. Y respecto a la últimaparte de su pregunta… ya me conoce, no soy persona de renuncias.

¿Ha sido complicado coordinar todos los efectivos del Estado, de Orihuela a Vinaroz, en la lucha contra el coronavirus?

No, no lo ha sido. Pero el mérito fundamental no es de quien coordina, sino de los recursos a coordinar. Esos recursos han trabajado con una entrega absoluta en una situación muy dura. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como las Fuerzas Armadas han demostrado su gran profesionalidad y voluntad de servicio sin ninguna duda, y en ese sentido ha sido fácil, muy fácil, trabajar con ellos y ellas. Igual que los funcionarios y funcionarias que dependen de la Administración central, desde las personas que estaban en teletrabajo hasta quien estaba en presencia física, reforzando, sin poner ningún problema, áreas que por su trabajo han visto en este periodo aumentadas sus tareas, como las oficinas del SEPE, que sin parar han tenido que gestionar el volumen de ayudas económicas puestas en marcha por el gobierno central para que nadie se quede atrás.

Durante estos meses de confinamiento, la mayor parte de la ciudadanía se ha comportado de modo ejemplar ante el cumpliendo la norma, pero siempre hay, digamos, versos libres. ¿las denuncias por saltarse el Estado de Alarma han sido muchas en este territorio? ¿La Comunitat, en este aspecto, está por encima o por debajo de la media nacional?

Creo que estamos en la media. Mire, hemos sufrido mucho, aún tenemos miedo, aún hay mucha tristeza en el ambiente porque han muerto muchas personas. Aun con todo lo dicho deberíamos sentirnos orgullosos, ya que con nuestro gran esfuerzo, responsabilidad y solidaridad hemos doblegado al virus, la gran mayoría hemos respondido, nos hemos cuidado y así hemos cuidado a la colectividad. Tenemos que poner en perspectiva todo lo conseguido y darle el valor que merece. Por ejemplo, teniendo en cuenta que no es lo mismo pedirle a una sociedad como la nuestra, en la Comunitat en particular y en toda España en general, que renuncie a parte de nuestra idiosincrasia como sociedad: a nuestros hábitos sociales, al contacto humano, a la vida en las calles. Desde ese punto de vista, el esfuerzo que ha hecho la sociedad española es relativamente mucho mayor que el de otros países. Debemos atribuirle a este hecho un enorme valor simbólico. Obviamente también ha habido conductas insolidarias; pero han sido la excpeción a la regla de la disciplina social con la que hemos doblegado la curva. Han tenido su correspondiente respuesta sancionadora, porque no podemos tolerar que la irresponsabilidad de unos pocos arruine el esfuerzo de tantos.

Hay opiniones encontradas con respecto a la aplicación ininterrumpida del Estado de Alarma desde el pasado 15 de marzo. Ya se vio en el Congreso de los Diputados que las opciones de la derecha están en contra de que se continuara prorrogando por más tiempo. ¿Realmente solo se dispone del Estado de Alarma para controlar de forma eficiente la desescalada?

Mire, los adivinos del pasado me gustan poco. Por suerte, y digo por suerte porque en la historia reciente no habíamos vivido una pandemia de estas características, nadie sabía cómo iba a evolucionar esta situación; y quien diga lo contrario miente y si no miente ¿por qué no propuso otras alternativas? El Estado de Alarma es una herramienta contemplada en nuestra Constitución específicamente para situaciones como la que hemos vivido. Y la evidencia demuestra que ha sido clave para frenar la pandemia, porque ha dado cobertura jurídica a la restricción de la movilidad. Sin dicha herramienta, difícilmente se hubieran mantenido tasas de contagio relativamente bajas en territorios que han sufrido un menor impacto. Se puede afirmar que el estado de alarma, que por otro lado han usado todas las democracias de nuestro entorno, ha salvado vidas y sido crucial para frenar el virus.

Estos días hemos visto a seguidores de Vox manifestándose en las principales ciudades españolas contra el confinamiento, ¿Cómo se compatibilizan las limitaciones de movimientos del propio Estado de Alarma con el derecho a manifestación y el control de la enfermedad?

Es muy incongruente el comportamiento de algunos colectivos. Algunos de ellos están detrás de las denuncias a Delegados y Delegadas del Gobierno de algunas Delegaciones, por ejemplo, a mí por permitir las manifestaciones del 8M, cuando había 34 enfermos en toda España por COVID-19 y aún no había ningún fallecido. Pues bien, en plena pandemia con miles de enfermos y enfermas y con 27.000 fallecidos y fallecidas, haciendo un ejercicio de gran irresponsabilidad convocan manifestaciones donde no se guardaban ni las medidas sanitarias ni de distancia física marcadas. Y no solo convocan manifestaciones que no cumplen con lo que solicitan, si no que animan a la gente a que salga a la calle. Muestran ser personas muy irresponsables. En todo caso, el derecho de manifestación está amparado por la Constitución. Y, como tal, es una seña de identidad de una democracia plena como la nuestra. Lo único que pido es que quien quiera ejercerlo, haga una reflexión profunda sobre las consecuencias y sobre todo lo que hemos sacrificado para llegar al punto en el que hoy estamos.

Usted, que es profesional de la sanidad y que tendrá acceso a informes técnicos, conocerá el riesgo que existe de que, si la desescalada se hace mal, se pueda volver a la casilla de salida. ¿Realmente existe esta posibilidad?

El riesgo existe, claro que existe. El virus sigue entre nosotros y no hay vacuna, por lo tanto, si olvidamos todo lo que hemos pasado y olvidamos el distanciamiento físico, la mascarilla, el lavado de manos y la solución hidroalcohólica… volveremos a la casilla de salida.

Viene el calor y el tiempo de playa, ¿de qué forma se garantizará el distanciamiento social para evitar un posible rebrote del coronavirus? En este aspecto, el papel de los Ayuntamientos será fundamental, pero con unas plantillas de la Policía Local más bien escasas, no parece que sea suficiente. ¿Desde Delegación del Gobierno tienen algún plan previsto?

Ahora más que nunca dependemos de la responsabilidad individual, sabemos que es lo que se nos pide para seguir parando al virus, debe ser como un mantra que no lo repitamos continuamente… Distanciamiento físico. Lavado de manos. Solución hidroalcohólica y mascarilla. Si lo pensamos, no es mucho. El control de las playas es competencia municipal por lo tanto es la Policía Local quien tiene las competencias. Si algo hemos aprendido de esta crisis es la necesidad de coordinarnos todos y todas para ser más eficaces, me refiero a las Instituciones y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. La Generalitat va a contratar a la figura de informadores para informar de las normas y vigilar que se cumplan. En lo que respecta a la Administración General del Estado, seguiremos, como hasta ahora, apostando por la máxima cooperación. Y poniendo todos nuestros recursos al servicio de un fin compartido: garantizar la salud pública y propiciar una reactivación económica que esta tierra necesita y que, en buena medida, está asociada a un sector clave como es el turístico.

A nivel personal, que supone ser la representante del Gobierno de España en la Comunidad Valenciana, sobre todo, en una situación tan excepcional como la presente.

Mucho trabajo, mucha responsabilidad, mucho respeto con todo y hacia todos y todas.