Las cuentas municipales, que según lo previsto se llevarán al pleno extraordinario del cinco de diciembre para su aprobación, ascienden a un total de 73.188.779,21 euros, de los que se destinarán a inversiones un total de 12 millones, de ellos, un 15% se invertirá en obras que se han determinado por la vía de la participación ciudadana. En todo caso, en el cuadro sobre inversiones se recogen las que por su cuantía son más destacables. En cuanto a los siempre polémicos gastos de los órganos de Gobierno, indicar que la cantidad presupuestada para 2017 asciende a 1.253.000 euros, otros 320.000 para el Gabinete de Alcaldía y 272.000 euros más para el capítulo de comunicación. En total, 1.845.000 euros por estos tres conceptos.
Mención especial merece la previsión que ha realizado en este presupuesto el Gobierno municipal, que estima una recaudación de medio millón de euros por multas de tráfico, cuando este año se alcanzarán los 350.000 euros. En cuanto a la actividad inspectora, que es la que se encarga de revisar el cumplimiento de la legalidad en distintas materias, como vados, terrazas, etc., el total de lo que espera recaudar por esta actividad sancionadora el tripartito alcanza la cifra de 1.711.000 euros, tal y como se refleja en el cuadro inferior. Por todos estos conceptos, el anterior equipo de Gobierno del Partido Popular contempló, en sus presupuestos de 2014, que no se llegaron a aprobar, unos ingresos totales de 300.000 euros.
Calendario de reuniones
Tal y como ha explicado Teresa García, la idea del tripartito que gobierna la ciudad es que el tema de las cuentas municipales quede resuelto a lo largo de treinta días. De acuerdo con el calendario programado, la semana que viene, cuando los grupos opositores ya hayan analizado la correspondiente documentación, se celebrará la primera Comisión Municipal de Hacienda. Paralelamente se facilitará toda la documentación a los agentes sociales. Del 14 al 18 de noviembre está previsto que el tripartito se reúna con el CES y otros órganos de participación, asimismo, se convocará a los ciudadanos en sendas audiencias públicas antes de que los presupuestos se lleven al pleno para su aprobación. El 22 de noviembre se celebrará otra sesión de la Comisión Municipal de Hacienda y el día 29 nueva reunión de este órgano para el correspondiente dictamen del presupuesto.
Imprescindible el diálogo
La portavoz de Compromís, Teresa García, presenta este periodo de negociaciones como un ejemplo de voluntad de diálogo por parte del tripartito: «Desde nuestra responsabilidad como gestores del ayuntamiento, hemos abierto a lo largo de este mes un periodo de diálogo y negociación con el resto de fuerzas políticas y la ciudadanía. Tenemos que decir, no obstante, que la ciudadanía ya ha podido participar a través de los mapeos urbanos y las diferentes estrategias sobre turismo, industria, patrimonio, etcétera. Para el Equipo de Gobierno es imprescindible el diálogo para fijar la prioridad de nuestros recursos económicos, fruto de los impuestos, y poder determinar los servicios de atención a la ciudadanía que más lo necesita y las infraestructuras y las obras para nuestras calles, entre otras cosas».
Más adelante, García resalta el marcado carácter social de las cuentas municipales para 2017: «Se pueden presentar unos presupuestos desde la solidaridad y el bien común como elementos motores o desde el individualismo y la liberalización como esos para ordenar los recursos. Pero hay que recordar que, en la ciudad de Sagunto, con diferentes matices, la mayoría de los ciudadanos y de las ciudadanas eligieron representantes con ideas progresistas de ver el mundo, de elegir el bienestar como primera variable y fomentar la igualdad. Esperamos que esta visión de nuestra ciudad sea la que constatan nuestras cuentas porque esos son los principios políticos que acompañan nuestra propuesta».
