Durante el periodo de Gobierno del PP se firmó un convenio con el que se cerraba la disputa, sin embargo, se ha reabierto nuevamente tras la llegada de Francesc Fernández a la Alcaldía

El choque entre Lafarge y el Ayuntamiento de Sagunto arrancó con el Gobierno de progreso, en la legislatura de 2003 a 2006

 
Viernes, 17 Febrero 2017 20:38

quicopleno200529-09-2005, Francesc Fernández, entonces concejal de Urbanismo, interviniendo en aquella sesión municipal del Ayuntamiento de Sagunto

Desde la apertura democrática en el ámbito municipal, con las elecciones locales celebradas el 3 de abril de 1979, las diferentes fuerzas políticas que han formado parte de las distintas corporaciones municipales del Ayuntamiento de Sagunto, no cuestionaron la actividad extractiva en la cantera de Salt del Llop por parte de la cementera, entonces Asland.

En la legislatura 1987-1991, donde formó parte de la Corporación municipal la antecesora del Bloc, Unitat del Poble Valencià, representada por el edil Francesc Agües, no se llegó a plantear, por parte de esta fuerza nacionalista, ninguna restricción a la citada pedrera.

Es más, en el siguiente mandato, entre 1991 y 1995, siendo alcalde del municipio el socialista Manuel Girona Rubio, se procedió a la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana de 1992 (PGOU), que salió adelante con los votos del PSOE, Izquierda Unida y PP, entre otras fuerzas políticas que entonces formaban parte de la Corporación municipal. En aquel PGOU, que todavía sigue en vigor, ya se delimitaba en la montaña de Romeo la zona de cantera.

Podría afirmarse, por consiguiente, que el conflicto entre el Ayuntamiento de Sagunto y la cementera se inicia con la llegada de Francesc Fernández al Gobierno municipal de Sagunto, hecho que se produce en la legislatura 2003-2007, gracias al acuerdo entre el PSOE, Esquerra Unida y BNV, que dio paso a la formación de un Gobierno tripartito, llamado de progreso, que presidirá Gloria Calero, como alcaldesa de Sagunto, y del que Francesc Fernández asumió la super importante concejalía de Urbanismo. Téngase en cuenta que fue durante aquel periodo cuando se gestionó en el consistorio saguntino la mayor parte del boom inmobiliario que, como en el resto del país, también azotó a la capital del Camp de Morvedre. De aquellos excesos han quedado PAIs vacíos, con solares colmados de matorrales y cientos de farolas consumiendo energía eléctrica, una noche sí y otra también.

El máximo exponente de la gestión del edil nacionalista, hoy alcalde del municipio, fue el proyecto Fusión, cuya urbanización estuvo inspirada en impedir que se pudiera materializar la segregación del núcleo porteño, uniéndolo al de Sagunto con esta trama urbana que, una década después, sigue vacía. En el fusión, dotado con 785 puntos de luz, se pueden acometer hasta 3.100 viviendas, de las que apenas se han construido poco más del medio centenar.

Paraje Natural Municipal

Fue precisamente, en la legislatura 2003-2007, cuando el entonces concejal de Urbanismo, Francesc Fernández, planteó la necesidad de promover la protección de la montaña del Romeu con la figura del Paraje Natural Municipal, propuesta que enseguida asumieron como propia los otros dos partidos que, junto a los nacionalistas, formaban la alianza de Gobierno.

Efectivamente, el 24 de febrero de 2006, el Ayuntamiento de Sagunto celebró pleno municipal ordinario en el que, entre otros asuntos, ratificó, con los votos a favor de PSOE, IU y BNV, el acuerdo de la Junta de Gobierno Local de 5 de Octubre de 2005, relativo a iniciar los trámites para declarar la montaña de Romeu Paraje Natural Municipal en base a la Ley 11/1994 de 27 de diciembre de la Generalitat Valenciana.

En sístesis, lo acordado en Junta de Gobierno y posteriormente ratificado por el plenario, consistía en solicitar asistencia técnica a la Conselleria de Territorio y Vivienda para declarar Paraje Natural Municipal la montaña Romeu.

En aquella sesión plenaria, se utilizaron varios argumentos para justificar la protección de la montaña. Según se puso de manifiesto en el debate plenario, al margen de la preservación del medioambiente, esta iniciativa del tripartito vino motivada por un aspecto de marcado carácter económico para el sector agrícola de Sagunto, pues todo el macizo de esta montaña impedía que el viento del Oeste pudiera penetrar en la plana de Sagunto y, de esta forma, mantenía climas más favorables para la agricultura. Sin embargo, como consecuencia de la actividad extractiva, se abrió una ventana de penetración de estos vientos que alteran el clima y en algunas zonas, que eran benignas para los cítricos, se están produciendo heladas.

Además, la proximidad de la factoría de Asland al proyecto Fusión, entonces en pleno auge, no favorecía su éxito comercial. Sin perder de vista que el macro sector VII, donde el tripartito pretendía instalar la ciudad administrativa, también se hallaba muy próximo a la planta cementera.

