Niños en clase de robótica. Imagen de diarioelobservador.com Los tiempos cambian, y con ello también lo hacen los procedimientos para que los niños aprendan. A las ya veteranas materias que todo el mundo conoce, ha llegado para quedarse un nuevo concepto, la robótica. Aunque en algunos lugares de España, ésta ya es una asignatura obligada, en otros todavía quedan pendientes estos deberes por hacer. En el Camp de Morvedre, cada vez más niños eligen esta vertiente como extraescolar.
Se trata éste de un nuevo modo en el que desde los más pequeños aprender mediante el juego, divirtiéndose. y lo hacen a través de las nuevas tecnologías, las cuales juegan un papel muy importante en la sociedad actual.
El desarrollo de las habilidades motoras, la relación con las matemáticas, la ciencia, la comunicación, la resolución de conflictos, la socialización, y la investigación, son algunos de los beneficios de estudiar robótica.
Autodescubrimiento
Características a las que hay que añadir que los alumnos y alumnas desarrollan mediante este sistema el pensamiento, el conocimiento, la comprensión, la valoración, la observación, el orden, la promoción de los experimentos, la movilidad de sus manos, el autodescubrimiento y la satisfacción personal al ver convertido en realidad algunas de sus propias ideas. En distintos colegios de la comarca, los alumnos desde los 3 años ya pueden elegir esta extraescolar. Es el caso de, por ejemplo, el María Yocasta Ruiz Aguilera, Vilamar, Mediterráneo, María Inmaculada, entre otros.
Bruno Alarcón, de 9 años, cuenta a El Económico que «llevo tres años asistiendo a robótica en el horario del comedor de mi cole (María Yocasta), y la verdad es que me encanta. lo hacemos en un aula del propio colegio y allí damos rienda suelta a nuestra imaginación. Empezamos con las piezas de lego, y poco a poco hemos ido avanzando y construimos nosotros mismos nuestros propios robots», declara entusiasmado. La misma opinión tiene Alan, su compañero de clase y extraescolar. «Decidimos entre todos qué queremos construir, y cuál será el mejor modo de hacerlo. tenemos que trabajar en equipo e ir llegando siempre a consensos. todos aportamos algo y después, entre todos decidimos. Como nos gustaba tanto la robótica, ahora ya hemos pasado a una academia donde la damos, porque el nivel que se daba en el cole ya lo tenemos superado», explica contento Villarroya.
Asier ha comenzado este año en su cole ya que cuenta a este rotativo «cuando mis compañeros volvían de robótica venían siempre súper contentos, contando o que habían construido. He decidido probar y me encanta. Nos lo pasamos muy bien y nos vamos relacionando con las construcciones, ordenadores, y la automatización, presente en muchísimas cosas que se nos pasa por alto».
El acercamiento personalizado, unido a la contrucción e investigación mediante materiales educativos en distintos niveles que se adaptan a los procesos productivos actuales donde la automatización y las nuevas tecnologías son las protagonistas hacen que éste sea una materia muy atractiva para los pequeños y jóvenes, que a través de sus propias manos y decisiones, ven cómo cobran vida muchos de sus proyectos. Tocar, investigar, decidir...Renovar o morir.
