En este periodo de final de curso, se está aplicando horario especial en las bibliotecas del municipio, para que puedan ser utilizadas por el estudiantado en la preparación de los exámenes universitarios y de la PAU. Sin embargo la asociación de Jóvenes Porteños(JP) organización juvenil de Iniciativa Porteña, ha indicado que «el problema con las bibliotecas parece no tener fin, concretamente en la biblioteca del centro cívico, lugar que los estudiantes de El Puerto utilizamos para preparar los exámenes, ya que es el único espacio habilitado para el desarrollo de esta actividad».
Eduardo Márquez, miembro de JP, ha manifestado: quetras dos intervenciones en el pleno del ayuntamiento, donde solicitaron un nuevo horario que abarcara toda la semana, habilitando más espacios públicos para el colectivo estudiantil y dignificar la biblioteca del Centro Cívico, solo obtuvieron una respuesta parcialmente favorable a los intereses de todo un colectivo desde el ayuntamiento. «Se proporcionó un nuevo horario: la biblioteca abriría los sábados por la mañana pero recortando el horario del sábado por la noche. Este nuevo horario, se ajusta mejor a las necesidades de los usuarios, de eso no cabe ninguna duda, pero sigue siendo un horario insuficiente, con una ampliación mínima de una hora (debido a los recortes nocturnos antes mencionados). En cuanto al domingo, desde el consistorio nos dijeron que seguiría el horario habitual, por lo que la sala de estudio seguiría cerrada», informa Eduardo Márquez.
Ante la falta de taquillas, las mochilas se depositan en el sueloAñade este miembro de JP que ante una falta de espacio, claramente visible, solo con los estudiantes universitarios, opositores, o las demás personas usuarias de este espacio público, «este problema se agrava con los estudiantes que se están preparando estos días para la Prueba de Acceso a la Universidad (la famosa PAU) y con estudiantes de otros cursos académicos que también utilizan este espacio. Por lo que el aforo de la biblioteca se encuentra completo, especialmente por las tardes, donde la aglomeración llega a niveles muy altos, y este efecto saca a relucir grandes carencias de este espacio claramente indigno».
Mochilas en el suelo ante la falta de taquillas
Mario Cereceda, otro de los jóvenes pertenecientes a esta organización, ha explicado que la biblioteca consta de 72 taquillas cuando el aforo total es de 84 personas, «por lo que desde el inicio existe una insuficiencia fáctica de espacios para guardar las pertenencias».
Prosigue concretando Cereceda que de esas 72 taquillas existen algunas sin la parte frontal, otras descolgadas. En la gran mayoría de ellas, para entregar la llave, el funcionariado pide una moneda de 100 pesetas (aunque equivale a una moneda de 50 céntimos). «Este hecho prueba el sistema anticuado de taquillas y se pone de manifiesto un cambio necesario ya que al ir a estudiar es raro encontrarse con una taquilla disponible, teniendo que dejar tus pertenencias en el lugar de trabajo del personal de la biblioteca, en el suelo y a merced de cualquiera, sin ningún tipo de seguridad; esto ha llegado a tal punto que el personal bibliotecario pide a los usuarios no dejar ningún objeto de valor dentro de las mochilas a modo de prevención».
Resumiendo, la falta de espacio, material deficiente y un servicio escaso. Todo ello forma el descontento de los estudiantes «que nos sentimos ignorados por el ayuntamiento porque año tras año surge el mismo problema. Este año decidimos comunicarlo directamente en el pleno pero parece que ha sido en vano»
Para JP «es una obviedad que se necesita acondicionar más espacios públicos para el colectivo estudiantil, los estudiantes nos sentimos amontonados, de mala manera porque no tenemos espacio ni para guardar nuestras pertenencias, en un lugar que en teoría debe ser cómodo, adecuado y agradable para la labor del estudio pero este hecho hoy en día no se cumple. Un único espacio con un aforo para solamente 84 personas es una cantidad irrisoria para el gran número de estudiantes que somos, y que hacemos uso de la sala de estudio de la biblioteca del centro cívico».