Entonces, como ahora, la oposición municipal mostró su preocupación por el futuro de la fábrica de cemento y los puestos de trabajo, ante la medida planteada por el tripartito. En este sentido, el concejal segregacionista, Marcelino Gil Gandía, indicó en el pleno: «Deben pensar las consecuencias que puede traer la aprobación del protocolo que conduce a proteger la montaña Romeu y, con ello, el final de la extracción. SP no está a favor de que se ponga en peligro los puestos de trabajo de una empresa básica de este municipio. Hecho que no se debe confundir con hacer el bestia en la extracción».

El portavoz del Partido Popular, Alfredo Castelló, también se empleó a fondo para criticar la posición del Gobierno tripartito. En primer lugar les recordó que en octubre de 2004 el pleno aprobó solicitar a la Conselleria la declaración de Paraje Natural Municipal para la montaña de San Cristóbal y que después de año y medio no se habían iniciado los trámites, por el contrario, sí los habían puesto en marcha para la montaña Romeu, dejando claras las prioridades. Castelló remató su intervención afirmando: «Nunca jamás a la izquierda de este pueblo le podían dar sorpresa mayor, tiene boquiabierto al municipio para mal».

El entonces portavoz de EU y edil de Medioambiente, Miguel Ángel Martín, acusó a Castelló de decir verdades a medias y criticó a los ponentes anteriores de no hacer referencia a la riqueza natural de la zona. Explicó que su partido no engañaba a los electores porque EU llevaba en su programa electoral la protección de esta montaña. Martín reconoció que se debía haber hablado con la empresa cementera, pero añadió: «Aquí no puede venir una empresa y arrasar una montaña». No obstante, centró su intervención en intentar convencer a la oposición de que no se solicitaba Paraje Natural, sino asistencia técnica para redactar un plan especial que confeccionará la Conselleria y permitiera conocer el valor del paraje citado «y cuando nos lo envíen al Ayuntamiento se dará participación a la oposición».

Por el Bloc intervino Francesc Fernández, entonces edil de Urbanismo y hoy alcalde del municipio. El nacionalista dejó las cosas mucho más claras que el concejal de Medioambiente, afirmando: «No digo que no haya un margen para la negociación, pero básicamente, la voluntad de este equipo de Gobierno es preservar la montaña Romeu como un paraje natural para que los ciudadanos puedan disfrutar de ella».

Más adelante, Francesc Fernández puso de relieve que en el término municipal de Sagunto deben haber otras alternativas para la extracción de áridos, no citó zona alguna y se refirió a ello en condicional: «Si así fuera, no habría inconveniente alguno en modificar el PGOU y permitir la extracción de áridos en algún otro punto que sea medioambientalmente aceptable y económicamente viable, tenemos 135 km2 de término municipal y veo muy difícil que no haya otra alternativa que no sea destruir el paraje».

En cuanto a los puestos de trabajo de la cementera, Fernández argumentó: «Si de verdad preocupa la viabilidad de la empresa y los puestos de trabajo, estamos convencidos que se puede llegar a un acuerdo, como pasa en otros sectores, y más cuando tenemos en marcha polígonos industriales nuevos de muchos miles de metros cuadrados...», refiriéndose a que se crearían en el futuro nuevos empleos en el municipio.

Asimismo, Fernández criticó a Lafarge por no cumplir con la regeneración de la cantera e hizo extensiva la censura a que la compañía hubiera intentado obtener una declaración de interés comunitario, «con alevosía y nocturnidad y me ha molestado mucho que se tramitara esta declaración sin tener en cuenta la opinión del Ayuntamiento», aseveró.

Asimismo, afirmó que la montaña Romeu es el mejor paraje natural del término municipal y un elemento clave de la preservación climática, «porque el macizo de esa montaña impide que el viento del Oeste pueda penetrar en la plana de Sagunto».

Regeneración de Romeu

Unos meses después, el 27 de noviembre de 2006, Lafarge presentaba a las autoridades locales y los principales grupos políticos de Sagunto, su proyecto para la regeneración de la montaña de Romeu. Se trataba de una propuesta para compatibilizar su actividad en el municipio y el respeto a su entorno natural, contribuyendo al enriquecimiento ecológico de la zona.

Al acto, celebrado en las instalaciones de la compañía, acudieron la alcaldesa, Gloria Calero; el teniente alcalde, José Luis Chover; así como representantes de Segregación Porteña; del Partido Popular; de los sindicatos UGT y CC.OO. y del comité de empresa de la cementera.

Por su parte, la alcaldesa de Sagunto, Gloria Calero, calificó la reunión como «un paso muy importante» por parte de Lafarge y mostró su disposición a «buscar la forma idónea de compatibilizar el medio natural, la montaña de Romeu, con la actividad extractiva de la cementera».

Barranco de la Catalana

El barranco de la Catalana se empezó ha barajar como alternativa de la cantera Salt del Llop, en diciembre de 2007. Los empresarios de Áridos Montiver se reunieron con el alcalde de la ciudad, Alfredo Castelló, para plantearle la apertura de una cantera de áridos.

