La AMPA del CEIP Vilamar de Puerto de Sagunto ha vuelto a reclamar, tanto a la Conselleria de Educación como al consistorio saguntino, la instalación de un ascensor para así poder eliminar las barreras arquitectónicas y poder hacer más accesible este centro escolar de la localidad para su alumnado, una petición que lleva realizándose desde hace algunos años.
«Entendemos que esta solicitud no es ningún lujo, sino que es una necesidad básica. En estos momentos tenemos un alumno que está operado de una pierna y no puede subir escaleras y, por lo tanto, no puede acceder a su clase, situada en la segunda planta, le han dado un plazo de dos a tres meses con la pierna escayolada, por lo cual no le corresponde la atención domiciliaria, ya que esto se da cuando el plazo es superior a tres meses», han informado desde la asociación de padres y madres de este colegio.
Es por este motivo por el cual, este centro escolar, ha decidido adecuar la biblioteca, situada en la planta baja, para que este alumno pueda dar clases, «pero mientras que dure esta situación el resto de estudiantes no podrán utilizar esta aula, así como las clases de las distintas especialidades, como música, informática, laboratorio, etc...», como han informado desde la AMPA del CEIP Vilamar.
Según apuntan, «éste no es un problema aislado, siempre un alumno u otro se queda sin poder acudir a clase por no poder subir las escaleras, o lo tienen que subir entre varios maestros, con el consiguiente peligro de poder lesionarse o caerse». Así pues, desde esta entidad consideran que se está incumpliendo la normativa de accesibilidad, pues el edificio tiene dos plantas sin ascensor, «lo que supone una discriminación para la comunidad educativa con movilidad reducida».
Del mismo modo, han querido recordar que el pasado 4 de diciembre de 2017 acabó el plazo para hacer accesibles y eliminar las barreras arquitectónicas de los edificios tanto privados como públicos, como establece el Capítulo V del Decreto Legislativo 1/2013 por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y de su Inclusión Social.
«Actualmente hay dos madres de alumnos del centro que van en sillas de ruedas y, en los seis años que llevan sus hijas en primaria, no han podido ver las instalaciones en las que pasan sus hijas tantas horas al día», apuntan desde esta AMPA quienes están buscando también soluciones a este problema como puede ser la instalación de una silla salvaescaleras, «para saber si la asociación podría costearla».
Por otro lado, también han querido mostrar su «indignación ante la pasividad mostrada por el concejal de Educación, José Manuel Tarazona», ante las distintas solicitudes que se han realizado por diversos motivos. Como explican, el próximo curso en el edificio de Infantil habrá seis aulas y siete unidades de alumnos, una de infantil de primer ciclo y seis de infantil de segundo ciclo. «Esta situación ya fue trasladada al edil y su respuesta fue que ya se vería, y nos tememos que coloquen un contenedor para solventar el problema», han afirmado.
