Parte del alumnado que está participando en este proyecto del centro escolar San Vicente Ferrer-FESD Sagunto
Actualmente nuestro planeta está sufriendo las consecuencias de la mala praxis humana: la Contaminación en todos sus ámbitos. Son muchas las organizaciones de ámbito político, privadas e incluso ONG que están luchando por retrasar o incluso revertir el problema desde convenios o pactos como el protocolo de Tokio o de París. Lugares que pueden sonar muy lejanos, pero no hace falta mirar tan lejos. Concretamente el centro escolar San Vicente Ferrer-FESD Sagunto forma parte de estas instituciones que quieren poner su granito de arena para ayudar al planeta. Es por ello que presentaron un proyecto a OSOS (Open Schools for Open Societies), un proyecto europeo (Horizonte 2020) cuya finalidad es abrir las escuelas al entorno para que lo mejoren a través de acciones concretas.
«Nuestro proyecto tiene como finalidad principal cambiar la sociedad a través del colegio. Tenemos en la educación una de las armas más poderosas que existen para cambiar nuestro mundo. La concienciación de nuestros alumnos y que esa concienciación pase a las familias y de ahí al resto de la sociedad, es misión nuestra», explican desde la dirección pedagógica del centro a El Económico.
«La idea surge en el curso 2017-2018 cuando estábamos trabajando sobre un proyecto ecológico. Buscando información en internet nos encontramos con la universidad Deusto Bilbao, que es quien coordina OSOS en España. Vimos interesante la idea, nos pusimos en contacto con Deusto y hasta hoy», explica el coordinador del Proyecto Osos del centro de este centro de la comarca. Con la participación de alumnos de distintos cursos de Secundaria de este colegio y fomentando el aprendizaje cooperativo, el proyecto está basado en la ecología «pero tomando como eje vertebrador nuestro propio colegio y el medio que lo rodea. El objetivo es transformar nuestro centro para integrarlo en su entorno natural y, a la vez, aportar soluciones ecológicas a problemas concretos extrapolables al resto de la sociedad», explican desde el centro.
Concienciar a la sociedad del problema cada vez más acusado del cambio climático, así como de la problemática de los vertidos descontrolados e ilegales que se producen en el entorno es el objetivo principal de este proyecto, algo que este centro de Sagunto y sus alumnos y docentes, realizarán a través de acciones concretas como las que explican desde el mismo «transformar el centro educativo en un jardín para adecuarlo al medio natural en el que estamos situados, haciéndolo más sostenible y energéticamente más eficiente, recuperar zonas degradadas de nuestro centro y entorno con el diseño y construcción de zonas ajardinadas y la realización de talleres para alumnos y familias con la finalidad de hacer visible el problema de la contaminación», explican desde la dirección de la iniciativa.
Una tarea muy importante dirigida a toda la comunidad educativa y, por extensión a su entorno más cercano y a la sociedad en general, dentro de la filosofía de OSOS de crear escuelas abiertas y conectadas como agentes de cambio. Una iniciativa pionera en la comarca ya que, como explican desde el centro «tenemos constancia a través de OSOS Deusto Bilbao que en la comarca somos el primer y único centro que participa. Es cierto que en España hay unos 20 colegios de los cuales 4 son de la Comunidad Valenciana, pero ninguno del Camp de Morvedre».
Así que, estudiantes, familias y docentes se han sumado a esta filosofía de transformar la esencia de la educación y convertir las escuelas en incubadoras para explorar e inventar espacios para acelerar la innovación. «Desde nuestro centro aportamos a esa iniciativa global un proyecto que encaja perfectamente tanto por su temática como por su manera de trabajar y que nos valió la inclusión en OSOS», declaran desde el centro, desde donde también aclaran que «aunque la temática ecológica no sea novedosa, sí que es un proyecto innovador debido a la forma de trabajar. Este proyecto, y sobre todo la filosofía OSOS, está basado en la aplicación de metodologías innovadoras, por eso hacemos que nuestros alumnos lo desarrollen a través del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), el trabajo cooperativo, el uso de rutinas y destrezas de pensamiento, etcétera, metodologías y herramientas que estamos implementando en el centro».
Así que, todo el equipo se pondrá manos a la obra con la idea de transformar el edificio en un elemento arquitectónico integrado en el medio rural forestal en que están situados, haciéndolo energéticamente más eficiente a través de jardines verticales, aprovechando los residuos para hacer compost vegetal, reutilizando materiales para crear objetos de uso cotidiano e incluso recuperando espacios degradados creando jardines acuáticos.
Un reto que, aunque al principio sonó un poco desconcertante para los alumnos, según avanzaban buscando información, diseñando su proyecto, aportando ideas y desarrollándolas, «están cada vez más ilusionados con el proyecto que llevan entre manos ya que se sienten y son protagonistas de su propio aprendizaje», declaran los responsables del proyecto. La iniciativa ha sido presentada al Concurso Escuelas Ecológicas de Endesa y en estos momentos están preparando su participación en el espacio ERASMUS+.