El terreno situado al norte del término municipal de Sagunto, entre el barranco de la Catalana y Fontelles, era la zona en la que los empresarios proponían ubicar la nueva cantera de extracción de áridos, que llevaban solicitando desde hacía 8 años, es decir, finales del siglo XX. Según explicaba el representante de la empresa, José Juan Sánchez, «hay un acuerdo plenario de hace cuatro años en el que todos los grupos políticos aceptaron buscar un suelo donde no se molestara a los vecinos, ni hubiera impacto medioambiental. Ahora nosotros lo hemos encontrado y ya están los derechos mineros adquiridos y es un sitio ideal para poder poner la cantera de áridos que hace tanta falta».

Recordaba José Juan Sánchez en aquellas fechas que no existía ninguna cantera de extracción de áridos en el Camp de Morvedre, por lo que los áridos se traían de fuera, «y esto hace que valga más el transporte que el árido en sí». Tambiéndestacó que era complicado dar una resistencia uniforme y poder acoplar la diversidad de áridos a las calidades, «y eso sólo se consigue teniendo un sitio uniforme con unas calidades uniformes y unas dosificaciones uniformes, que es lo que estamos pidiendo desde hace 8 ó 9 años», explicaba Sánchez.

No obstante, aclaraba el empresario que la cantera que ellos proponían y la de Lafarge eran cuestiones completamente diferentes: «esto es una batalla totalmente aparte de la cantera de Lafarge. Ellos tienen una cantera para cementos y nosotros queremos una cantera de áridos».

Las reacciones políticas, ante esta propuesta no se hicieron esperar. Efectivamente, el alcalde del municipio, Alfredo Castelló, confirmaba que tratarían el asunto con la seriedad que requiere, y ha añadía: «es un expediente muy serio y no es algo que se apruebe así de fácil en el pleno». Según el edil, este asunto siempre había estado muy ligado al tema de Asland, «y lo que hay que ver es si es posible dar una solución al tema de Lafarge y al de los áridos».

Por su parte, el concejal socialista Miguel Chover explicaba que «de entrada no estamos en contra, pero tenemos que estudiarlo con detenimiento. Nosotros hemos visitado la zona y de entrada no causa un problema especialmente grave, pero las cosas hay que analizarlas y ver los pros y los contras, y en base a eso tomar una decisión». Los socialistas, como el Partido Popular, también entendían que se debía intentar resolver el problema de la cantera de áridos junto con el de la cementera.

El grupo municipal de EU también se manifestó a favor de la construcción de la nueva cantera en el barranco de La Catalana, al ver en ella la solución al problema de la fábrica de cemento. Según su portavoz, Fernando López-Egea, «abriendo la nueva cantera se puede dar una alternativa a largo plazo a la montaña de Romeu, permite que se declare paraje natural y permite que no haya ningún problema por parte de Asland para que pueda desarrollar su trabajo y que, por tanto, los puestos de trabajo no corran ningún riesgo». López-Egea destacaba, además, que: «es posible, necesario y urgente llegar a un acuerdo entre el Ayuntamiento, los empresarios saguntinos que solicitan la nueva cantera y Asland», por lo que demandaba que se reunieran las tres partes, «porque esto no se puede seguir dilatando».

Convenio entre el Ayuntamiento y Lafarge

El dictamen técnico sobre conciliación de intereses entre el futuro Paraje Natural Municipal de la Montaña del Romeu y el mantenimiento de la actividad de la fábrica de cementos mediante el abastecimiento de caliza en el municipio de Sagunto, elaborado por un equipo formado por técnicos municipales, de Lafarge y de instituciones independientes, que concluyó en junio de 2008, dio paso, en tiempos del Gobierno del Partido Popular, a la negociación de un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Sagunto y la cementera.

Este acuerdo fue aprobado en el año 2013 por el PP, SP y PSOE, es decir, 18 de los 25 concejales de la Corporación municipal. Las dos fuerzas políticas que no respaldaron esta iniciativa de consenso, fueron Esquerra Unida, que contaba con tres ediles, y el Bloc, que tuvo una representación de cuatro munícipes, entre ellos el actual alcalde, Francesc Fernández.

Con la firma de este convenio entre el municipio y la empresa, quedaba perfectamente regulado cómo y cuándo abandonaría la cementera la cantera de Salt del Llop, para trasladarse a la alternativa de El Piñal, apuntada por la ponencia técnica, así como la recuperación de la actual pedrera y hasta la declaración de Paraje Natural Municipal. Sin embargo, después de las elecciones de 2015 y tras el retorno de Francesc Fernández al Gobierno municipal de Sagunto, en este caso para ocupar la Alcaldía, vuelve a resurgir nuevamente el conflicto, con el agravante de que el permiso de ocupación de monte público le expira a la empresa en diciembre de este año, lo que implicaría el cierre de la empresa y el despido de su plantilla.


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Modificado por última vez en Viernes, 03 Marzo 2017 23:47

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