Por último, Teresa García apela a la responsabilidad para que la oposición apruebe las cuentas municipales: «Una situación que nos pone en el ojo del huracán. No tener presupuestos es una irregularidad en sí misma, es un hecho extraordinario que puede ocurrir. Pero nunca puede convertirse en una práctica habitual, ni hacer de su carencia el pilar fundamental de la política financiera municipal. Los gobiernos anteriores convirtieron en costumbre esta anomalía. Justamente igual que han hecho con temas tan importantes como terrazas, etc. Hacer de la anomalía una costumbre tiene consecuencias muy malas por esta ciudad y para su imagen. Es por eso que, en esta situación, aprobar unos presupuestos ocho años después debería de ser, por responsabilidad, una obligación. El actual gobierno intenta, por segunda vez, superar la anomalía y recuperar la normalidad en las finanzas municipales».
Componente social
El portavoz de Esquerra Unida (EU) en el Ayuntamiento de Sagunto, Guillermo Sampedro, también refuerza la linea argumental de componente social de estas cuentas municipales: «El borrador de presupuesto que ahora presentamos sigue la línea del borrador anterior, unas cuentas con un fuerte componente social cuyo objetivo principal es garantizar los servicios básicos de la gente. Por ello, todas las partidas destinadas a los Servicios Sociales se ven incrementadas. Atrás quedan políticas asistencialistas y partidistas, y lo que buscamos es potenciar la participación social, con acciones innovadoras y nuevos programas para llegar a más gente y de la mejor manera».
En este sentido resalta el representante de EU que: «De este modo, se ha aumentado la partida de subvenciones de Acción Social, o sube la partida de ayudas de emergencia, superando por vez primera el millón de euros, siendo que en 2009 estaba en 200.000. Además, siendo conscientes de que tenemos una población envejecida dos puntos por encima de la media, subimos el presupuesto en programas para atender las limitaciones que van apareciendo con la edad, además de desarrollar políticas de empleo que favorezcan la inclusión sociolaboral, o potenciar actividades dirigidas a sectores con dificultades como personas con capacidades diferentes, menores, etc».
Herramienta de participación
Pablo Abelleira, como portavoz de ADN Morvedre, el tercer socio del Gobierno de Sagunto, se refiere a los presupuestos como una herramienta de participación. «Los beneficios que puede aportar el nuevo documento van más allá de la simple actualización y puesta al día de las finanzas municipales, se ha apostado por un modelo dirigido a convertir los presupuestos municipales en una herramienta de participación y colaboración, favoreciendo el derecho de la ciudadanía a colaborar activamente en la conformación de las políticas de gasto y al mismo tiempo da una legitimidad a la administración de conformar ese gasto de acuerdo al conocimiento y experiencia, no solo de políticos y técnicos municipales sino de toda la ciudadanía».
Abelleira resalta, asimismo, que no se trata de un presupuesto de transición: «Desde nuestro punto de vista es más que un presupuesto de transición, por supuesto mejorable, pero indispensable para el correcto desarrollo de nuestra ciudad. Aparte de recoger el trabajo realizado desde participación ciudadana durante el último año, cabe destacar la inversión para políticas sociales, incorporando nuevos programas para los más necesitados, así como a la creación de empleo, contando con la contratación de 19 nuevas plazas aparte de las que hay que cubrir en policía y los puestos ya definidos que quedan por incorporar, Desde ADN apoyamos el documento, aunque consideramos que tienen que cambiar muchos conceptos en el futuro pues consideramos que no es justo emplear más dinero en actos taurinos, por ejemplo, que en políticas de igualdad. Esperamos que los demás grupos vean la necesidad de contar con unos presupuestos actualizados y decidan, con independencia de lo que opinen órganos superiores de sus partidos».
«Irreales, hinchados y deficitarios»
La oposición municipal coincide en considerar los presupuestos presentados para 2017 como poco realistas en cuanto a la estimación de los ingresos, es decir, que se han hinchado a propósito con el fin de aumentar artificialmente el capítulo de ingresos, por lo que todos pronostican que, al gastar más de lo que realmente se recaude, se terminará produciendo déficit.