Tras el paso de la Tormenta Gloria, se han vuelto a poner en evidencia las grandes deficiencias que, en materia de infraestructuras, arrastra Almardà desde hace décadas. En este sentido el presidente de la asociación de Almardà, Corinto y Malvarrosa, el saguntino José Girona, lo resume de forma muy gráfica: «Ha ido fatal, muy mal».
Lo cierto es que cada vez que se produce un temporal, aunque sea de menor intensidad que este último, la zona de Almardà sufre inundaciones importantes y, en esta ocasión, se ha vuelto a repetir, aunque con mucha más intensidad, según relata José Girona: «En las tres playas, las de Almardà, Corinto y Malvarrosa, hemos tenido graves problemas. En la playa de la Malvarrosa hemos tenido el problema en las casas de Queralt, donde el agua ha entrado sin limitaciones, exactamente igual que en la urbanización Malvasur y el Camping. En la Gola de Cuartell el agua ha entrado como Pedro por su casa. En el Gato Montés también ha entrado en cantidad y en la avenida de Italia, Hasta, incluso, la zona donde está la iglesia era un lago, la calle del consultorio medio exactamente igual, se han inundado bajos. En fin, esto ha sido un completo desastre. No ha pasado nada de milagro, pero la verdad es que el temporal ha hecho mucho daño en Almardà, mucho».
El presidente de la entidad vecinal, José Girona, emplaza a Costas y al propio Ayuntamiento de Sagunto para que aporten soluciones a esta problemática: «Nosotros, lo que esperamos, es a ver qué soluciones nos aportan desde Costas, porque, en realidad, entre Costas y el Ayuntamiento de Sagunto son los que tienen que dar solución a los graves problemas que tenemos en Almardà».
Más adelante, José Girona resalta que lo ocurrido con este nuevo temporal pone en evidencia las múltiples carencias que tiene el territorio de Almardà, debido a la dejadez de muchos años que viene sufriendo esta zona del municipio de Sagunto por parte de las autoridades municipales y de Costas: «lo que sí ha evidenciado este temporal es la falta de infraestructuras que sufrimos los que residimos en Almardà. Las inversiones que se hacen en la zona no se corresponden a la población residente que está censada en Almardà. Nosotros tenemos una población censada de aproximadamente 1.200 habitantes, que viene a ser un dos por ciento de la población total del municipio, pero luego, a la hora de las inversiones municipales, tenemos, para este año, el arreglo del edificio Voro Alandí, con 57.000 euros, pero nada más, cuando deberíamos de recibir el dos por ciento de los 17,5 millones de euros que conforman el capítulo de inversiones de este año. Esa cifra sería de, aproximadamente, 350.000 euros que, sin embargo, no nos toca».
Deuda histórica con Almardà
Para el representante vecinal de Almardà, José Girona, el municipio de Sagunto tiene una deuda histórica con esta zona, debido a la reiterada ausencia de inversiones: «La inversión debería de ser constante, todos los años, porque el problema que tenemos, por ejemplo, es que el colector de pluviales no cubre todo Almardà. Entonces, cuando llegan estas situaciones, pasa lo que estamos viendo. Es que hay que invertir, además, entendemos que con Almardà hay una deuda histórica porque son muchos años sin hacer las inversiones que se necesitan».
Por otro lado, José Girona reivindica que el área residencial de Almardá disfrute de las mismas infraestructuras que otros cascos urbanos del municipio: «El entorno urbano de Almardà tiene que ser similar al de los otros núcleos de población, como el Puerto, Baladre o Sagunto. Está claro que tenemos derecho a ello. No podemos estar como estamos, en una situación en la que, por ejemplo, el puente de la casa Peña sigue sin hacerse, en el tramo entre el Camping y las casas de Queralt no hay ni acera, ni hay iluminación, ni carril bici. Hace falta una rotonda en la avenida Corinto para que el tráfico en la avenida de Europa sea más lento y dar salida a los vehículos. Es urgente el colector de pluviales. Hay que desbloquear los polígonos no recepcionados. Las avenidas Corinto y Salinas están sin acabar. Hay tramos sin urbanizar. Esto es un verdadero desastre. Esta casi todo por hacer y la inversión municipal para este 2020 no llega a 60.000 euros».
El presidente de la Asociación vecinal se muestra indignado porque todos los años sucede lo mismo sin que se tomen las debidas medidas para que, en unos años, se pueda dar la vuelta a la situación: «Son muchísimas cosas las que hay pendientes porque son muchos años los que no se ha invertido nada. Ya está bien. Somos el 2 por ciento de la población y exigimos el 2% de las inversiones. Además, tengamos en cuenta que hay 4.000 viviendas que aportan una buena cantidad de IBI a las arcas municipales. En verano no somos 3.000 habitantes y 1.500 censados, multiplicamos la población por 20 o por 30».
