El delegado Federal de la FSC de CCOO PV, Juan Miguel Calomarde Besteiro informa que su sindicato se ha marcado como objetivo «normalizar las condiciones y relaciones de trabajo en la Guardería Rural» de Sagunto, en ese sentido, entre otras actuaciones previstas, ha presentado una denuncia a Inspección de Trabajo. Este acto tuvo lugar el pasado viernes.
Las causas de la denuncia en Inspección de Trabajo CCOO las concreta: en tres apartados. En primer lugar destacan que el bajo del edificio del Consell está habilitado para garaje, «donde además existe esquema de ubicación de vehículos pegado a las paredes del mismo». A juicio de este representante sindical: «No reúne las condiciones de seguridad necesarias, porque a parte de amontonar materiales y utensilios, que impide el aparcamiento en condiciones, también se almacenan productos comburentes según consta en el propio “garaje” a través de la colocación de un cartel».
En segundo lugar resaltan que dentro del Garaje, «sin ventilación alguna», se encuentran los vestuarios y aseos, en mal estado y con humedad. «Además sin sistema de climatización propio, ya que depende de parte del edificio y cuando terminan el horario de oficinas se desconecta».
Y por último, subrayan que «no existe vestuario de mujeres». Respecto a este asunto, informan desde el sindicato que las dos mujeres que forman parte de la plantilla de la Guardería Rural, aunque poseen sus taquillas en el vestuario común, se cambian de ropa en los aseos, cuando hay hombres en el vestuario, que es casi siempre.
«El vestuario es una estancia polivalente que además de los usos especifícos, se utiliza para guardar el agua, y también sirve como sala de ordenamientos de servicios», informan desde el sindicato.
Calomarde Besteiro asegura que todas estas deficiencias se han ido «denunciando en distintos foros internos del propio Consell Agrari, pero habida cuenta que se ha hecho caso omiso, CCOO ha tramitado esta denuncia, con la finalidad que el propio responsable político del Consell Agrari, el alcalde, de las órdenes oportunas para solucionar este problema».
Este asunto colea desdehace tiempo, según afirma el líder sindical, ya en una reunión donde estaban presentes el presidente del organismo autónomo, el alcalde Francesc Fernández, el jefe de vigilancia rural y delegados de CCOO, entre otros. «En esa reunión además de abordar otros temas relacionados con el Consell, se le comunicó a los responsables del ente autónomo las deficiencias en el vestuario, aunque ahora el alcalde dice que desconoce el asunto».
El escrito, que se entregó en la reunión antes citada, tiene fecha de 30.12.2015 y lo firman dos delegados sindicales de CCOO, dice: «que dada la actual composición de la plantilla de Guardas Rurales, la cual, desde hace algunos años está integrada por agentes de ambos sexos y ambos compartimos un mismo vestuario. Y encontrándose las instalaciones un tanto deterioradas por el paso del tiempo (mobiliario inadecuado, carencia de climatización, fuera del horario de oficina, el cual no coincide precisamente con el nuestro, falto de una más adecuada instalación para el equipamiento electrónico, digase emisoras portátiles, linternas, etc.)».
Prosiguen diciendo en el escrito, que conociendo de la existencia de un espacio en la planta primera de la sede del Consell Agrari, la cual en el pasado era utilizada como insectario y a la que actualmente no se le da ningun uso. Que se contemple y se estudie, si llega el caso, la creación de unos nuevos vestuarios y aseos en el lugar mencionado, con unas condiciones notablemente mejoradas en comparación a las actuales: «separación de vestuario por sexos. taquillas adecuadas al tipo de vestuario y complementos que usamos cotidianamente, climatización independiente al resto del edificio, instalación eléctrica adecuada a las nuevas tecnologías, entre otras muchas mejoras quepodrían ralizarse pero, en principio, estas serían las más necesarias actualmente».
Indican desde CCOO, que se habla mucho de diálogo por parte de los gestores políticos del Ayuntamiento «pero en la práctica parece que no escuchan. Nos hubiera gustado que hubieran respondido a esta demanda, “los vamos arreglar aunque sea en dos años, porque no hay dinero para eso, Pero no, hacen odidos sordos».
Finaliza Calomarde expresando un deseo: «Sería deseable, además de aconsejable, que antes de que se persone el Inspector de Trabajo se subsanen estas serias deficiencias».
